El PSOE saca adelante la pol¨¦mica ley audiovisual con la abstenci¨®n del PP y Podemos
El Congreso aprueba la reforma, atacada por los productores independientes por un cambio de ¨²ltima hora que cost¨® al Ejecutivo el apoyo de Esquerra


Irrit¨® a algunos aliados. A otros, directamente, los perdi¨® por el camino. Y, al final, para sacar adelante la nueva ley audiovisual este jueves en el Congreso, el PSOE ha necesitado a su principal opositor. Ha conseguido lo que buscaba, eso s¨ª. Pero se ha ganado un enemigo inesperado: buena parte del cine espa?ol, tradicionalmente af¨ªn a la izquierda. Los productores independientes llevan d¨ªas protestando contra la reforma, porque creen que un cambio de ¨²ltima hora introducido por los socialistas les perjudica frente a los grandes grupos.
Su lucha cuenta con el respaldo de las mayores instituciones del sector y de cientos de creadores como Pedro Almod¨®var o Isabel Coixet. Y comparte su rechazo el otro socio de Gobierno, Unidas Podemos ¡ªque se abstuvo, aunque subray¨® su ¡°lealtad¡± al Ejecutivo del que forma parte¡ª, y Esquerra Republicana, que pas¨® del s¨ª al no en la votaci¨®n decisiva en el Congreso. As¨ª que la clave residi¨® en la abstenci¨®n del PP. Con el voto a favor tambi¨¦n de los nacionalistas vascos, la reforma avanza hacia el Senado, cuya aprobaci¨®n necesita para entrar en vigor. Detr¨¢s, sin embargo, queda una relaci¨®n rota. Y varios interrogantes sobre el coste de esta decisi¨®n, para la coalici¨®n de Gobierno y para las pel¨ªculas y series independientes espa?olas.
¡°Para nosotros, esto es la guerra¡±, amenazaban el mi¨¦rcoles los productores en una rueda de prensa convocada de urgencia para que se cambiara la ley. De nada sirvi¨® su presi¨®n, ni la alarma de que la reforma les dejar¨ªa ¡°tocados de muerte¡±. Tampoco prosper¨® la enmienda con la que Unidas Podemos, Esquerra Republicana y EH Bildu intentaron devolver el texto a su formulaci¨®n original, sin la modificaci¨®n del PSOE que abri¨® la caja de Pandora de las pol¨¦micas. ¡°En la vida vi tantas entidades juntas defendiendo una misma idea¡±, reconoci¨® Sof¨ªa Fern¨¢ndez Casta?¨®n, de Unidas Podemos, durante el debate en el Congreso.
De momento, los productores se lamen las heridas y preparan sus pr¨®ximos pasos: piden al Ejecutivo sentarse a negociar otras medidas o prometen acudir a la UE, para denunciar que la ley viola el esp¨ªritu de la directiva que transpone ¡ªcon un a?o y medio de retraso, tanto que Bruselas ha empezado un proceso de sanci¨®n contra Espa?a¡ª, o al Constitucional. ¡°Ning¨²n Gobierno ha apoyado m¨¢s al sector¡±, respondi¨® en el Congreso la diputada socialista Bego?a Nasarre. Record¨® el aumento de los fondos p¨²blicos para la producci¨®n cinematogr¨¢fica que se ha establecido en los ¨²ltimos a?os y subray¨® que la puerta est¨¢ abierta para negociar alternativas que secunden las reivindicaciones del colectivo.
Tal vez suceda, pero en el futuro. Hoy el sector asume con decepci¨®n su derrota. La batalla, en realidad, se centraba en una sola palabra, modificada en la definici¨®n de productor independiente. Y la queja de fondo tambi¨¦n se resume en un ¨²nico t¨¦rmino, que se repiti¨® en las intervenciones de los grupos contrarios a la reforma: ¡°duopolio¡±, es decir, Mediaset y Atresmedia, los grandes favorecidos por el cambio, seg¨²n los productores independientes. Aunque Joan Margall, de Esquerra Republicana, tambi¨¦n lament¨® el d¨²o PSOE-PP: ¡°La gran coalici¨®n, ya se lo explicar¨¢n a sus votantes¡±.
