Un pacto capital para Puigdemont, su entorno y su partido
El ¡®expresident¡¯ tiene muy complicado dar marcha atr¨¢s, tras ignorar a un sector del independentismo y con varias amenazas judiciales sobre su c¨ªrculo cercano
Carles Puigdemont apura los plazos de la negociaci¨®n para la investidura de Pedro S¨¢nchez mientras hace equilibrios para mantener abierta la ventana de oportunidad que le dio el resultado electoral del 23-J. En la recta final de esa negociaci¨®n, el expresidente catal¨¢n, que se march¨® a B¨¦lgica en 2017 para evitar ser juzgado, trata de ...
Carles Puigdemont apura los plazos de la negociaci¨®n para la investidura de Pedro S¨¢nchez mientras hace equilibrios para mantener abierta la ventana de oportunidad que le dio el resultado electoral del 23-J. En la recta final de esa negociaci¨®n, el expresidente catal¨¢n, que se march¨® a B¨¦lgica en 2017 para evitar ser juzgado, trata de ara?ar protagonismo y contrarrestar los logros que ya ha alcanzado Esquerra Republicana (ERC) en materia de financiaci¨®n o con el traspaso de los trenes de la red de Rodalies. Puigdemont ha puntualizado que se deben ensanchar los t¨¦rminos de la amnist¨ªa y meter bajo el paraguas del carpetazo judicial a personas de su c¨ªrculo de confianza, pero lo hace moderando el tono para no hacer descarriar un pacto que supone poder abrir una sucesi¨®n de puertas en cadena. Si hay apret¨®n de manos con el PSOE, al expresident se le allana el camino para regresar a Espa?a, se revitaliza su figura como negociador, y su partido gana ox¨ªgeno en un momento en el que tiene escasas cuotas de poder. Las elecciones auton¨®micas en Catalu?a est¨¢n previstas para febrero de 2025.
A finales de enero de 2018, unas c¨¢maras de televisi¨®n en Lovaina (B¨¦lgica) lograron grabar una retah¨ªla de mensajes que el exconsejero de Sanidad catal¨¢n, Toni Com¨ªn, tambi¨¦n en B¨¦lgica para evitar ser juzgado por el Tribunal Supremo, le¨ªa en la pantalla de su tel¨¦fono m¨®vil. Era una reflexi¨®n, escrita con marcado tono pesimista, que le enviaba Carles Puigdemont. El expresident lamentaba que sus propios compa?eros independentistas lo hubieran ¡°sacrificado¡± y daba el proc¨¦s por sentenciado. Casi seis a?os despu¨¦s de aquella filtraci¨®n, Puigdemont ha pilotado la negociaci¨®n de Junts Per Catalunya para investir a Pedro S¨¢nchez y ha querido dilatar el acuerdo con el PSOE alegando que la amnist¨ªa no puede comportar sacrificios dentro del independentismo. ¡°No dejaremos a ning¨²n soldado tirado. No haremos una amnist¨ªa para vips¡±, aseguraba este viernes Jordi Turull, secretario general de Junts, en un mensaje enviado a la ejecutiva del partido. Puigdemont defiende que en ning¨²n caso antepone una ¡°soluci¨®n personal¡±, pero act¨²a condicionado por las causas que penden sobre personas muy pr¨®ximas a ¨¦l. Es el caso de su asesor Josep Llu¨ªs Alay, acusado de malversaci¨®n, o del exconsejero de Interior Miquel Buch y del agente de los Mossos que ha prestado servicios de escolta al expresident en B¨¦lgica. Los dos ¨²ltimos fueron condenados a penas de cuatro a?os de c¨¢rcel por prevaricaci¨®n y malversaci¨®n.
Puigdemont ha trasladado a su entorno que tambi¨¦n ser¨ªa conveniente exonerar a su abogado Gonzalo Boye y a la presidenta de Junts, Laura Borr¨¤s. Sus expedientes judiciales son claramente ajenos al proc¨¦s: el primero por blanqueo de capitales en un caso de narcotr¨¢fico y Borr¨¤s por delitos de corrupci¨®n al fraccionar contratos p¨²blicos para beneficiar a un amigo. Pero Junts alega que son casos de lawfare, es decir, uso torticero de la justicia para perseguir a alguien por sus ideas pol¨ªticas.
