Cuando se vaya el Primavera Sound
Un macroevento deslocalizado en el que hay m¨¢s turistas que aut¨®ctonos es cada vez m¨¢s extempor¨¢neo
En el pasado sent¨ª algo parecido a euforia gracias al Primavera Sound, de modo que, aunque este a?o no iba, recuerdo la punzada cuando se supo lo de la doble sede con Madrid. Despu¨¦s empezaron a circular las declaraciones del director, Gaby Ruiz, un tipo siniestro que con cada intervenci¨®n chantajeaba m¨¢s torpemente a la ciudad. Luego han venido los fracasos organizativos, la guirizaci¨®n desbocada, y una sensaci¨®n de difuminado por culpa de la repetici¨®n en dos fines de semana. Hoy no queda ni rastro del entusiasmo pesado que otras veces hab¨ªa convertido a los fans del Primavera en insoportables. Del miedo por perder el festival, poca cosa.
La m¨ªstica vagamente contracultural que envolv¨ªa al Primavera Sound se ha ido agotando con los a?os, conjuntamente con la forma de ver el mundo que representaba. Musicalmente, la idea original era encontrar la dulce intersecci¨®n entre el mainstream y el cultureta, eso que en un tiempo sintom¨¢ticamente lejano llamamos hipster. Pol¨ªticamente, era una oda al maragallismo tard¨ªo, la Barcelona que se pone guapa, las clases creativas del 22@ y el progresismo lavando la cara a la econom¨ªa de mercado. De tan cosmopolita y desarraigado, a nadie le extra?¨® que el acontecimiento migrara del Poble Espanyol al F¨°rum de les Cultures.
Los mileniales y la socialdemocracia se encuentran hoy en la bancarrota cultural, vistos como cacharros de una ¨¦poca equivocada, a dos telediarios que un joven (de los de verdad) diga ¡°OK, millenial¡±. De entrada, las nuevas generaciones prefieren el appeal de la extrema derecha o la extrema izquierda, ideolog¨ªas fuertes que prometen victorias donde el liberalismo del centro ha fracasado. Por otro lado, la ret¨®rica del postureo y la acumulaci¨®n de experiencias aut¨¦nticas va totalmente a la baja. El sentir contempor¨¢neo consiste en comisariar identidades digitales mucho m¨¢s holgadas y discretas, cuya palabra fetiche es ¡°normal¡±.
Y despu¨¦s est¨¢ la cuesti¨®n del carbono en la atm¨®sfera. En 2017, Coldplay anunci¨® que dejar¨ªan de hacer giras (el ¨²ltimo tour se hab¨ªa saldado con 122 conciertos distribuidos por los cinco continentes) y, en la noche de los American Music Awards que la consagraron, Billy Eilish, el icono musical de la Generaci¨®n Z, llevaba una camiseta donde se le¨ªa ¡°No music on a dead planet¡±. Nadie quiere condenar a los festivales a la hoguera ecol¨®gica, pero un macroevento deslocalizado en el que hay m¨¢s turistas que aut¨®ctonos es cada vez m¨¢s extempor¨¢neo.
Ahora que la decadencia es evidente y se puede casi vislumbrar el fin, podemos compararlo todo con el mayor festival de todos los tiempos. Si el summer of love de Woodstock ha quedado en la memoria es porque fue un ritual en el que el utopismo pol¨ªtico de los a?os sesenta encontr¨® su esplendor. El Primavera Sound nunca despertar¨¢ una nostalgia semejante porque es el producto de una ¨¦poca pospol¨ªtica en la que la cultura se rindi¨® a una visi¨®n absurdamente neoliberal. Si lo t¨ªpico de Woodstock es que mucha gente que no fue mienta diciendo que s¨ª, con el Primavera Sound pasar¨¢ al rev¨¦s.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.