La amnist¨ªa, un debate invisible en Catalu?a

¡°La gente est¨¢ quemada. Y decepcionada con los pol¨ªticos¡±. Habla Manel, detr¨¢s de la barra de ETC, la cafeter¨ªa que hace 20 a?os regenta con su mujer en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona). Esa es su explicaci¨®n sobre qu¨¦ esconde el silencio bajo el que ha desaparecido el debate de la amnist¨ªa en Catalu?a, justo lo contrario del enconamiento que se vive en el resto de Espa?a. Este municipio, de 10.000 habitantes, salt¨® a las portadas en 2018 a ra¨ªz de los...

¡°La gente est¨¢ quemada. Y decepcionada con los pol¨ªticos¡±. Habla Manel, detr¨¢s de la barra de ETC, la cafeter¨ªa que hace 20 a?os regenta con su mujer en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona). Esa es su explicaci¨®n sobre qu¨¦ esconde el silencio bajo el que ha desaparecido el debate de la amnist¨ªa en Catalu?a, justo lo contrario del enconamiento que se vive en el resto de Espa?a. Este municipio, de 10.000 habitantes, salt¨® a las portadas en 2018 a ra¨ªz de los rifirrafes entre independentistas y contrarios a la secesi¨®n por los lazos amarillos con que se llen¨® la carretera a la cercana prisi¨®n de Lledoners, donde estaban recluidos la mayor¨ªa de los l¨ªderes del proc¨¦s. Sant Joan se convirti¨® en el epicentro de ese s¨ªmbolo ¡°antirrepresivo¡± y ahora atestigua, con los lazos deste?idos y deshaci¨¦ndose en las cercas, la invisibilidad de un tema que condiciona el futuro de la legislatura.

La pareja ha vivido los ¨²ltimos a?os del proc¨¦s desde una tribuna privilegiada. La cafeter¨ªa est¨¢ delante del instituto Quercus, cuyas puertas acristaladas la polic¨ªa tumb¨® a porrazos para incautarse de las urnas en el refer¨¦ndum ilegal de 2017 y donde un manifestante le lanz¨® una silla a un agente (pact¨® una pena de nueve meses de prisi¨®n). Testigos de mil y una tertulias pol¨ªticas, ambos han servido comidas y caf¨¦s a abogados, activistas, periodistas y hasta al propio Jordi Turull al volver de uno de sus permisos penitenciarios. Ese traj¨ªn se acab¨® con los indultos, pero el apasionamiento de anta?o tampoco es el mismo, ni siquiera con el debate de la amnist¨ªa, de la que Manel dice estar a favor porque cree que debe servir ¡°para poder negociar en igualdad de condiciones¡±.

Esa supuesta falta de entusiasmo en torno a la amnist¨ªa en Catalu?a se sit¨²a entre la paradoja y la obviedad. Seg¨²n una encuesta de 40Db. realizada en Catalu?a para EL PA?S a finales de agosto, un 60% de los encuestados se mostr¨® favorable a la ¡°desjudicializaci¨®n como parte de un acuerdo de investidura¡±. Ese porcentaje est¨¢ en Madrid 20 puntos porcentuales por debajo y llega a m¨ªnimos significativos del 36% en Andaluc¨ªa o el 33% en Castilla y Le¨®n. Pero m¨¢s all¨¢ de esas estad¨ªsticas, como se?ala un dirigente patronal, ese distanciamiento podr¨ªa tener que ver con que ¡°mucha gente ya lo da por hecho¡±. Otra voz autorizada del mundo econ¨®mico tiene otra versi¨®n: ¡°A estas alturas la gente ya est¨¢ saturada¡±. ¡°La gente lo ve como un acto de normalidad¡±, dice otro.

