El m¨®vil es el objeto m¨¢s robado en las calles de Catalu?a, con 192 denuncias al d¨ªa

¡°Me han robado el tel¨¦fono dos veces¡±, explica una empleada de un establecimiento de u?as en Barcelona. Una de las turistas que est¨¢ de paso en la ciudad escucha atenta. ¡°Iba en bicicleta, no pude hacer nada¡±, a?ade, sobre el ¨²ltimo tir¨®n que la dej¨® de nuevo sin uno de esos aparatos que rigen la vida de la mayor¨ªa de las personas. El m¨®vil es el objeto m¨¢s robado en las calles de Catalu?a, con 192 denuncias de media al d¨ªa, seg¨²n los datos de los Mossos d¡¯Esquadra, m¨¢s de la mitad en la capital catalana. En la mayor¨ªa de los casos, la persona ni se da cuenta, y solo un peque?o porcentaje (18%) se roban de manera violenta. La cifra no contempla los terminales que los ladrones se llevan cuando entran en una casa.

Todo el mundo se dedica al robo de m¨®viles, explican fuentes policiales. Desde el oportunista, que aprovecha el momento y coloca despu¨¦s el tel¨¦fono a quien puede, con una m¨ªnima capacidad para desbloquearlo, hasta los los grupos criminales profesionales. En una de sus ¨²ltimas operaciones, los Mossos d¡¯Esquadra detuvieron a siete personas que usaban tres pisos como punto de receptaci¨®n. En el interior de los domicilios ubicados en Barcelona, la polic¨ªa catalana hall¨® 224 tel¨¦fonos, que sospechan que fueron arrebatados a sus leg¨ªtimos due?os a trav¨¦s de hurtos o robos violentos. En ese caso, las investigaciones dibujan una ruta que suele acabar en Marruecos, donde los tel¨¦fonos tienen una nueva vida.

Los datos indican que los tel¨¦fonos m¨®viles, convertidos en smartphone y con precios que no paran de aumentar, son desde hace tiempo un objeto codiciado. En 2019, la etapa prepand¨¦mica, los robos tocaron techo, con 236 denuncias al d¨ªa. La covid supuso un frenazo en seco de todo, tambi¨¦n de la delincuencia, y desde entonces poco a poco se ha recuperado la normalidad. A efectos estad¨ªsticos, la polic¨ªa catalana considera 2023 como el primer a?o normal. De enero a agosto, los datos indican que se denunciaron el robo de 46.089, un 18,8% menos que el mismo periodo de 2019, pero un 4,4% m¨¢s comparado con 2022. El 80% (37.688) se robaron sin que la persona se diese cuenta, en un descuido, o fruto de la destreza de los ladrones. El resto son robos violentos (8.401), con unas 35 denuncias al d¨ªa.

Muchos de los ladrones han encontrado en los patinetes y los carriles bici de Barcelona su mejor aliado. Sigilosos, se acercan a la persona que lleva el tel¨¦fono en el mano, o en la oreja, se lo arrebatan sin apenas dejar margen de reacci¨®n, y huyen a toda velocidad hasta perderse en la ciudad. Fuentes policiales explican que todav¨ªa persisten los expertos que act¨²an en el transporte p¨²blico, con situaciones en las que la v¨ªctima no se percata de que le han robado hasta que los cascos que ten¨ªa conectados al aparato dejan de reproducir la m¨²sica de Spotify porque el m¨®vil ya est¨¢ demasiado lejos. Incluso los hay que esperan el pitido del cierre de las puertas del vag¨®n para arrancar el tel¨¦fono de las manos de su v¨ªctima y saltar a tiempo del tren, que se aleja con el due?o leg¨ªtimo desnortado, tratando de entender lo que ha ocurrido.

Los Mossos d¡¯Esquadra han reforzado la lucha contra los ladrones multirreicidentes, muchos de ellos dedicados a sustraer de m¨®viles, con planes espec¨ªficos. El a?o pasado detuvieron a un 4,9% m¨¢s de autores de robos violentos de m¨®viles (787) que en 2019, a pesar de que el delito disminuy¨® un 26% en ese mismo periodo. En cuanto a los hurtos, los arrestos se mantuvieron estables comparados con la prepandemia (773, un 1,4% m¨¢s) cuando hubo 17% m¨¢s de denuncias, y han aumentado de manera muy notable en comparaci¨®n con el a?o pasado, con un 27,8% de detenidos (773) frente al 5,3% m¨¢s de denuncias.

Los receptadores son otro de los elementos clave en el entramado. La Guardia Civil recuper¨® en una operaci¨®n el a?o pasado m¨¢s de 1.000 tel¨¦fonos m¨®viles robados, listos para ser enviados Marruecos. El origen de la investigaci¨®n fue un veh¨ªculo en el puerto de Tarifa (C¨¢diz) que estaba a punto de embarcar hacia el pa¨ªs vecino. En la investigaci¨®n, los agentes descubrieron una nave industrial, con cientos de tel¨¦fonos en pal¨¦s, que proven¨ªan de diversas localidades espa?olas, entre ellas Barcelona. Fuentes policiales aseguran que tambi¨¦n han detectado procesos mucho menos sofisticados, en los que el m¨®vil acaba a la venta en Wallapop, o en tiendas de telefon¨ªa m¨®vil.

Cuando el marido de la turista que se acicala en una tienda de u?as de Barcelona la recoge, ella le cuenta todo lo que ha escuchado sobre la seguridad en Barcelona, que no dista de lo que ocurre en otras grandes ciudades europeas. ?l confirma que ya est¨¢n avisados. ¡°Hemos dejado todo en el hotel. Ni joyas ni relojes, ni nada¡±, dice. A lo que ella objeta: ¡°Ya, pero por la calle es inevitable ir con el m¨®vil, mirando Google Maps para llegar a los sitios¡±.

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