Aragon¨¨s defiende la mesa de di¨¢logo ante la fractura independentista de la Diada
Los actos empezaron el s¨¢bado entre abucheos a los dirigentes de Esquerra y la agresi¨®n a una periodista
Desde hace una d¨¦cada, la manifestaci¨®n que organizan las entidades independentistas catalanas con motivo del Once de Septiembre , la Diada, ha servido para medirle el pulso a la salud del apoyo ciudadano a la apuesta por la secesi¨®n. Con sus m¨¢s y sus menos, estos ¨²ltimos 10 a?os los partidos pol¨ªticos, las entidades y la calle hab¨ªan vivido cierto idilio y las masivas movilizaciones certificaban cierta comuni¨®n. Este a?o, sin embargo, todos llegan m¨¢s divididos que nunca y la Assemblea Nacional Catalana (ANC), principal promotora, ha optado por centrar el reclamo en lo que considera la falta de un plan real del Govern para conseguir la independencia e insiste en que la v¨ªa del di¨¢logo est¨¢ muerta.
Los actos de la Diada empezaron este s¨¢bado por la noche en el Fossar de les Moreres, un espacio simb¨®lico para el independentismo en el barrio del Born de Barcelona, que aglutin¨® a poca gente, pero que dej¨® momentos de tensi¨®n. La delegaci¨®n de ERC fue recibida con numerosos silbidos y la secretaria general, Marta Vilalta, respondi¨® desde el atril en un parlamento: ¡°Gritad, gritad m¨¢s si quer¨¦is, que mientras vosotros grit¨¢is, la gente de ERC trabajaremos para llevar a Catalu?a a la libertad¡±. El secretario general de Junts, Jordi Turull, pidi¨® ¡°dejar los reproches entre nosotros y avanzar¡±. En otro momento de la noche, dos personas empujaron y tiraron al suelo a una periodista freelance que cubr¨ªa el acto por Televisi¨®n Espa?ola, seg¨²n la cadena p¨²blica, que grababa los momentos de tensi¨®n.
Para terminar de escenificar el divorcio, el president Pere Aragon¨¨s aprovech¨® su discurso oficial del s¨¢bado por la noche para sacar pecho de los avances de la mesa de di¨¢logo con el Gobierno e insistir en que la llegada del refer¨¦ndum es una cuesti¨®n de tiempo y fuerza.
El l¨ªder catal¨¢n sac¨® pecho en toda regla por los acuerdos en los que a¨²n se trabaja y que, asegur¨®, ¡°facilitan el fin de la represi¨®n¡± contra los independentistas, lo que su Gobierno conoce como ¡°desjudicializaci¨®n¡±. ¡°Hoy es importante poner en valor que estamos consiguiendo que el conflicto vuelva al campo de la pol¨ªtica¡±, asegur¨® el tambi¨¦n coordinador nacional de ERC desde las ruinas del Foro Romano de Emp¨²ries (L¡¯Escala, Girona), escenario elegido este a?o para grabar el tradicional mensaje y en un gui?o a la idea de la necesidad de encuentro entre ciudadanos.
Sin ¡°la amenaza de la judicializaci¨®n¡±, prosigui¨® Aragon¨¨s, es posible subir un escal¨®n en las negociaciones con la delegaci¨®n del Gobierno central y que se pueda entrar ya a abordar en igualdad de condiciones la negociaci¨®n para conseguir un refer¨¦ndum pactado sobre la independencia, un mecanismo que el Gobierno rechaza de plano. ¡°Catalu?a votar¨¢. Lo har¨¢ m¨¢s tarde o m¨¢s pronto en funci¨®n de la fuerza que tengamos, pero lo har¨¢¡±, asegur¨® el l¨ªder catal¨¢n, resumiendo as¨ª la estrategia republicana de ampliar la base y poder condicionar las mayor¨ªas en el Congreso, una herramienta para poder presionar en la negociaci¨®n.