Si hay m¨¢s calma en Catalu?a es porque la acci¨®n de la justicia descabez¨® el proceso independentista¡±

?lex Ramos, vicepresidente de Societat Civil Catalana

¡°Hay m¨¢s debate del que parece¡±, disiente ?lex Ramos, vicepresidente de Societat Civil Catalana (SCC). La entidad constitucionalista ha convocado el 8 de octubre una manifestaci¨®n en el paseo de Gr¨¤cia barcelon¨¦s para intentar aflorar el rechazo ciudadano transversal que, defiende, existe contra lo que considera una maniobra ¡°fr¨ªvola¡± del presidente del Gobierno para mantenerse en el poder. Ramos carga contra los indultos y las modificaciones del C¨®digo Penal sacados adelante por el actual Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez. ¡°No es cierto que haya m¨¢s calma en Catalu?a por esas medidas, y si la hay es gracias a que la acci¨®n de la justicia descabez¨® el proceso separatista y que S¨¢nchez quiere ahora borrar¡±, asevera.

Esa movilizaci¨®n contrasta con el mutismo de un independentismo que lleva varias diadas pidiendo, entre otras exigencias, la amnist¨ªa. En 2019, ?mnium Cultural s¨ª lanz¨® una campa?a espec¨ªfica, Absoluci¨®n y amnist¨ªa, y en su manifiesto a favor del perd¨®n firmaron, entre otros, el exentrenador del Bar?a Pep Guardiola y el exconsejero socialista Antoni Castells. Pero han pasado cuatro a?os, ya se han dado otros pasos evidentes para el deshielo en las relaciones entre la Generalitat y La Moncloa y la movilizaci¨®n independentista parece ir a la baja. No solo por la reducci¨®n de asistentes a la manifestaci¨®n de la Diada de hace dos semanas: ERC, Junts y la CUP perdieron 920.000 votos en las ¨²ltimas elecciones generales, pese a ser ahora imprescindibles para la reedici¨®n del Gobierno de PSOE y Sumar.

Un financiero m¨¢s pr¨®ximo al PP que al nacionalismo catal¨¢n explicaba el jueves que durante esta semana ha asistido a tres eventos multitudinarios en Barcelona y, sin embargo, los planes que negocian los partidos independentistas con el equipo de S¨¢nchez no han estado en ninguna de las conversaciones en las que ha participado. Tampoco el expresident fugado a B¨¦lgica, Carles Puigdemont. Otros confirman ese mismo mutismo sobre el tema en las dos juntas directivas celebradas este mes en la patronal Foment del Treball, instituci¨®n muy activa en el momento de la aprobaci¨®n de los indultos. Aunque el mutismo tambi¨¦n est¨¢ condicionado ahora por las palabras del jefe de la CEOE, Antonio Garamendi, que esta semana ha dicho no estar a favor de la medida por inconstitucional, lo que podr¨ªa acallar a la patronal catalana para evitar dar la imagen de divisi¨®n interna. Tampoco ha entrado todav¨ªa en el debate el C¨ªrculo de Econom¨ªa, que en 2020 se mostr¨® a favor de los indultos e incluso de la supresi¨®n de la sedici¨®n, aunque criticaba las formas aceleradas con las que se hicieron los cambios legales, algo similar a lo que recuerdan ahora algunas personas consultadas. La aprobaci¨®n de una amnist¨ªa acelerada s¨ª que levanta ampollas en algunos consultados que igualmente la defienden: ¡°El origen es complicado, porque lo hacen porque quieren unos votos y da la sensaci¨®n de que en la pol¨ªtica espa?ola hay poco convencimiento de que es necesario hacerlo¡±.

No se trata solo de una cuesti¨®n de discusiones p¨²blicas o privadas en los despachos y los pasillos del poder. El jueves, en un grupo de WhatsApp, un catal¨¢n que reside en Madrid comparti¨® a primera hora de la ma?ana las portadas de La Vanguardia y El Peri¨®dico, cabeceras de referencia en Barcelona. Ninguna de las dos recog¨ªa una intervenci¨®n en Nueva York de Pedro S¨¢nchez en la que pr¨¢cticamente abri¨® las puertas a la amnist¨ªa tras cerrarlas en el pasado. Todos los diarios con sede en la capital espa?ola recog¨ªan su posici¨®n con grandes titulares. ¡°O llevo mucho tiempo en Madrid o hay algo que se me escapa, para que no lleven nada de las declaraciones de S¨¢nchez¡±, ven¨ªa a decir en un par de mensajes la misma persona que envi¨® las dos capturas de pantalla. La respuesta de una de las integrantes del chat, residente en Barcelona, da buena idea de c¨®mo se vive el debate: ¡°?Sobre la amnist¨ªa? No s¨¦ por qu¨¦, pero me da que es un tema que importa m¨¢s fuera que dentro de Catalu?a. A mi alrededor, al menos, nadie habla de eso¡±.

