ERC ve peligrar su estrategia ante la falta de gestos de Pedro S¨¢nchez
Las relaciones entre la Generalitat y el Gobierno sufren por la falta de respuestas sobre el ¡®caso Pegasus¡¯ y la congelaci¨®n de la mesa de di¨¢logo
Gabriel Rufi¨¢n, el hombre fuerte de ERC en Madrid, repite una frase que cree que resume la misi¨®n de su partido en el Congreso: ¡°El PSOE no hace. Al PSOE se le obliga a hacer¡±. Sin embargo, el transcurso de la legislatura ha demostrado que esos votos clave de ERC pueden terminar perdidos en la mara?a de la geometr¨ªa variable que practica Pedro S¨¢nch...
Gabriel Rufi¨¢n, el hombre fuerte de ERC en Madrid, repite una frase que cree que resume la misi¨®n de su partido en el Congreso: ¡°El PSOE no hace. Al PSOE se le obliga a hacer¡±. Sin embargo, el transcurso de la legislatura ha demostrado que esos votos clave de ERC pueden terminar perdidos en la mara?a de la geometr¨ªa variable que practica Pedro S¨¢nchez, y que cada vez cuesta m¨¢s forzar ciertas cosas. Algunas voces entre los republicanos muestran su preocupaci¨®n por el enfriamiento de las relaciones, pese a que los contactos al m¨¢s alto nivel siguen funcionando. Con ERC poniendo toda la carne en el asador en la mesa de di¨¢logo, la falta de un gesto m¨¢s all¨¢ de las buenas palabras por parte de S¨¢nchez erosiona su estrategia en un momento delicado en la pol¨ªtica catalana y con las elecciones municipales ya en el horizonte.
Algunos dirigentes de ERC comparten cierta sensaci¨®n de que en La Moncloa ¡°pasan¡± de ellos y de los compromisos adquiridos. Adem¨¢s, lamentan que no se sea consciente del mensaje que se transmite a la sociedad catalana, por ejemplo, dejando la mesa de di¨¢logo en la nevera. El discurso feliz con que Pere Aragon¨¨s defend¨ªa que hab¨ªan ¡°hecho sentarse al Gobierno¡± para negociar una soluci¨®n pol¨ªtica cada vez est¨¢ m¨¢s cojo. Los ¨²ltimos meses no han sido f¨¢ciles para los republicanos y la carta de poner en valor la recuperaci¨®n de la presidencia de la Generalitat tras m¨¢s de 80 a?os comienza a perder su poder bals¨¢mico.
Pese al buen balance que el Ejecutivo catal¨¢n hace de estos 365 d¨ªas de Gobierno (da por ejecutada una tercera parte), la falta de una mayor¨ªa estable en el Parlament (la CUP se ha desmarcado) y la inc¨®gnita de qu¨¦ pasara con la nueva c¨²pula bic¨¦fala de Junts per Catalunya generan un escenario incierto. No hay sesi¨®n de control al Govern en la que los socios no ataquen a Pere Aragon¨¨s por los nimios resultados de la mesa de di¨¢logo o se critique el apoyo de ERC al PSOE a ¡°cambio de nada¡±. El pasado s¨¢bado, en el congreso de Junts, el expresident Carlos Puigdemont, pr¨®fugo en Bruselas, fue muy duro con sus socios, a los que acus¨® de buscar solo ¡°el bienestar de sus cuadros¡±, defendiendo el discurso de ¡°normalidad¡± en Catalu?a.
Aragon¨¨s y su gente llevaban sin problema las cr¨ªticas incesantes a la mesa de di¨¢logo, que Junts ha empleado como azote contra los republicanos casi desde el minuto uno. En el fondo, eran ¨²tiles para mostrar las diferencias. Pero una cosa es criticar los resultados y otro la inexistencia de la mesa. Si ya era dif¨ªcil conciliar las exigencias de m¨¢ximos de los independentistas (amnist¨ªa para los condenados y refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n) y la Agenda del Reencuentro de Pedro S¨¢nchez, la dilataci¨®n en el tiempo del nuevo encuentro de la mesa ha terminado por dar aire a Junts. ¡°Eso no es di¨¢logo, es humillaci¨®n sistem¨¢tica, continuada y permanente¡±, dijo tambi¨¦n en el congreso de esa formaci¨®n su ex n¨²mero dos, Jordi S¨¤nchez.
El choque por la negativa de ERC a apoyar la reforma laboral gener¨® preocupaci¨®n en Madrid. Luego, en el tr¨¢mite de la Ley Audiovisual en el que ERC forz¨® algunas mejoras se vio cierto encarrilamiento de las relaciones. Pero la norma sali¨® finalmente adelante, el pasado mayo, con el PP, por la negativa de los republicanos a aceptar la definici¨®n de productor independiente. Y el esc¨¢ndalo del caso Pegasus (el presunto espionaje a 65 personas vinculadas al independentismo) ha terminado por dinamitar la confianza. La anunciada reuni¨®n entre los dos presidentes, S¨¢nchez y Aragon¨¨s, no tiene a¨²n fecha en el calendario.
Para m¨¢s inri, la semana pasada termin¨® con la noticia sobre la baj¨ªsima ejecuci¨®n de la inversi¨®n del Estado en Catalu?a: solo el 35,7% de lo consignado en los Presupuestos Generales de 2021, frente al 84% recibido por Madrid. ERC insiste, en este, como en el resto de choques con el PSOE, en que los compromisos tienen que cumplirse. Pero no hay atisbo de ultim¨¢tum al Gobierno. Una voz de peso en Junts inquiere: ¡°Negro sobre blanco, ?qu¨¦ ha conseguido ERC en estos meses? Nada¡±.
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