Preocupaciones municipales

?Qui¨¦n ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones municipales en Barcelona? Los sondeos auguran una carrera muy re?ida y una foto finish de infarto con hasta cuatro vencedores virtuales. Algunas obviedades son seguras: la cifra m¨¢gica de 21 concejales (l¨¦ase mayor¨ªa absoluta) no est¨¢ al alcance de ninguna candidatura, y la vara de alcalde o alcaldesa recaer¨¢ en quien tenga mayor habilidad para tejer pactos. Una vez superada definitivamente la pol¨ªtica de bloques, entre los cuatro vencedores potenciales casi todo es posible: si ganan los comunes, podr¨ªan pactar con Esquerra y/o reeditar su pacto con el PSC, con el permiso de Jaume Collboni; si gana el PSC, podr¨ªa pactar con Esquerra y/o con Junts, pero tambi¨¦n reincidir con la formaci¨®n de Ada Colau; si gana Junts, podr¨ªa pactar con Esquerra y/o con el PSC; y si gana Esquerra, podr¨ªa pactar con cualquiera de los otros tres partidos.

Tan o m¨¢s interesantes que los resultados que auguran los sondeos preelectorales son las preocupaciones de los ciudadanos llamados a pronunciarse en las urnas. En una encuesta de opini¨®n publicada recientemente en un diario barcelon¨¦s se constataba el deshinche del tema procesista: el encaje de Catalu?a en Espa?a solo preocupa al 6,5% de los barceloneses. Peor para el procesismo fueron los resultados de la segunda oleada del bar¨®metro municipal publicados el pasado mes de diciembre: en aquel entonces solo el 0,4% de los entrevistados consider¨® que ese encaje sea el problema m¨¢s grave que tienen la ciudad de Barcelona en estos momentos. Al parecer, tanto Trias como Maragall han tomado nota, y ninguno de los dos ¨Cpero muy especialmente Trias, viniendo del partido que viene¨C ha optado por enarbolar la estelada.

La bandera que s¨ª han izado los partidos en esta legislatura es la de la lengua, y buena prueba de ello es el precipitado paquete de 68 medidas en favor del catal¨¢n aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona el pasado mes de febrero. En este caso, la adhesi¨®n de ciertos partidos al discurso de la ¡°emergencia ling¨¹¨ªstica¡± no coincide precisamente con las inquietudes de los ciudadanos. En la encuesta del diario barcelon¨¦s citada, la lengua ni siquiera aparece en la lista de preocupaciones, que encabezan la vivienda, la inseguridad y la suciedad en las calles; en el bar¨®metro de diciembre, ni una sola de las 800 persones entrevistadas se refiri¨® a la lengua como el problema m¨¢s grave de Barcelona. (En ese bar¨®metro, la inseguridad, la limpieza y la vivienda tambi¨¦n se repart¨ªan el podio.)

Donde s¨ª hay problemas graves con la lengua es en los municipios franceses que han visto negada la mera posibilidad de utilizar oralmente el catal¨¢n en los plenos. Por m¨¢s que intelectuales catalanes tan insignes como Salvador Card¨²s sigan hablando de una ¡°mal disimulada voluntad de genocidio ling¨¹¨ªstico¡± por parte de Espa?a (¡°El retorn d¡¯una vella, coneguda olor¡±, Ara, 1/5/2023), en lo que se refiere a la protecci¨®n de las llamadas lenguas regionales o minoritarias el contraste entre el estado de las autonom¨ªas espa?ol y la Rep¨²blica Francesa es sideral.

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