Se acab¨® cruzar Consell de Cent en l¨ªnea recta: c¨®mo cambiar el tr¨¢fico de una calle pone a prueba el modelo urbano de Barcelona
El Ayuntamiento que dirige Ada Colau aplica el primer gran cambio en el tr¨¢fico de la Superilla del Eixample, donde los coches no pueden circular m¨¢s de 100 metros seguidos
Este viernes pasar¨¢ a la historia de Barcelona como el d¨ªa en que la calle de Consell de Cent dej¨® de ser una l¨ªnea recta. La primera gran arteria del distrito del Eixample donde se aplica una severa restricci¨®n de tr¨¢fico y se remodela para hacerla m¨¢s verde y sin asfalto, ya no se puede cruzar de punta a punta. Para conseguir que tenga el m¨ªnimo de tr¨¢fico impres...
Este viernes pasar¨¢ a la historia de Barcelona como el d¨ªa en que la calle de Consell de Cent dej¨® de ser una l¨ªnea recta. La primera gran arteria del distrito del Eixample donde se aplica una severa restricci¨®n de tr¨¢fico y se remodela para hacerla m¨¢s verde y sin asfalto, ya no se puede cruzar de punta a punta. Para conseguir que tenga el m¨ªnimo de tr¨¢fico imprescindible de vecinos y repartidores, no se puede circular recto: se obliga a girar en cada esquina. Si toca calle direcci¨®n al mar, hacia abajo; si toca cruce con calle direcci¨®n monta?a, lo mismo.
Pero, para evitar un l¨ªo mayor, el gobierno de la alcaldesa Ada Colau ha dado orden a los t¨¦cnicos de dejar pasar el frenes¨ª de la hora punta para aplicar este cambio en la movilidad y el modelo urbano en el primero de los ejes de la llamada Superilla Eixample. Un plan a una d¨¦cada vista que prev¨¦ convertir en un ¡°eje verde¡± una de cada tres calles del distrito central. ¡°Donde el coche sea el invitado¡±, sintetiz¨® la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, cuando se present¨® el proyecto en verano de 2021.
Pasadas las 9.30 y con la calma, un ej¨¦rcito de empleados sin chaleco o con chaleco (pero que no son los propios de la obra) ha retirado los pl¨¢sticos de los carteles que hay en cada cruce de la calle y que indican que a partir de ahora no se puede seguir recto y hay que girar. Si se mira el plano, recuerda a la pantalla del videojuego comecocos. Adem¨¢s de Consell de Cent, el nuevo sistema afecta a tres calles perpendiculares: Rocafort, Borrell y Girona. En las intersecciones se crear¨¢n plazas.
Desde este jueves hay informadores aguantando pacientes el chaparr¨®n de los conductores de turismos, furgonetas y taxis; empleados de Bimsa (la empresa municipal de obras) con cara de susto y reconociendo que los carteles ¡°no se entienden¡±; agentes de la Guardia Urbana; y walkie talkies desde donde alguien suelta improperios... ¡°Esto es una obra pol¨ªtica, de las que hay que acabar a toda leche antes de las elecciones, solo recuerdo una histeria igual cuando hicimos la Diagonal de [el alcalde Xavier] Trias en 2015¡å, resume la situaci¨®n un trabajador con el casco y las botas de trabajo puestos.
La tardanza del corte este viernes entrada la ma?ana, el hecho de que Consell de Cent lleve a?os perdiendo tr¨¢fico (primero carril bici, luego urbanismo t¨¢ctico, ahora las obras) no ha comportado un gran foll¨®n ni quejas, m¨¢s all¨¢ de las individuales entre las ventanillas de cada veh¨ªculo. Si uno lee los labios detr¨¢s del parabrisas, la frase del d¨ªa de los conductores al girar es: ¡°Me caguen la p****¡±. De 16.000 coches antes de todas las intervenciones se ha pasado a la mitad.
¡°A ver, ?d¨®nde co?o quieren que pare?¡±, grita un repartidor que esquiva las vallas de pl¨¢stico que los t¨¦cnicos han puesto en la esquina con Pau Claris. ¡°As¨ª no se puede trabajar¡±, espeta dentro de una furgoneta un lampista que trabaja para una conocida marca de calderas. ¡°Ya van tres haciendo la pirula¡±, reconoce un agente de la Guardia Urbana que da la vuelta y camina en direcci¨®n contraria al tr¨¢fico. Los m¨¢s enfadados, taxistas y repartidores. ¡°La gente de fuera de Barcelona se r¨ªe de que esta medida en concreto y comenta que toda la ciudad est¨¢ patas arriba¡±, asegura un informador. ¡°Ochenta llevamos, una locura, d¨ªmelo a mi¡±, lamenta un empleado de Bimsa.
La Superilla ha provocado fricciones en el gobierno de coalici¨®n que comparten los comunes de Ada Colau y los socialistas de Jaume Collboni. Los primeros primeros defienden la necesidad de sacar coches del Eixample (cruzado cada d¨ªa por 300.000 veh¨ªculos) por una cuesti¨®n de salud p¨²blica y argumentan que los veh¨ªculos a motor van a poder llegar a todas partes, pero ya no ser¨¢n el modo de transporte m¨¢s r¨¢pido. El PSC, por su parte, cuestiona que se pueda ejecutar el plan completo, que prev¨¦ replicar Consell de Cent en una de cada tres calles horizontales y verticales del distrito: un total de 21.
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