Espa?a logra la extradici¨®n de un peligroso ¡®narco¡¯ huido siete a?os en Rep¨²blica Dominicana
Javier Segura, que cumple ya condena por el robo de 200 kilos de coca¨ªna en el puerto de Barcelona, se escond¨ªa en un resort de Playa B¨¢varo
Javier Segura, uno de los traficantes de droga m¨¢s temidos de Catalu?a, se dio a la fuga hace unos siete a?os, antes de que el Tribunal Supremo se pronunciase sobre su condena por robar 200 kilos de coca¨ªna de un contenedor en el puerto de Barcelona. El pasado 17 de abril, tras una intensa presi¨®n policial, judicial y diplom¨¢tica, Segura, de 55 a?os, fue detenido en un resort de lujo de Rep¨²blica Dominicana. Conduc¨ªa un Maserati, valorado en m¨¢s de 100.000 euros, con el que hab¨ªa ido a recoger a su hijo al aeropuerto de Punta Cana. Ingresado ya en una prisi¨®n espa?ola, le esperan 12 a?os y medio de condena y un mont¨®n de enemigos de los que tambi¨¦n escap¨®.
El destino de Segura no es casual. ¡°Eligi¨® Rep¨²blica Dominicana porque sab¨ªa que desde all¨ª, era muy dif¨ªcil que lo devolvieran¡±, explica el subinspector Jonathan Herrera, jefe de patrimonio de la polic¨ªa catalana. A prop¨®sito de una investigaci¨®n sobre vuelcos, como se conoce en el argot policial el robo entre narcotraficantes, de los reductos del clan Segura en Catalu?a, comprobaron que un chaval de 14 a?os, hijo de Javier Segura, viajaba en fiestas y vacaciones a Rep¨²blica Dominicana. Un pa¨ªs que la unidad de blanqueo de la polic¨ªa catalana tambi¨¦n ten¨ªa en el punto de mira: all¨ª iba a parar, a trav¨¦s de testaferros, buena parte del dinero del clan, que en su d¨ªa lideraron Segura y uno de sus hermanos. Pose¨ªan tres apartamentos en el complejo de Cocotal Golf and Country Club.
La pista sobre Segura activ¨® a los Mossos d¡¯Esquadra, que revolvieron archivos, investigaciones pasadas y hemerotecas para dar con ¨¦l. Hac¨ªa a?os que no se sab¨ªa nada de Segura, desde que su compinche en el atraco del puerto Daniel Ribelles, alias El Bolo, cantase espont¨¢neamente. Juntos, el 24 de enero de 2005, se apoderaron del inmenso alijo de coca¨ªna camuflado en un contenedor de mercanc¨ªas que transportaba gambas en el barco La Hispaniola, del que Estados Unidos hab¨ªa alertado a la Guardia Civil. La banda cop¨® el inter¨¦s de todos los cuerpos policiales. Por su violencia, y por sus contactos: en el caso fueron procesados siete agentes de la Guardia Civil y un inspector de Polic¨ªa por dar el chivatazo y colaborar con la banda de Segura, aunque finalmente fueron absueltos porque no su participaci¨®n no fue ¡°fehacientemente probada¡±, seg¨²n la sentencia.
En vez de huir, El Bolo asumi¨® la pena de prisi¨®n que, en 2015, ratific¨® y ampli¨® el Supremo. Y afront¨®, como preso, otras dos causas judiciales que derivaban de aquel robo del puerto que supuso un terremoto, con serias sospechas de corrupci¨®n policial. En el juicio por un hallazgo de MDMA en Mollet del Vall¨¨s (Barcelona), en el que tambi¨¦n estaba acusado el fugado, se dirigi¨® al fiscal del caso desde el banquillo: ¡°Se?or Cavero, no busque m¨¢s, lo tiene usted en Rep¨²blica Dominicana¡±. Era la primera pista sobre el paradero de Segura, pero Gerardo Cavero, coordinador de la Fiscal¨ªa antidroga en Barcelona, rebaja su importancia: ¡°La polic¨ªa sabe lo que hace y no tengo dudas de que segu¨ªan la pista a Segura¡±, explica.
Ya con la clara convicci¨®n de que Segura se escond¨ªa en Rep¨²blica Dominicana, los Mossos contactaron con la unidad de fugitivos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y juntos presionaron a la Fiscal¨ªa, que activ¨® a la Audiencia de Barcelona, que elev¨® la orden de detenci¨®n internacional y de extradici¨®n a trav¨¦s del Ministerio de Justicia. La persecuci¨®n hab¨ªa empezado. Pero no iba a ser f¨¢cil. La polic¨ªa de Rep¨²blica Dominicana hizo vigilancias en el aeropuerto de Punta Cana coincidiendo con la llegada del hijo de Segura. En noviembre de 2021, comprobaron por primera vez que al volante del coche que recoge al menor va Segura, uno de los hombres m¨¢s buscados por todos los cuerpos antidroga espa?oles. ¡°Nos contaban que un coche de alta gama con los cristales tintados recog¨ªa al menor. Pero luego le perd¨ªan porque circulaba muy r¨¢pido¡±, explica el inspector Dar¨ªo Varela, jefe del grupo II de fugitivos de la Polic¨ªa.