¡°Se habla entre poco y nada¡±, coincide Camil Ros, secretario general de UGT en Catalu?a, en una opini¨®n que choca con la de Javier Pacheco, su par en CC OO: ¡°En el sindicato s¨ª se habla y forma parte de los informes de an¨¢lisis de situaci¨®n, pero lo vemos como la forma definitiva de abandonar el proc¨¦s¡±. Pese al ruido que llega de Madrid, donde el PP ha convocado un acto para este domingo con los expresidentes Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Mariano Rajoy ¡ªy aprovecha las brechas en el PSOE para apelar al transfuguismo de cara al debate de investidura de Alberto N¨²?ez Feij¨®o¡ª para mostrar su rechazo a la medida, en Catalu?a la amnist¨ªa se entiende como un paso m¨¢s en la desjudicializaci¨®n del proc¨¦s y no ha suscitado ni de lejos el inter¨¦s de los indultos que beneficiaron a los l¨ªderes independentistas ni la modificaci¨®n del C¨®digo Penal con la reforma de la malversaci¨®n. Ese silencio se explica quiz¨¢s por un deseo de acabar con ¡°una matraca permanente¡±, como la define Joaquim Coello.

Acabemos ya, que haya un Gobierno y que el pa¨ªs funcione¡±

Joaquim Coello, empresario

Coello fue una de las cuatro personas (junto a Emilio Cuatrecasas, Juan Jos¨¦ L¨®pez Burniol y Marian Puig) que en 2017 buscaron en el PNV una intermediaci¨®n que frenara las intenciones del Govern de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras de declarar la independencia. Con una dilatada carrera, tambi¨¦n cerca de la Administraci¨®n, el exdirectivo mantiene una tupida red de contactos y asegura que entre la mayor¨ªa de los empresarios que conoce, la amnist¨ªa no es ning¨²n problema, sino una soluci¨®n que incluso beneficiar¨¢ al PP cuando gobierne por mucho que ¡°sus votantes piensen que se est¨¢ rompiendo Espa?a¡±. En resumen, asume la amnist¨ªa al independentismo como una m¨¢s de las que ha habido a lo largo de la historia de Espa?a. ¡°Acabemos ya, que haya un Gobierno y que el pa¨ªs funcione¡±, dice con cierto hartazgo.

¡°El debate sobre la amnist¨ªa en Catalu?a ya lo tuvimos tras el juicio al proc¨¦s¡±, defiende Dani Villala¨ªn, portavoz de la plataforma Amnistia i Llibertat, recordando c¨®mo en 2021 esa plataforma, junto a ERC, Junts, PDeCAT y CUP presentaron un texto de ley de perd¨®n ante el Congreso, que fue rechazado por su supuesta inconstitucionalidad. ¡°La amnist¨ªa es parte de ese gran consenso sobre que hay que darle una respuesta pol¨ªtica y democr¨¢tica al conflicto¡±, asegura, recordando que en su d¨ªa presentaron 200.000 firmas en apoyo al perd¨®n que, seg¨²n ?mnium, podr¨ªa llegar a 1.432 personas que seg¨²n sus c¨¢lculos, han sido ¡°juzgadas, condenadas e investigadas¡± por cuestiones relacionadas con el proc¨¦s. ¡°Es el momento de dejar a los partidos negociar y hacerlo con discreci¨®n¡±, reclama.

Volviendo a la barra del ETC, Manel espera que la negociaci¨®n que parece monopolizar ahora Junts ¡°sea m¨¢s exitosa¡± que la de ERC, a quienes acusa de ¡°haberse bajado los pantalones¡±. ¡°Quiero creer que puede ser que llegue una soluci¨®n, o me llevar¨¦ otra decepci¨®n¡±, confiesa. Y espera la jubilaci¨®n para irse a un sitio donde no le ¡°desplumen¡± a impuestos.

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