Carta abierta a Carles Puigdemont

Tenemos, catalanes y espa?oles, una gran oportunidad que circunstancias aleatorias han hecho posible. Si se llegara a un acuerdo que permitiera gobernar al PSOE y a Sumar con el apoyo de partidos perif¨¦ricos,?habr¨ªa?una posibilidad de transformar nuestro equilibrio parlamentario con el apoyo pol¨ªtico que la periferia precisa, desde Huelva a Portbou y del Mi?o a Hendaya.

Nuestra poblaci¨®n y riqueza, turismo, agricultura e industria, est¨¢n en la costa y el valle del Ebro. La estructura centralista del Estado no encaja con esta realidad. Tenemos la oportunidad de modificarla si ERC y Junts hacen posible un Gobierno que se plantee llevar a cabo esta transformaci¨®n. Para ello, es preciso un acuerdo PSOE-Junts en base a las cuestiones que plantea este partido, pero dentro de la Constituci¨®n. Es seguro que ERC lo apoyar¨ªa.

Las cuestiones que plantea Junts son una amnist¨ªa, una nueva estructura para la financiaci¨®n de la Generalitat y resolver ciertas urgencias catalanas que el tiempo ha ido convirtiendo en cr¨ªticas.

Amnist¨ªa. En Catalu?a hay cientos de personas con causas pendientes de resoluci¨®n judicial por cuestiones menores derivadas de los des¨®rdenes p¨²blicos de las protestas independentistas, de acciones de miembros del Gobierno catal¨¢n de trascendencia secundaria y que no dar¨ªan lugar a sentencias que implicaran el ingreso en prisi¨®n de los condenados. Una amnist¨ªa o un indulto amplio resolver¨ªa un problema que contamina a diario a la sociedad catalana. Las cuestiones referidas a las personas exiliadas quedar¨ªan excluidas de esta amnist¨ªa. Precisan un tratamiento espec¨ªfico. No hay que resolverlo todo ahora.

Refer¨¦ndum. Catalu?a?est¨¢?regida por un Estatuto que no han votado los catalanes. Fue modificado por el Tribunal Constitucional y no sometido de nuevo a refer¨¦ndum. Empecemos por reformar el Estatuto actual en la pr¨®xima legislatura y volv¨¢moslo a someter a votaci¨®n de la ciudadan¨ªa. Tres ¨¢reas a modificar:

a) Las competencias en lengua y cultura, exclusivas de la Generalitat.

b) El sistema de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas ha de ser modificado. Pero no a partir del origen, sino del crecimiento que el PIB nacional y la recaudaci¨®n fiscal suponga. El crecimiento de los fondos destinados a las comunidades aut¨®nomas se repartir¨¢ con el criterio de ordinalidad: nadie que aporte de acuerdo con un orden por autonom¨ªa recibir¨¢ fondos sobre o por debajo de esa ¡°ordinalidad¡±. El sistema tiene la ventaja de que nadie pierde, pero, ciertamente, los m¨¢s retrasados (Baleares) mejoran m¨¢s que los ahora m¨¢s favorecidos, a partir del crecimiento de la econom¨ªa.

c) Crear para Catalu?a una Agencia Tributaria compartida entre el Gobierno de Espa?a y la Generalitat. Ser¨¢ un elemento importante para generar confianza mutua. Nos hace falta¡­

Las urgencias: Cercan¨ªas. Han estado infrafinanciadas en los ¨²ltimos 10 a?os. Esta es la principal raz¨®n de las incidencias permanentes de la red. La Generalitat pide su gesti¨®n; es un regalo ¡°envenenado¡±, pero el Estado deber¨ªa cederlo. El corporativismo de los sindicatos ferroviarios no es ajeno al problema, pero que lo gestione quien pretende poderlo hacer m¨¢s eficazmente, la Generalitat. Para no caer en la eterna disputa de si las inversiones se hacen en tiempo y forma, el Gobierno de Espa?a pondr¨ªa el monto total de la inversi¨®n ¡°retrasada¡± a disposici¨®n de la Generalitat y que esta pidiera una encomienda de gesti¨®n al Estado para ejecutarla. Los retrasos ser¨¢n responsabilidad exclusiva de la Generalitat; no hay que olvidar que esta es tambi¨¦n Estado. Barcelona precisa un tercer t¨²nel ferroviario que una el Norte con el Sur; esta ser¨ªa una de las mayores prioridades de inversi¨®n.

Aeropuerto de Barcelona. Hacer un split ?de Aena en dos sociedades con id¨¦ntico socio privado, 49%, y diferente socio p¨²blico, 51%. En el caso de los aeropuertos espa?oles, Aena tendr¨ªa el 51% del Gobierno de Espa?a y para los aeropuertos catalanes la Generalitat es quien controlar¨ªa este 51%. Los socios privados no ven afectada la rentabilidad de su inversi¨®n, y la Generalitat recoge una responsabilidad reiteradamente demandada. Es dif¨ªcil imaginar que este sistema funcione con menor eficacia que el actual. El aeropuerto de Barcelona no puede seguir creciendo; precisa repartir tr¨¢fico con Girona y Reus y tener una pista larga para poder volar directamente a destinos a m¨¢s de 10.000 kil¨®metros sin escalas. Europa tiene ya en el Sur un nudo que es Madrid, no precisa otro en Barcelona. Conviene no equivocarse.

Esta es la carta que yo enviar¨ªa a Carles Puigdemont, remarcando que no puede hacer un planteamiento que resulte para el PSOE de imposible aceptaci¨®n. Los grados de libertad de este partido no son infinitos y por supuesto deben estar dentro de la Constituci¨®n.

Su responsabilidad es trascendente; si fracasa la negociaci¨®n, ser¨¢ un da?o grave para ¨¦l, su partido, Catalu?a y, desde luego, Espa?a.

El estadista europeo m¨¢s importante del siglo XX, Winston Churchill, se equivoc¨® como primer Lord del Almirantazgo en 1915 con la ofensiva de Gal¨ªpoli y en 1925 como canciller del Exchequer con la vuelta al patr¨®n oro, pero acert¨® como primer ministro con la continuaci¨®n de la guerra en junio de 1940 en circunstancias especialmente dif¨ªciles para el Reino Unido. Sus fracasos se han olvidado, pero su acierto lo ha convertido en una figura pol¨ªtica para la historia.

President Puigdemont, no olvide la lecci¨®n¡­ Usted tambi¨¦n se equivoc¨®, ahora puede acertar.