La estrategia que defiende ERC no es compartida por sus socios de Junts y tampoco por la ANC. El manifiesto de la convocatoria de la manifestaci¨®n de este domingo, con un recorrido mucho m¨¢s modesto que el de otros a?os y que tiene al color negro como protagonista, carga directamente contra la f¨®rmula que plantean los de Aragon¨¨s. ¡°Se ha acabado esperar nada de los partidos, solo el pueblo y la sociedad civil organizada podr¨¢n alcanzar la independencia¡±, dice el manifiesto de la convocatoria. ¡°La victoria del 1 de octubre de 2017 [en alusi¨®n al refer¨¦ndum ilegal de independencia] y la mayor¨ªa independentista en el Parlament no se pueden derrochar en mesas de di¨¢logo con el Estado espa?ol y trifulcas internas¡±, concluye el texto.
Precisamente por esas cr¨ªticas, los republicanos han optado por desmarcarse de la convocatoria de la ANC. Solo la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, que presidi¨® la Assemblea entre 2012 y 2015, ha confirmado su asistencia. El president justifica su ausencia al considerar que la manifestaci¨®n est¨¢ concebida como un acto contra los partidos y las instituciones como el Govern, y no contra el Estado, y que profundiza en las divergencias del independentismo. Eso s¨ª, ir¨¢ a otros actos que considera ¡°transversales¡±, como el de ?mnium Cultural, entidad que se encuentra muy inc¨®moda, por cierto, con el planteamiento de la ANC. El expresident Artur Mas tambi¨¦n critic¨® el acento de este a?o de la manifestaci¨®n, que discurrir¨¢ entre la Avenida del Paralelo y la Estaci¨®n de Francia, y tambi¨¦n le ve un cariz antipol¨ªtico.
La presidenta de la entidad, Dolors Feliu, no ha dejado que las cr¨ªticas de ERC muevan un ¨¢pice del manifiesto de la Diada. Ha defendido que sus cr¨ªticas se extienden a toda ¡°la mayor¨ªa del 52%¡± (en referencia a los votos obtenidos por ERC, Junts, CUP y el PDeCAT) y no se ha ahorrado palabras contra el jefe del Govern. ¡°No entendemos que se haga fotos con el Gobierno de Madrid y no quiera hac¨¦rsela con cientos de miles de catalanes¡±, ha dicho sobre una ausencia que considera que demuestra su falta de compromiso con el independentismo.
Nadie apostar¨ªa porque este domingo se repitan cifras r¨¦cord de asistentes, pero el ambiente dar¨¢ pistas sobre el nivel de desgaste tras una d¨¦cada de proc¨¦s. El principal term¨®metro no est¨¢ en la manifestaci¨®n de la ANC, sino en uno de los primeros actos de la ma?ana: la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova, donde seg¨²n como vayan los silbidos y los gritos de los ciudadanos que se congregan para ver el paso de las delegaciones de los partidos se puede medir el sentir del independentismo m¨¢s comprometido.
Junts s¨ª ha cerrado filas con la manifestaci¨®n (de hecho, la representaci¨®n del Govern recaer¨¢ solo en sus consejeros y con el vicepresidente Jordi Puigner¨® a la cabeza) e incluso su presidenta, Laura Borr¨¢s, no ha dudado en cargar p¨²blicamente contra la decisi¨®n de ERC de no participar. Les acusa de querer desmovilizar en la calle al independentismo. Para la tambi¨¦n presidenta suspendida del Parlament, los republicanos han de ¡°asumir las cr¨ªticas, abordarlas, escucharlas quejas para justamente trabajar y ponerle remedio¡±.
Junts, pese a que pact¨® darle una oportunidad a la v¨ªa del di¨¢logo que planteaba ERC, siempre ha sido muy cr¨ªtico. Borr¨¤s incluso ha llegado a considerarlo ¡°contraproducente¡± para el independentismo. Hasta ahora, o al menos de manera p¨²blica, el ¨²nico compromiso suscrito en la mesa de di¨¢logo, en su pasada cita en julio, se refiere a dejar clara la voluntad conjunta de ¡°avanzar¡± reformas legislativas para ¡°superar la judicializaci¨®n¡±. ERC ha manifestado querer revisar algunos tipos penales, como el de sedici¨®n, pero el Gobierno no comparte ni el entusiasmo ni la prisa.
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