Tensar la cuerda sobre la que pende la investidura le sirve a Puigdemont para acaparar atenciones y protagonismo, pero con tiento para no echar a rodar un acuerdo que no contempla un segundo asalto. ¡°Siempre hemos dicho que para tratar con el sistema pol¨ªtico espa?ol todas las precauciones son pocas¡±, tuite¨® el pasado viernes, cuando la actualidad la copaba el acuerdo cerrado entre el PSOE y ERC: una investidura para Pedro S¨¢nchez a cambio de una mejor financiaci¨®n para Catalu?a y el traspaso a la Generalitat de los trenes de Rodalies.
Junts reaccion¨® menospreciando instant¨¢neamente el bot¨ªn alcanzado por los republicanos. Tras sentar, el lunes, a Santos Cerd¨¢n, el negociador del PSOE, bajo una foto con las urnas del refer¨¦ndum ilegal del 1-O, Puigdemont recibi¨® el agasajo de la parte del independentismo que se ufana con los gestos que tratan de exhibir desaf¨ªo y confrontaci¨®n contra cualquier s¨ªmbolo que represente al Estado. Una medalla no menor para Puigdemont, una semana despu¨¦s de que el expresident ignorara a los afiliados a su Consell de la Rep¨²blica, que votaron a favor de bloquear la investidura, y diera argumentos a aquellos que le acusan de haber aparcado su versi¨®n m¨¢s contestaria para convertirse en un aliado de Pedro S¨¢nchez.
El expresident ha impuesto un s¨®lido hermetismo dentro de Junts mientras negocia la investidura. Apenas ha informado a un reducido grupo de cargos del partido para evitar las filtraciones y para apagar las discrepancias internas que pudiera generar un acercamiento al PSOE, despu¨¦s de que Junts haya sido uno de los principales altavoces de las consignas anti S¨¢nchez y un recurrente emisor de la idea que culpa a los socialistas de la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n en Catalu?a en 2017, tras el 1-O.
¡°Nosotros no somos unos pagafantas, como Esquerra¡±, manifestaba el mismo viernes una persona cercana a la direcci¨®n de Junts. ¡°Ahora van a sufrir¡±, a?ad¨ªa la misma fuente, para indicar que al PSOE le iba a costar cerrar todos los flecos para coser un acuerdo con Puigdemont.
Desde Junts, y tambi¨¦n desde Esquerra, se ha abundado en la teor¨ªa que el PSOE no pod¨ªa dar marcha atr¨¢s en la negociaci¨®n, tras haber aceptado dar luz verde a la amnist¨ªa. Los independentistas han jugado la baza de que una repetici¨®n de elecciones ser¨ªa letal para las aspiraciones socialistas. Pero Puigdemont ha dispuesto una escenograf¨ªa muy parecida. Tras desacatar el mandato del Consell de la Rep¨²blica, y deso¨ªr las voces m¨¢s excitadas del independentismo, como las proclamas antipacto lanzadas desde la ANC, el expresident tendr¨ªa una madeja a sus pies si ahora pretendiera recoger cable. Adem¨¢s, un fiasco al cerrar un acuerdo pondr¨ªa en cuesti¨®n su habilidad negociadora como eurodiputado, cuando faltan apenas siete meses para las elecciones europeas.
Junts per Catalunya se reivindica como el partido que mejor encarna la esencia del independentismo catal¨¢n, pero apenas tiene espacios de poder. No manda en la Generalitat desde hace algo m¨¢s de un a?o, porque las propias bases del partido votaron a favor de romper la coalici¨®n con ERC, y sufri¨® una fuerte sacudida en las elecciones municipales: no gobierna en ninguna de las cuatro capitales catalanas y solo controla la Diputaci¨®n de Girona. Las elecciones catalanas est¨¢n fijadas para principios de 2025, pero los apoyos de Pere Aragon¨¨s son muy escasos y las demandas de anticipo electoral son permanentes. El liderazgo de Junts es borroso: Puigdemont manda sin figurar en ning¨²n cargo, la presidenta ¡ªBorr¨¤s¡ª est¨¢ condenada y el secretario general ¡ªTurull¡ª inhabilitado, a la espera de la amnist¨ªa. Para el partido ha sido clave saber jugar la influencia que le concedi¨® el 23-J: con solo siete esca?os ha tenido en su mano decantar una mayor¨ªa de 350 diputados.
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