La reforma obliga por primera vez a las grandes compa?¨ªas de streaming como Netflix o Disney + a destinar el 5% de sus ingresos generados en Espa?a a financiar obras audiovisuales europeas, algo que ya cumplen las cadenas privadas. Un 70% de ese porcentaje (o, dicho de otra forma, el 3,5% de los ingresos) debe invertirse en producciones independientes nacionales en espa?ol o lenguas cooficiales. Central, pues, resulta la definici¨®n de productor independiente. ¡°La persona f¨ªsica o jur¨ªdica que no est¨¢ vinculada de forma estable en una estrategia empresarial com¨²n con un prestador del servicio de comunicaci¨®n audiovisual [¡] y que asume la iniciativa, la coordinaci¨®n y el riesgo econ¨®mico de la producci¨®n de programas o contenidos audiovisuales, por iniciativa propia o por encargo, y a cambio de una contraprestaci¨®n los pone a disposici¨®n de dicho prestador del servicio de comunicaci¨®n audiovisual¡±, seg¨²n el art¨ªculo 110.1, tras la modificaci¨®n socialista.
La enmienda de Unidas Podemos, Esquerra y EH Bildu propuso en balde colocar ¡°un¡± ah¨ª donde la ley escribe ¡°dicho¡±. En t¨¦rminos concretos, un productor vinculado a Telecinco que prepare una pel¨ªcula o serie para la misma cadena no se puede considerar independiente. Pero, con la formulaci¨®n actual, s¨ª podr¨ªa serlo si levantara un proyecto para otra gran emisora privada, como Atresmedia, o plataforma, como Netflix. Con ¡°un¡±, en cambio, solo hubieran sido ¡°independientes¡± aquellos que trabajan al margen de los principales actores de la industria.
El propio Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, desde el festival de Cannes, dijo que ¨¦l no ve un riesgo tan ¡°grande¡± como lo perciben los productores, pero, a la vez, evit¨® una defensa encendida del texto: ¡°En el peor de los escenarios, con la nueva ley audiovisual no retrocedemos en nada¡±. ¡°En el Consejo de Ministros no ha habido discusiones, entre ministerios igual s¨ª. Cuando sali¨® del Gobierno esta ley concitaba la unanimidad. Lo cual no quiere decir que durante el tr¨¢mite no se hayan visto las cosas de forma distinta y con enmiendas no siempre coincidentes. Yo solo me puedo hacer responsable del texto que llev¨¦ al Congreso, que es el que aprob¨® el Consejo de Ministros. Ese proyecto atend¨ªa bien a ese equilibrio¡±, agreg¨®, en sutil, pero evidente alusi¨®n al Ministerio de Asuntos Econ¨®micos y Transformaci¨®n Digital, liderado por la vicepresidenta primera, Nadia Calvi?o, que ha gestionado la tramitaci¨®n de la ley.
Los focos, centrados en la pelea con los productores, apenas han iluminado los otros aspectos de una ley que tambi¨¦n obliga a las grandes plataformas a financiar obras en lenguas cooficiales del Estado (con un 0,525% de sus ingresos anuales en Espa?a) o a filmes y series dirigidos o creados exclusivamente por mujeres (un 1,05%, un porcentaje que Cima, la asociaci¨®n de mujeres cineastas, denunci¨® como promesa incumplida). Todo depende, eso s¨ª, de que las declaraciones ante Hacienda de estos colosos reflejen sus recaudaciones reales, como m¨¢s de una vez se ha puesto en duda. Y de que la Comisi¨®n Nacional del Mercado y la Competencia sea capaz de asumir las m¨²ltiples nuevas tareas de control que la ley le encarga. El sector, en todo caso, lamenta tambi¨¦n que, por comparar, en Francia estas compa?¨ªas deber¨¢n dedicar entre un 20 y un 25% de sus ingresos a producci¨®n europea y nacional, y en Italia un 17%, que subir¨¢ hasta el 20% en 2024.
El texto toca temas tan amplios como la prominencia del cat¨¢logo europeo y nacional, la protecci¨®n de los menores, la financiaci¨®n de RTVE o in¨¦ditos controles a los principales youtubers. Y subraya la diversidad ling¨¹¨ªstica, la inclusi¨®n y la accesibilidad como algunas de las aspiraciones principales de la ley. Tambi¨¦n pretende impulsar un c¨®digo de autorregulaci¨®n entre los principales actores del sector audiovisual. Para ello, sin embargo, har¨¢ falta mucho consenso. Justo lo que ha escaseado en el Congreso.
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