Guardabosques fallecidos en acto de servicio y que las administraciones no indemnizan

Ninguna de las familias de los tres agentes forestares fallecidos -o asesinados- mientras estaban trabajando, en los ¨²ltimos a?os, en Espa?a ha recibido un c¨¦ntimo de las administraciones p¨²blicas para las que trabajaban sus allegados. Esta ausencia de indemnizaciones han indignado al australiano Sean Willmore, director general de la Fundaci¨®n The Thin Green Line -dedicada a brindar la asistencia que necesitan a guardabosques de todo el mundo - y entre 2012 y 2019 presidente de la Federaci¨®n Internacional de Rangers (IFR) que agrupa a casi a un mill¨®n de ellos. Willmore ha redactado una carta abierta en la que insta a las administraciones espa?olas a hacer ¡°lo correcto¡± tras participar el pasado octubre en el VI Congreso Estatal de Agentes Forestales y Medioambientales en la Rioja.

En los ¨²ltimos 40 a?os, 26 Agentes Medioambietales han muerto en Espa?a. Cinco fueron asesinados. Entre ellos se encuentran -Xavier Ribes de 43 a?os y David Iglesias de 39- los dos agentes forestales que fueron abatidos en Aspa (Lleida) en 2017. Los 21 restantes han perecido en incendios forestales, como Fran Santana de 54 a?os en la isla de la Palma en 2016, en accidentes de tr¨¢fico, por ca¨ªda de rocas, en accidente de helic¨®ptero, por un suicidio declarado accidente de trabajo, o ahogado como Juan Pedro Cruz-Sagredo, de 55 a?os, por la subida de un r¨ªo en Salamanca el pasado diciembre. Ninguno de los perecidos en acto de servicio en los ¨²ltimos a?os ha recibido ni un euro de las administraciones competentes, ni del Cabildo de la Palma, ni de la Generalitat, ni se espera de la Junta de Castilla y Le¨®n.

The Thin Green Line es la ¨²nica organizaci¨®n dedicada exclusivamente a dar asistencia a los guardabosques. La entidad tiene una amplia gama de programas efectivos desde Kenia a Tanzania, Costa Rica, Guatemala, Tailandia y en m¨¢s lugares del mundo. Si un guardabosques pierde la vida en el cumplimiento del deber, la entidad ayuda a garantizar que las viudas y las familias sean atendidas en el futuro.

La fundaci¨®n dona 2.000 d¨®lares a cada familia de forestales fallecidos. The Thin Green Line, cuando tuvo conocimiento que las administraciones responsables de la seguridad de los agentes fallecidos en Espa?a hab¨ªan ¡°desatendido a las familias¡±, les hicieron llegar esta cantidad. Conscientes de que esta suma no tiene el mismo impacto en un pa¨ªs pobre que en uno rico, las familias de los agentes quisieron renunciar argumentando que era la administraci¨®n quien deb¨ªa responder cuando perd¨ªa la vida un trabajador en acto de servicio y que este dinero pod¨ªa ser mucho m¨¢s ¨²til en pa¨ªses subdesarrollados. La fundaci¨®n australiana no s¨®lo hizo el pago sino que se comprometi¨® a pedir formalmente por carta a las autoridades espa?olas que fueran solidarias con las familias de su personal fallecido.

La carta empieza recordando que el a?o pasado 150 Rangers murieron en el cumplimiento del deber en todo el mundo, con poca o ninguna compensaci¨®n a las familias que dejaron atr¨¢s. Willmore sostiene que han visto la necesidad de extender su ayuda monetaria a las familias de los agentes asesinados y fallecidos en Espa?a al saber que ¡°no recibieron apoyo de sus gobiernos a pesar de ser un pa¨ªs desarrollado y con recursos econ¨®micos¡±.

¡°Ya que el mundo aspira a tener el 30% de sus tierras y aguas protegidas para 2030¡å, sigue la misiva, ¡°es importante que instemos a todas las administraciones a que garanticen que los que trabajan en la primera l¨ªnea de la protecci¨®n de la naturaleza, tambi¨¦n est¨¦n protegidos¡±. Para Willmore es primordial que cuando se pierde una vida en el cumplimiento del deber, ¡°el mundo desarrollado lidere el camino para apoyar tanto a sus guardabosques en el campo como a las familias de los asesinados o fallecidos mientras protegen nuestro medio natural, nuestro futuro¡±. Por ello pide a las administraciones espa?olas responsables de los cuerpos de agentes forestales y medioambientales a que ¡°hagan lo correcto, convirti¨¦ndose en referente en el cuidado de sus h¨¦roes de la conservaci¨®n¡±.

Esta semana se han cumplido seis a?os del doble asesinato de los agentes forestales en Aspa (Lleida) y la Generalitat sigue sin pagar la indemnizaci¨®n. La Audiencia la fij¨® en 1.077.000 euros, pero como el asesino se declar¨® insolvente s¨®lo cobraron 300.000 euros del seguro del cazador. Tras finalizar la v¨ªa penal presentaron una reclamaci¨®n patrimonial a la Generalitat pidiendo la cuant¨ªa que les faltaba. En septiembre de 2020 la comisi¨®n jur¨ªdica asesora concluy¨® que el da?o sufrido por los agentes en una inspecci¨®n de caza ¡°se debi¨® a la intervenci¨®n determinante de un tercero -el cazador- ajeno al funcionamiento del servicio p¨²blico¡± y que era ¡°un evento lesivo muy dif¨ªcil de prevenir¡±, negando la ¡°relaci¨®n causa-efecto¡± que implicar¨ªa una responsabilidad. Agricultura se opuso a la demanda y el abogado de las familias, Pau Simarro, recurri¨® a la Sala del Contencioso Administrativo del TSJC. Todav¨ªa no se ha dictado sentencia.

Manel Vidal, exrepresentante sindical de CCOO, asegura que ¡°las reclamaciones no son solo de la indemnizaci¨®n econ¨®mica que permita a los hu¨¦rfanos cursar los estudios que podr¨ªan haber hecho con sus padres vivos¡±, tambi¨¦n hay ¡°una necesidad de reconocimiento por parte de la administraci¨®n que les estaba mandando a hacer un trabajo sin las medidas preventivas necesarias¡±. ¡°Cada uno de ellos, estaban haciendo su trabajo como se les hab¨ªa ordenado y no regresaron a sus casas¡±, lamenta.

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