¡®Larsen C¡¯, de Christos Papadopoulos, lo mejor que se ha visto de danza hasta ahora en el Grec 2022
Nazareth Panadero, ex bailarina de Pina Bausch, present¨® ¡®Vive y deja vivir¡¯, un interesante programa de dos coreograf¨ªas
El mejor espect¨¢culo de danza que se ha visto hasta ahora en el festival Grec de Barcelona ha venido de la mano del creador griego Christos Papadopoulos. Se trata de Larsen C, una magn¨ªfica, hermosa, y embriagadora pieza que arrastr¨® al p¨²blico que llenaba la sala Mac del Mercat de les Flors a un remolino de emociones visuales y gestuales que tardar¨¢ en olvidar.
Al principio de l...
El mejor espect¨¢culo de danza que se ha visto hasta ahora en el festival Grec de Barcelona ha venido de la mano del creador griego Christos Papadopoulos. Se trata de Larsen C, una magn¨ªfica, hermosa, y embriagadora pieza que arrastr¨® al p¨²blico que llenaba la sala Mac del Mercat de les Flors a un remolino de emociones visuales y gestuales que tardar¨¢ en olvidar.
Al principio de la obra el gran escenario del teatro est¨¢ en penumbra, con el tel¨®n medio levantado. Uno a uno salen lentamente los seis bailarines que interpretan la obra, 3 hombres y 3 mujeres; todos visten de negro. Sus brazos desnudos son los aut¨¦nticos protagonistas de Larsen C: largos, esbeltos y muy expresivos. No hay duda de que para interpretar este espect¨¢culo los bailarines fueron elegidos por sus brazos. Cada int¨¦rprete se mueve despacio, sus cuerpos est¨¢n casi quietos, pero los brazos se agitan como alas, y las cabezas lo hacen sincopadamente: parecen aves de un pa¨ªs remoto. Los acertados pasajes sonoros de Giorgios Poulios aceleran o desaceleran sus movimientos. Todo el espect¨¢culo es de corte minimalista y destila una gran poes¨ªa. A lo largo de la obra, de unos 60 minutos de duraci¨®n que pasan como un soplo, cada personaje se acerca a los dem¨¢s formando grupos hermosos por su distribuci¨®n en el gran espacio. Siempre despiertan intriga y curiosidad, especialmente por la mirada de los bailarines, una mirada viva y atrayente que en ocasiones coincide con la del espectador.
A partir de la mitad del espect¨¢culo el tel¨®n se levanta totalmente y el baile fluye din¨¢mico: ahora los int¨¦rpretes bailan con todo el cuerpo. Su gesto es fluido y en¨¦rgico, desnudo de cualquier superficialidad. La escenograf¨ªa de Clio Boboti y el dise?o de luces de Eliza Alexandropoulou crean un mundo oscuro y on¨ªrico en el que estos seres viven juntos, pero distantes a la vez.
No hay que desvelar el final de Larsen C pues es sorprendente y dejo al espectador clavado en su butaca con la boca abierta ante tanta belleza. Poes¨ªa y t¨¦cnica se entrelazan en esta magn¨ªfica pieza. Al final de espect¨¢culo el p¨²blico que llenaba la Sala Mac, rindi¨® calurosos aplausos y sentidos bravos.
Nazaret Pandero bucea en la relaci¨®n de pareja
Por su parte, la magn¨ªfica bailarina y core¨®grafa Nazareth Panadero (Madrid 1955), integrante del Tanztheater Wuppertal de Pina Baush desde 1979, Premio Nacional de Danza en 2014 y Medalla de Bellas Artes en 2019, ha presentado, precisamente en la Sala Pina Bausch del Mercat de les Flors, un programa titulado Vive y Deja Vivir, que incluye dos coreograf¨ªas: Two Die For y Ma?ana Temprano, dos piezas, que trenzan la iron¨ªa y el drama, y que a la vez son similares, ya que hablan de los sentimientos que moldean el alma humana y muy especialmente la relaci¨®n de pareja. Son tambi¨¦n similares en cuanto al vocabulario coreogr¨¢fico y puesta en escena, un vocabulario, que como es natural posee la influencia de Pina Bausch, pero que la personalidad y creatividad de Panadero lo convierten en propio.
La primera pieza Two Die, estrenada el pasado febrero est¨¢ firmada por Nazareth y por Michael Strecker, su compa?ero en el Tanztheater Wuppertal. La interpreta Panadero junto a Damiano Ottavio Begi, tambi¨¦n bailar¨ªn de la compa?¨ªa alemana. En esta pieza sus creadores bucean en la incertidumbre, un sentimiento que provoca en el baile de los int¨¦rpretes un gesto amplio y solitario. Intentan acercar sus cuerpos, pero tienen miedo, no conf¨ªan el uno en el otro. Todo ello en una escena desnuda que enfatiza la vulnerabilidad de sus sentimientos. Espectacular la primera aparici¨®n de Nazareth en escena, vestida con un traje negro y sus zapatos de tac¨®n alto verdes, tambi¨¦n muy sensual cuando fuma o se encasqueta una boina tipo franc¨¦s. La cotidianidad moldea la vida de estos seres, que quieren encontrarse, pero la incertidumbre de ser rechazados les corroe. Intensa y hermosa la banda sonora que acuna la pieza, formada por m¨²sicas de Max Richter, Ryuichi Sakamoto, Mohammad Reza Mortazavi, Olafur Arnalds, y Walter Schuman, violinista ucraniana, y que protagoniza el video en el que la se ve tocando en el metro de Par¨ªs.
Entre ambas piezas se proyecta un sugerente video dirigido por Maritxell Aumedes y protagonizado por Nazaret Panadero y Michael Strecker con m¨²sica de La Valquiria de Richard Wagner. En ¨¦l se muestra a una pareja, un pasillo y una puerta que separa o une a la pareja. Uno de los fragmentos mejores del espect¨¢culo.
La segunda pieza, Ma?ana temprano, contrapone dos emociones b¨¢sicas de los seres humanos: miedo y esperanza. Junto a Panadero y Strecker esta pieza tambi¨¦n la firman, la alemana Adolphe Binder, directora del Ballet del teatro de Basilea, y la bailarina y artista visual Maritxell Aumedes. Hay momentos m¨¢gicos, como los solos que interpretan Nazateh y Damiano, donde hacer alarde de su depurada t¨¦cnica y personalidad esc¨¦nica.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal