El consejero de Econom¨ªa afirma que Catalu?a no puede eliminar ahora el impuesto de Patrimonio

La Generalitat de Catalu?a no se puede permitir eliminar el impuesto de patrimonio, tal y como ha planteado el Gobierno andaluz, al menos mientras siga en vigor el actual modelo de financiaci¨®n auton¨®mica. As¨ª lo ha defendido este mi¨¦rcoles el consejero catal¨¢n de Econom¨ªa, Jaume Gir¨®. Pero eso no quiere decir que dentro del Gobierno catal¨¢n no haya quien piense que ser¨ªa mejor eliminar ese tributo estatal cedido a las comunidades. Gir¨® ha entrado en el debate de la batalla fiscal afirmando que es posible que en alg¨²n momento se lo tengan que plantear ¡°en serio y profundamente¡±. El impuesto de patrimonio aport¨® en 2021 a la tesorer¨ªa de la Generalitat m¨¢s de 600 millones de euros, la mitad de todo lo recaudado en el conjunto de Espa?a por ese tributo, seg¨²n datos del Ministerio de Hacienda.

¡°Puedo garantizar que, si en Catalu?a podemos suprimir alg¨²n d¨ªa el impuesto de patrimonio, no haremos bandera para invitar a andaluces o traer empresas hacia aqu¨ª¡±, ha dicho Gir¨®, criticando que una comunidad, como la andaluza, que no redistribuye recursos a otras comunidades a trav¨¦s de los fondos de solidaridad pueda al mismo tiempo rebajar sus impuestos.

Las palabras de Gir¨® representan la posici¨®n de Junts en el Govern sobre este asunto, pero no la de ERC que, si bien mantiene un perfil bajo en lo que respecta a un tema espinoso como el de la fiscalidad, ya ha mostrado su oposici¨®n a la posibilidad de bonificar el impuesto de Patrimonio o el de Sucesiones y Donaciones, tambi¨¦n en el foco de la derecha. Lo hizo cuando, en julio, Junts aprob¨® una ponencia en su congreso en la que abogaba por seguir el camino de la Comunidad de Madrid (el mismo que ha tomado ahora la Junta de Andaluc¨ªa) y bonificar ambas figuras tributarias para rebajar la presi¨®n fiscal a las rentas altas.

Para salir al paso de aquella minicrisis, los republicanos aseguraron que la modificaci¨®n de esos tributos no figuraba en el programa electoral de la coalici¨®n y que, por lo tanto, no se incluir¨ªa en los presupuestos, ¨¢mbito que controla Gir¨®. Haber dicho lo contrario habr¨ªa complicado sobremanera la negociaci¨®n presupuestaria, ahora en ciernes. El a?o pasado el Govern aprob¨® las cuentas con el apoyo parlamentario de En Com¨² Podem, que este a?o es socio prioritario en esa negociaci¨®n, aunque el PSC y la CUP tambi¨¦n est¨¢n en las listas de posibles aliados. Esos tres partidos est¨¢n en contra de rebajar un impuesto que en Catalu?a pagan 82.000 personas, apenas un 1% de la poblaci¨®n.

La opini¨®n de Gir¨® expresada este mi¨¦rcoles difiere de la que su consejer¨ªa traslad¨® el pasado marzo, cuando se elaboraba el Libro Blanco sobre la reforma tributaria. Entonces el Gobierno catal¨¢n abogaba por que fuera el Estado el que fijara una tributaci¨®n m¨ªnima en todo el territorio y a partir de ah¨ª cada comunidad aut¨®noma pudiera fijar su participaci¨®n en el impuesto. Influida por el modelo estadounidense, con su propuesta cada comunidad fijar¨ªa su propio porcentaje de gravamen. Si superaba o se situaba en el mismo nivel estipulado por el Gobierno central, la recaudaci¨®n se la quedar¨ªa la comunidad. Pero, si el gravamen territorial, por una cuesti¨®n de imagen, era inferior, entonces el ejecutivo auton¨®mico solo ingresar¨ªa hasta ese porcentaje y el resto ir¨ªa a parar a las arcas del Estado, ya que todos los contribuyentes estar¨ªan obligados a pagar el tipo m¨ªnimo estatal. La Generalitat estimaba que, con su f¨®rmula, se recaudar¨ªan 1.000 millones de euros m¨¢s.

Consciente de que la modificaci¨®n del marco tributario va para largo, la Generalitat propon¨ªa tambi¨¦n una f¨®rmula transitoria similar a la que impera en el IRPF. Es decir, que el impuesto de patrimonio tuviera un tramo fijado por el Estado y otro por las comunidades aut¨®nomas, de forma que existiera cierta homogeneizaci¨®n y evitar casos como el madrile?o.

Pese al deseo de la Generalitat de mantener el impuesto de patrimonio, el Govern tambi¨¦n es consciente de la complejidad de su gesti¨®n. ¡°Es el tributo m¨¢s dif¨ªcil de controlar desde el punto de vista de la Administraci¨®n¡±, afirma el economista Alejandro Esteller, que junto a Jos¨¦ Mar¨ªa Dur¨¢n elabor¨® un informe sobre la brecha fiscal (la diferencia entre los ingresos estimados de un impuesto y lo que se acaba ingresando) de Catalu?a. Para 2018, de una recaudaci¨®n potencial de 768 millones de euros, apenas se ingresaron 428 millones, seg¨²n el informe encargado por el Gobierno catal¨¢n. Esteller se?ala que el problema obedece b¨¢sicamente a la dificultad de rastrear bienes en el extranjero y a la presencia de bienes f¨¢cilmente ocultables.

El ataque de Gir¨® al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, fue seguida por el president Pere Aragon¨¨s, quien arremeti¨® contra lo que denomin¨® ¡°catalanofobia fiscal¡± como ¨²nico objetivo para conseguir votos en las pr¨®ximas elecciones municipales. Gir¨® hab¨ªa dicho que las declaraciones de Moreno Bonilla son uno de los motivos por las que ¡°algunos¡±, entre los que se incluy¨®, quieren irse de Espa?a ¡°lo antes posible¡±.

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