La nueva c¨²pula de los Mossos se fractura a los nueve meses de suceder a Trapero

La nueva c¨²pula de los Mossos d¡¯Esquadra se ha fracturado nueve meses despu¨¦s de suceder en el cargo al mayor de los Mossos d¡¯Esquadra, Josep Llu¨ªs Trapero. El actual jefe del cuerpo, Josep Maria Estela, exige al Departamento de Interior que cese a su segundo, Eduard Sallent, entre acusaciones de deslealtad, seg¨²n diversas fuentes policiales consultadas. En el cuerpo se ha instalado la idea de que Estela es oficialmente el responsable de los Mossos, pero que en realidad Sallent es el jefe en la sombra. Fuentes del Departamento de Interior aseguran que Sallent es una persona de su total confianza, le definen como una pieza ¡°clave¡±, niegan que se vayan a producir cambios y conf¨ªan en que la situaci¨®n entre ambos se reconducir¨¢.

El 20 de diciembre de 2021, el consejero del Interior, Joan Ignasi Elena, ces¨® a Trapero como jefe de los Mossos. El mayor hab¨ªa sido absuelto por la Audiencia Nacional por la actuaci¨®n de la polic¨ªa catalana en el refer¨¦ndum ilegal de 2017 y restituido en el cargo. En una decisi¨®n envuelta en la pol¨¦mica, Elena lo apart¨® apenas un a?o despu¨¦s, junto a mandos considerados de su confianza. En su lugar, coloc¨® a Josep Mar¨ªa Estela, un discreto comisario de los Mossos que hasta entonces ejerc¨ªa como jefe en Tarragona, con un segundo, Eduard Sallent, que ya hab¨ªa estado al frente como m¨¢ximo responsable de la polic¨ªa catalana. Una nueva estructura ¡°coral¡±, en la que tambi¨¦n incluy¨® a una mujer, la intendenta Rosa Bosch.

Nueve meses despu¨¦s, la apuesta del actual Departamento de Interior est¨¢ en crisis. En julio, seg¨²n diversas fuentes policiales consultadas, Estela se reuni¨® con responsables de Interior y les plante¨® la destituci¨®n de Sallent. Tras las vacaciones de verano, insisti¨® en la necesidad de cesar a su segundo, con el que no se entiende, si quieren que siga dirigiendo los Mossos d¡¯Esquadra. La decisi¨®n recae en el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena (ERC), que todav¨ªa se recupera de una operaci¨®n urgente de ves¨ªcula.

La mala sinton¨ªa se palpa en el ambiente, explican diversas fuentes policiales. Desde el ejemplo m¨¢s trivial ¡ªlos dos comisarios se fueron a la vez de vacaciones en agosto¡ª hasta cuestiones de m¨¢s calado, como que Sallent haya quedado fuera de los tribunales que deben elegir a la nueva hornada de mandos de las oposiciones en marcha de inspectores, intendentes y comisarios. ¡°Es vox populi, Estela no quiere que Sallent pueda elegir a los suyos¡±, explican fuentes policiales.

Los mandos de los Mossos consultados refieren detalles peque?os del d¨ªa a d¨ªa, de decisiones vinculadas a los recursos humanos, al decreto reestructuraci¨®n del cuerpo que se est¨¢ perfilando o a la gesti¨®n de la comunicaci¨®n, como elementos que han ido socavando la relaci¨®n entre los dos jefes. Uno con una trayectoria m¨¢s operativa, como es el caso de Estela, ve en su segundo, con una carrera m¨¢s de despachos, cierta porosidad que permite una mayor injerencia pol¨ªtica en cuestiones que a su juicio no deber¨ªan tenerla, explican esas fuentes. ¡°Hay decisiones que se ha encontrado hechas sin que nadie le consultase¡±, resumen fuentes policiales. ¡°Tienen distintas visiones y tiempos¡±, indican fuentes de Interior. Estela es un hombre fuerte del consejero, mientras que Sallent es persona de total confianza del director de la polic¨ªa, Pere Ferrer, y del jefe de gabinete, Ra¨¹l Murcia.

Las consecuencias de esa falta de entendimiento, lamentan responsables de los Mossos, es que el cuerpo no acaba de despegar despu¨¦s de haber vivido la peor etapa de su historia y verse al borde de la disoluci¨®n con el refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre de 2017. En cinco a?os, los Mossos han cambiado seis veces de jefe, contando la repetici¨®n de Trapero. ¡°No les da tiempo a ponerse al d¨ªa¡±, lamentan otros mandos policiales, que aseguran que el l¨®gico deseo de impulsar cada uno su proyecto ha instalado a la polic¨ªa catalana en cierta provisionalidad.

Hasta donde deben llegar los pol¨ªticos en su gesti¨®n es una cuesti¨®n delicada, de gran calado y profundidad en los Mossos d¡¯Esquadra. Despu¨¦s de verse abocados a un duro proceso penal, un cuestionamiento p¨²blico y una inequ¨ªvoca utilizaci¨®n pol¨ªtica durante el proc¨¦s, la mayor¨ªa de los comisarios se unieron en una defensa numantina de sus competencias. Hasta el punto que diversas fuentes de Interior han criticado las dificultades de dirigir a la polic¨ªa catalana.

Uno de los argumentos esgrimidos por el equipo de Elena para cesar a Trapero fue precisamente su supuesta impermeabilidad ante las directrices pol¨ªticas. Una cuesti¨®n decisiva fue la gesti¨®n del protocolo de desahucios de la polic¨ªa catalana. La consejer¨ªa de ERC quer¨ªa restringir al m¨¢ximo la intervenci¨®n de los antidisturbios, limit¨¢ndola a los casos que se lo ordenasen los jueces, mientras que el mayor defend¨ªa que los expertos policiales pod¨ªan enviarlos por decisi¨®n propia, seg¨²n su propio criterio t¨¦cnico. En todo caso, insisten fuentes policiales, un protocolo de trabajo no deber¨ªa estar sujeto a directrices pol¨ªticas. Ese protocolo sigue nueve meses despu¨¦s sin ser aprobado.

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