¡®Aquella Eterna Admiraci¨®n¡¯, la vida y la amistad de Victoria de los ?ngeles y Alicia de Larrocha
El Palau Robert acoger¨¢ la exposici¨®n que conmemora el centenario del nacimiento de las m¨²sicas catalanas hasta enero de 2024
¡°Aquella Eterna Admiraci¨®n¡±, la exposici¨®n por el centenario del nacimiento de la pianista Alicia de Larrocha y la soprano ...
¡°Aquella Eterna Admiraci¨®n¡±, la exposici¨®n por el centenario del nacimiento de la pianista Alicia de Larrocha y la soprano Victoria de los ?ngeles (nacidas ambas en 1923, la primera en mayo y la segunda en noviembre) se ha inaugurado este martes en el Palau Robert de Barcelona, donde se podr¨¢ visitar hasta enero del pr¨®ximo a?o. La muestra narra la vida de dos de las m¨²sicas catalanas m¨¢s galardonadas y c¨®mo superaron los prejuicios sociales y econ¨®micos de la ¨¦poca para situarse en lo m¨¢s alto de la escena internacional. Con la participaci¨®n del Departamento de Cultura de la Generalitat y dirigida por Pep Gorgori, la exposici¨®n ha contado con el asesoramiento de la Fundaci¨®n Victoria de los ?ngeles y la Asociaci¨®n Alicia de Larrocha, presidida por la hija de la pianista.
¡°Con estas flores va mi gran cari?o y esa eterna admiraci¨®n por tu arte y tu fuerza de voluntad¡±, esta nota y un ramo de flores fue la felicitaci¨®n de Victoria de los ?ngeles a Alicia de Larrocha por su victoria en un importante concurso en 1989. La frase, de la que procede el t¨ªtulo de la exposici¨®n, es tambi¨¦n el punto de partida hacia la vida de dos mujeres, que pese a haber nacido en la misma ciudad y el mismo a?o, por sus diferentes or¨ªgenes parec¨ªan no estar destinadas a conocerse, hasta que la m¨²sica junt¨® sus caminos. ¡°Aunque sus trayectorias por separado puedan llenar m¨¢s de una exposici¨®n, cre¨ªamos que era imprescindible hacer una conjunta que no solo reflejara sus vidas, sino tambi¨¦n la amistad que las un¨ªa¡±, ha se?alado Gorgori, el comisario de la exposici¨®n.
Entre ¡°las bambalinas del teatro¡± y al ritmo de una grabaci¨®n conjunta del a?o 1964, el espectador empieza el recorrido por las muchas luces y algunas sombras de la vida de dos artistas que llenaron las salas de conciertos de Europa, EE UU, Australia y parte de Latinoam¨¦rica, y batieron los r¨¦cords de premios y ventas de la m¨²sica cl¨¢sica del momento.
La exposici¨®n comienza en la Barcelona de 1942, cuando tras ganar un concurso Victoria tiene la oportunidad de hacer una grabaci¨®n profesional en la radio. La pianista ser¨ªa Alicia.
A partir de este momento, la escenograf¨ªa de Rafael R. Villalobos recrea todos los espacios fundamentales de sus vidas, desde los m¨¢s cotidianos a los m¨¢s glamurosos. El kimono de Butterfly, el traje de Mim¨ª en La Boh¨¨me o el de Elizabeth en Tannahauser son algunos de los trajes de Victoria que se pueden admirar junto a los vestidos que Alicia usaba en los recitales. Adem¨¢s, el espectador podr¨¢ visitar el camerino donde encontrar¨¢ las joyas, el maquillaje, los billetes de tren e incluso la tarjeta de El Corte Ingl¨¦s de Victoria. Junto a ellos sus diarios ¨ªntimos, cuyos fragmentos se reflejan en la pantalla colocada a modo de espejo.
El cuarto de ensayo de Alicia, la sala sobre sus vidas personales (con grabaciones familiares), la recreaci¨®n de un avi¨®n simbolizando el que fue su hogar durante las giras internacionales, o el estudio de grabaci¨®n donde se encontrar¨¢n los discos y cintas originales, son pinceladas de cotidianidad que la exposici¨®n alterna con una l¨ªnea temporal.
Desde 1947 cuando, marcadas por la posguerra espa?ola, se reencontraron en Ginebra, hasta 1993 en el Auditorio Nacional en Madrid con su ¨²ltima actuaci¨®n conjunta, las marcas temporales reflejan los momentos de esplendor y glamour de sus carreras y llevan al espectador hacia el final de la muestra: las sombras. La carta de Alicia a Victoria cuando por motivos de salud mental esta ¨²ltima se despidi¨® de sus amistades y de los escenarios o la radiograf¨ªa de el dedo roto de la pianista. Tambi¨¦n, algunos de los objetos que se pueden observar en las ¨²ltimas salas dedicadas al final de sus trayectorias y al gran legado que han dejado para la posteridad.
Pese a todo, la amistad que comenz¨® en un estudio de radio en los a?os cuarenta trascendi¨® el milenio y en septiembre del 2000 grabaron juntas algunas canciones de Toldr¨¢. La muerte de la soprano en 2005 impidi¨® que el proyecto completo viera la luz. Sin embargo, cumplieron su objetivo de tocar juntas una vez m¨¢s y juntas las podemos escuchar en la ¨²ltima canci¨®n que grabaron, Can?o de Comiat .
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