¡®Punkis Decimon¨°niques¡¯: ellas son las damas victorianas del XXI

¡°Pero, ?por qu¨¦ vas a una lectura de Virginia Woolf si no has le¨ªdo nada de ella?¡±. La voz de marisabidilla de una compa?era de trabajo, por llamarla de alguna manera, retumba en mi cabeza. Ser¨¢ idiota, la t¨ªa... Pues claro que he le¨ªdo La se?ora Dalloway, s¨¦ que la escritora se llamaba Adelina y que se suicid¨® en el r¨ªo meti¨¦ndose piedras en los bolsillos. Pero mejor no escuchar las almas negras y subirse a la moto.

Son las 19.30 de una tarde de mi¨¦rcoles en una a¨²n calurosa Barcelona. Y el JOK, un precioso restaurante y cocteler¨ªa de techos altos y madera noble, est¨¢ repleto. Siento cierto alivio: Barcelona sigue viva. Y muy activa. El auditorio est¨¢ formado por muchas mujeres. De todas las edades, en grupos de dos o tres. Sonrientes, relajadas¡­ La mayor¨ªa cumple con el dress code que se solicita en la invitaci¨®n de Twitter: blanco en honor a las sufragistas. ¡°Detalles en lila y verde ser¨¢n valorados¡±. Y empieza el espect¨¢culo. Por aclarar: esto no es un club de lectura sobre el libro Una habitaci¨®n propia, de Woolf, es un podcast en directo de Carlota Freixenet (fundadora de la librer¨ªa La Carbonera, en el Poble-sec) y Blanca Pujals (editora de Petits Plaers y Club Vict¨°ria, de Viena Edicions). Y se pone en marcha, de pronto, una hora dedicada a una escritora y a un libro clave para generaciones de mujeres en el mundo. As¨ª arranca Punkis Decimon¨°niques, un podcast de damas victorianas del siglo XXI.

¡°La idea surgi¨® porque siempre me gust¨® la literatura victoriana y escuchaba muchos podcasts sobre el tema, pero todos eran en ingl¨¦s. Justamente en el Club Vict¨°ria estamos haciendo estas ediciones de estos cl¨¢sicos como Austen, las Bront?¡­ Conoc¨ª a Carlota porque me pidi¨® que hiciera un club de lectura en la Carbonera. Despu¨¦s del club nos qued¨¢bamos horas hablando. Y se lo propuse. Pensamos hacerlo en pijama en casa y con una copa de vino, pero un d¨ªa Joan Maria Pou me propuso hacer el podcast all¨ª, en directo, en el JOK. El lugar es ideal, es mucho nuestro rollo. Cada vez tenemos m¨¢s p¨²blico¡±, explica Blanca Pujals. ?Por qu¨¦ este tema? ¡°Nos gusta esta literatura porque son mujeres que hablan de la lucha contra las injusticias contra las mujeres. Las protagonistas de Jane Austen no pueden heredar, ni estudiar, ni trabajar¡­ Es una mujer luchando contra el patriarcado. Lo que queremos es que la gente entienda que estos libros rompen con todo el sistema patriarcal machista¡±.

Blanca prosigue: ¡°Queremos acercar esta literatura inglesa cl¨¢sica a los nuevos lectores y a todos los sexos, que todo el mundo vea que es accesible. Queremos animar a la gente a leer¡±. Arranca el podcast hablando del suicidio de la autora para dejar claro que no la van a estigmatizar con esa cuesti¨®n. ¡°Otros lo hicieron y no va necesariamente ligado a su nombre. Ella era plenamente consciente de su enfermedad. No tengamos en cuenta la muerte para juzgar el libro¡±, subraya Carlota, sentada en el taburete. ¡°Basta de hacer el discurso de las mujeres locas, ya basta¡±, a?ade Blanca. El p¨²blico escucha atento. Sonr¨ªe y algunas r¨ªen a carcajadas. El guion est¨¢ trabajado. Hacen referencia a otras obras. Las dos hablan r¨¢pido, muy r¨¢pido. Especialmente cuidadas las pausas para la m¨²sica, que incluso se permiten la banda sonora de Las chicas de Gilmore. Prosiguen con la historia reflexionando sobre la importancia que ten¨ªa el dinero para Virginia Woolf, dinero con el que se pagaba el alquiler.

El punto de inicio de Una habitaci¨®n propia, aparecido en 1929, se sit¨²a en la necesidad que tienen las mujeres que se quieren convertir en escritoras de tener una habitaci¨®n propia para simbolizar todas las independencias, no solo la vital sino tambi¨¦n la econ¨®mica. En el libro, Woolf imagina la existencia de una hermana de Shakespeare, Judith, tan dotada de talento y ansias de ruptura art¨ªstica como ¨¦l, pero en quien los condicionamientos vitales ¡°fueron hostiles al estado de ¨¢nimo necesario para liberar lo que hay en el cerebro¡±. Carlota explica que la hermana imaginaria de Shakespeare ¡°no deja de ser un reflejo de todo lo que Virginia Woolf reclamaba. Es un ejemplo s¨²per h¨¢bil de poder e inteligencia; coge el autor m¨¢s consagrado de la literatura inglesa, el incontestable, y sin dejarlo como un trapo sucio ni cuestionar su genialidad, nos plantea una situaci¨®n invertida en t¨¦rminos de g¨¦nero que demuestra las dificultades para escribir siendo una mujer¡±. Carlota se expresa claro: ¡°Espero que Virginia quisiera ser una punki decimon¨®nica y est¨¦ muy orgullosa de nosotras¡±. El p¨²blico est¨¢ entregado.

El tiempo pasa r¨¢pido. Y para satisfacer al auditorio acaban con una nueva cita. ¡°Donettes y ¡®Aquelles donetes¡¯, de Louisa May Alcott es un libro maravilloso, que pone a las mujeres en el centro de la historia¡±, anuncian. Ser¨¢ el pr¨®ximo 26 de octubre, esa tarde quedan convocadas las damas victorianas para hablar de las hermanas March, con un c¨®ctel, como siempre.

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