Pedro S¨¢nchez se enfrenta a otra semana bajo el fuego parlamentario
El presidente se mide por primera vez con Feij¨®o en el Senado, antes de un nuevo y extenso combate con sus aliados en el Congreso
Las tertulias pol¨ªticas ya encargan palomitas para el martes: primer duelo Pedro S¨¢nchez-Alberto N¨²?ez Feij¨®o en el Senado. Ese trance al menos acabar¨¢ pronto para el presidente del Gobierno. El del d¨ªa siguiente en el Congreso se prolongar¨¢ varias horas, y ah¨ª S¨¢nchez no estar¨¢ solo en la diana de sus opositores, tambi¨¦n en las de sus propios socios de Gobierno y sus resbaladizos aliados parlamentarios. Solo dos semanas despu¨¦s de que el presidente enfrentase el chaparr¨®n a derecha e izquierda por el caso Pegasus, encara un nuevo y largo examen parlamentario por otra cuesti¨®n, las relaciones con Marruecos, en la que cabe esperar palos de todo el hemiciclo.
Vivir en minor¨ªa ata a un Gobierno al Parlamento y lo obliga a concesiones impensables en los tiempos de las mayor¨ªas absolutas. Por ejemplo, que un presidente encadene dos comparecencias parlamentarias de varias horas ¡ªla ¨²ltima dur¨® cinco¡ª en apenas dos semanas. La del pr¨®ximo mi¨¦rcoles forma en teor¨ªa parte de la rutina ¡ªinformar al Congreso de cada Consejo Europeo¡ª si no fuera porque, en una acci¨®n conjunta de la oposici¨®n y aliados habituales del Ejecutivo, se introdujo la cuesti¨®n marroqu¨ª contra los deseos de los socialistas. S¨¢nchez seguramente se centrar¨¢ en Europa para esquivar en la medida de lo posible lo segundo, otro tema de fricci¨®n con su base parlamentaria en el peor momento de la legislatura. Ser¨¢ la 26? comparecencia de S¨¢nchez en el Congreso ¡ªal margen de las sesiones de control¡ª en sus cuatro a?os reci¨¦n cumplidos en La Moncloa.
En el pimpampum de los dos grandes partidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas nunca ha faltado un reproche que iba y ven¨ªa del uno al otro, seg¨²n estuviesen en el Gobierno o en la oposici¨®n: la supuesta ¡°alergia al Parlamento¡± del presidente de turno. La historia se repite. Y no hay t¨¦rmino medio. Mientras la portavoz popular, Cuca Gamarra, afirma que S¨¢nchez es ¡°el presidente menos transparente de la democracia¡±, el Ejecutivo sostiene que no hay otro que haya dado m¨¢s la cara ante los diputados.
Los datos de comparecencias consultados en la web del Congreso dejan algo mejor a S¨¢nchez que a Mariano Rajoy y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, quienes disfrutaron de mayor¨ªas absolutas. Aunque la diferencia del l¨ªder socialista respecto al anterior presidente no es tan grande. En seis a?os y cinco meses, Rajoy se someti¨® al examen de la C¨¢mara en 31 plenos, aproximadamente una vez cada 63 d¨ªas. Las 25 comparecencias de S¨¢nchez en sus cuatro a?os suponen una cada 58 d¨ªas.
Gamarra insiste: ¡°S¨¢nchez considera el Congreso como un ap¨¦ndice m¨¢s del Gobierno y solo acude cuando le traemos a rastras, aunque en vez de dar explicaciones se centra en hacer oposici¨®n de la oposici¨®n. Su permanente huida est¨¢ causando un grave perjuicio a la democracia parlamentaria¡±. Los populares detallan una lista de hasta 18 peticiones de comparecencia del presidente sobre temas de relevancia ¡ªla crisis migratoria del a?o pasado en Ceuta, las relaciones con Estados Unidos o los indultos a los l¨ªderes del proc¨¦s¡ª que les deneg¨® la mayor¨ªa. Gamarra a?ade la suspensi¨®n de las sesiones de control en los primeros d¨ªas de la pandemia, que mereci¨® un varapalo del Tribunal Constitucional. Los socialistas replican que en aquellos d¨ªas S¨¢nchez compareci¨® tres veces en tres semanas para defender las pr¨®rrogas del estado de alarma.
Tambi¨¦n Rajoy recibi¨® un varapalo del Constitucional, aunque a toro pasado, cuando ya no era presidente, por haberse negado al control parlamentario en los diez meses que estuvo en funciones, entre 2015 y 2016. A lo largo de sus mandatos, las solicitudes de comparecencia de la oposici¨®n rechazadas por el PP ¡ªsobre los recortes, el rescate bancario o la corrupci¨®n¡ª suman decenas. Cost¨® m¨¢s de un a?o que Rajoy accediese a bajar a la C¨¢mara para dar explicaciones del caso B¨¢rcenas.
A Rajoy todo el mundo lo reconoce como un excelente parlamentario. Lejos a¨²n de ¨¦l, S¨¢nchez es visto por los suyos cada vez m¨¢s suelto en las r¨¦plicas, donde ha descubierto una veta de iron¨ªa corrosiva. ¡°Al presidente le gusta el Parlamento, es su casa, la conoce muy bien y se siente c¨®modo¡±, asegura un estrecho colaborador. ¡°No le molestan en absoluto esas comparecencias. Al contrario, son un escaparate. Sobre todo, si ganas el debate. Y ¨¦l los est¨¢ ganando¡±.
¡°No nos enga?emos: todos los presidentes han venido cuando no ten¨ªan m¨¢s remedio¡±, tercia Ana Oramas, desde sus 18 a?os representando en el Congreso a Coalici¨®n Canaria y su distancia de la trinchera pol¨ªtica habitual en la C¨¢mara. ¡°S¨¢nchez hace lo mismo que todos¡±, recalca. Oramas desconf¨ªa de la eficacia de estas largas comparecencias presidenciales y m¨¢s en un Parlamento donde la abundancia de grupos comprime el tiempo disponible: ¡°Yo el mi¨¦rcoles voy a tener dos minutos, pero el PP tampoco tendr¨¢ m¨¢s de 15. As¨ª no hay manera de profundizar¡±.
La veterana diputada canaria sostiene que el formato que permite verdaderamente discutir a fondo es el del debate del estado de la naci¨®n. ¡°Dispones de mucho m¨¢s tiempo y adem¨¢s hay que presentar alternativas, porque se votan propuestas de resoluci¨®n¡±, explica. S¨¢nchez se ha llevado muchas cr¨ªticas por no haberse sometido todav¨ªa a ninguno. Se estrenar¨¢ en julio, aunque sin el l¨ªder de la oposici¨®n delante. Ese duelo con Feij¨®o se reducir¨¢ a unos espor¨¢dicos minutos en el Senado a partir del martes.
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