El 17 de abril de 2022 se present¨® una nueva oportunidad. El menor lleg¨® al aeropuerto y, esta vez s¨ª, los polic¨ªas no perdieron de vista el Maserati de Segura y le siguieron hasta el resort de Playa B¨¢varo en el que viv¨ªa con una mujer rusa y una identidad falsa. La polic¨ªa cree que ha pasado all¨ª al menos los ¨²ltimos siete a?os. Tambi¨¦n sospechan que dirig¨ªa, desde el otro lado del Atl¨¢ntico, los negocios de droga de su familia en Catalu?a.
Pero la detenci¨®n era solo el primer paso. Hab¨ªa que lograr traerlo de vuelta a Espa?a para cumplir la sentencia por el robo del contenedor. Y hab¨ªa que actuar r¨¢pido: dispon¨ªan de 48 horas para que la Audiencia de Barcelona ¡ªel tribunal que le juzg¨®¡ª remitiese, a trav¨¦s del Ministerio de Justicia, la solicitud de extradici¨®n por los delitos de tr¨¢fico de drogas, detenci¨®n ilegal y lesiones. El grupo de Varela, la unidad de blanqueo de los Mossos dirigida por el subinspector Merino y la fiscal de cooperaci¨®n internacional de Barcelona, Ana Gil, se coordinaron para lograrlo.
Convenio bilateral
La experiencia previa no era buena. Aunque existe un convenio bilateral entre Espa?a y Rep¨²blica Dominicana, su aplicaci¨®n es de gran complejidad. El responsable de fugitivos asegura que, en los cinco a?os que lleva en el cargo, es el primero que consigue detener y extraditar. ¡°Tenemos otros casos pendientes, incluso por asesinato, y no lo hemos logrado. Hay mucha dificultad¡±, explica. Todo pudo haberse complicado si Segura se hubiese opuesto: el caso habr¨ªa ido a la Corte Suprema, que podr¨ªa haber ordenado, entre tanto, su libertad. Pero Segura, por razones que no alcanzan a comprender los implicados, acept¨® la extradici¨®n.
La Guardia Civil celebra la detenci¨®n de Segura. ¡°Es realmente uno de los tipos m¨¢s peligrosos del crimen organizado en Catalu?a¡±, explica uno de los agentes que investig¨® a la banda del puerto. La operaci¨®n dej¨® una cicatriz en el instituto armado, que se temi¨® traicionado por sus propios compa?eros. Segura cumple condena en la actualidad en centro penitenciario de Aranjuez. Este agente sospecha que ha preferido cumplir condena en una prisi¨®n madrile?a y no ser trasladado a Catalu?a porque ¡°tiene muchos amigos¡± que desear¨ªan verle, en alusi¨®n a narcotraficantes que desear¨ªan pasar cuentas por los vuelcos que llev¨® a cabo.
La ¡®banda del puerto¡¯ que sacudi¨® los cimientos policiales
La investigación de la banda del puerto de Barcelona -que lideró el fiscal Fernando Bermejo-, que capitaneaba el ahora detenido Javier Segura, supuso un terremoto en el panorma policial catalán. La pista de un grupo de narcotraficantes especializados en vuelcos (robos entre traficantes) destapó un entramado que apestaba a corrupción, con guardias civiles y policías nacionales implicados. La Audiencia de Barcelona juzgó a 23 personas, con peticiones de penas de hasta 39 años de prisión por delitos de tráfico de drogas, asociación ilícita, detención ilegal, lesiones, blanqueo de capitales, estafa y tráfico de influencias, entre otros. Finalmente, solo siete fueron condenados y todos los policías, resultaron absueltos al decretarse la nulidad de las intervenciones telefónicas. La Audiencia señaló que existía un “extraño maridaje” y “corruptelas y tratos de favor” entre policías y narcos, pero concluyó que no habían quedado “fehacientemente probados” los delitos.
Un arrepentido de la banda fue una figura clave en la investigación. El hombre, Juan Pedro Lozano, condenado por el asesinato en 2002 de dos vigilantes de Prosegur que custodiaban un furgón en Terrassa, delató a sus antiguos colegas. “Se sienten por encima del bien y del mal”, explicó en el juicio, en el que defendió que a través de sus contactos policiales le habían cargado falsamente con los dos muertos de Terrassa.
La investigación tuvo otra derivada más, y sentó en el banquillo de los acusados a un experiodista de <CF1003>El Mundo.</CF> La Fiscalía le acusó de haber publicado información falsa, a petición de los guardias civiles, y cobrando por ello, para perjudicar la investigación. La Audiencia de Barcelona le absolvió.
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