Puigdemont bunqueriza a Junts para evitar cr¨ªticas a su estrategia de negociaci¨®n
El expresidente catal¨¢n impone silencio a los suyos para gestionar personalmente un acercamiento al PSOE que genera recelos en un sector del independentismo
El art¨ªculo 6 de los estatutos de Junts per Catalunya establece que todos los afiliados tienen derecho a ¡°ser parte activa en la toma de decisiones del partido, como es el caso de la pol¨ªtica de pactos, la estrategia y la l¨ªnea pol¨ªtica¡±. Pero en el actual escenario pol¨ªtico, en el que la formaci¨®n independentista se ha hecho inesperadamente con la llave de la gobernabilidad en Espa?a, el entorno de su l¨ªder, Carles Puigdemont, ha optado por replegarse y fulminar el debate interno. El expresident, huido en B¨¦lgica desde 2017, se ha arrogado la direcci¨®n de las negociaciones y ha impuesto un voto de silencio a los suyos, alegando que hay que dejarse querer por el PSOE y aprovechar el protagonismo recobrado. As¨ª, Puigdemont dosifica la informaci¨®n sobre sus intenciones a un reducido c¨ªrculo de confianza y ha advertido de que cualquier filtraci¨®n puede alterar el rol capital de Junts en las negociaciones de la investidura, seg¨²n admiten fuentes del partido.
Las elecciones generales del 23 de julio concedieron a Junts el poder de condicionar la investidura del presidente del Gobierno: sus siete diputados en el Congreso tienen la llave para abrir la puerta a una alianza de PP y Vox o facilitar la reelecci¨®n de la coalici¨®n progresista que comanda Pedro S¨¢nchez. Junts se encuentra as¨ª ante una encrucijada que pone en vilo la gobernabilidad de Espa?a y que plantea, tambi¨¦n, un desaf¨ªo a la propia marca pol¨ªtica, que en los ¨²ltimos a?os hab¨ªa perdido espacios de poder, alej¨¢ndose de la posici¨®n de dominio que tuvo su antecesora, Converg¨¨ncia. ¡°No hablamos de poner un parche. Si hay acuerdo, tiene que ser un acuerdo hist¨®rico¡±, dijo Puigdemont el 5 de septiembre, cuando compareci¨® en Bruselas para anunciar sus ¡°condiciones previas¡± para iniciar una negociaci¨®n con el PSOE.
Junts fue fundado hace apenas tres a?os como un partido ¡°transversal¡± donde conviven voces diversas, incluso ideol¨®gicamente enfrentadas, pero con el objetivo com¨²n de trabajar por la independencia de Catalu?a. La refriega ha sido habitual en Junts, con visibles pugnas entre los partidarios de una estrategia m¨¢s pragm¨¢tica y los defensores de priorizar la ruptura con el Estado implantando el resultado del refer¨¦ndum ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017. Hace un a?o, el partido incluso convoc¨® una consulta entre sus bases para determinar si deb¨ªa romper la coalici¨®n de gobierno con ERC en la Generalitat. Pesos pesados como la presidenta Laura Borr¨¤s o el portavoz Josep Rius hicieron campa?a p¨²blica por el s¨ª (tambi¨¦n Turull, aunque ¨¦l evitando la notoriedad), y se enfrentaron a los seis consejeros de Junts que formaban parte del Ejecutivo de Aragon¨¨s y abogaban por seguir. Los partidarios de abandonar el Govern ganaron con un 55% de los votos, y as¨ª se hizo.
Pero ahora el ruido interno ha cesado. Ante el relevante papel que tiene Junts en la investidura, la estrategia de puertas afuera ha dado un vuelco. ¡°No vamos a comentar nada de las negociaciones, aun a riesgo de que se publiquen aut¨¦nticas falsedades¡±, proclama Jordi Turull, secretario general de Junts. ¡°Nos hemos conjurado en el hermetismo y no vamos a salir de aqu¨ª¡±, avisa un alto cargo del partido.
Acaparar la atenci¨®n medi¨¢tica otorga un doble r¨¦dito para Puigdemont: lo pone en una situaci¨®n privilegiada para exigir contrapartidas al PSOE y multiplica su proyecci¨®n p¨²blica a menos de un a?o de las pr¨®ximas elecciones europeas, donde est¨¢ en juego su esca?o de eurodiputado. La negociaci¨®n por la Mesa del Congreso, que termin¨® en agosto con el apoyo de Junts a la socialista Francina Armengol, zarande¨® la din¨¢mica interna del partido. Turull convoc¨® a la ejecutiva de la formaci¨®n para una reuni¨®n telem¨¢tica, apenas dos horas antes de que se iniciara la votaci¨®n en el Congreso. ¡°El president ha querido participar activamente en la negociaci¨®n¡±, anunci¨® Turull, seg¨²n cuenta uno de los asistentes a aquella reuni¨®n. El secretario general inform¨® de que Puigdemont validaba un acuerdo con el PSOE para nombrar a Armengol, un primer paso para seguir hablando de la negociaci¨®n de fondo, la de la investidura de Pedro S¨¢nchez. Nadie chist¨®.
La votaci¨®n de la Mesa se produjo el 17 de agosto, y varias fuentes de Junts coinciden en que el letargo veraniego contribuy¨® a que hubiera entonces pocas filtraciones. ¡°Luego se ha visto que esta din¨¢mica no funciona mal, y el respeto que infunde Puigdemont es total¡±, detalla una persona cercana a la direcci¨®n. El acuerdo por la Mesa arranc¨® un compromiso para el uso del catal¨¢n en el Congreso y dos comisiones de investigaci¨®n parlamentarias que reclamaban los partidos independentistas. Qued¨® lejos, en aquel momento, cualquier acuerdo sobre la amnist¨ªa a los encausados del proc¨¦s o la autodeterminaci¨®n. ¡°A algunos les parecer¨¢ mucho y a otros les parecer¨¢ poco¡±, analiz¨® el expresident. Apenas un par de semanas antes, tras el escrutinio del 23-J, la portavoz parlamentaria de Junts, M¨ªriam Nogueras, hab¨ªa advertido: ¡°Cualquier negociaci¨®n tiene que empezar por el refer¨¦ndum y la amnist¨ªa¡±.
Puigdemont no ejerce ning¨²n cargo en el organigrama de Junts, pero su autoridad dentro del partido es incuestionable. Tras su entrevista en Bruselas con la vicepresidenta del Gobierno en funciones y l¨ªder de Sumar, Yolanda D¨ªaz, el 4 de septiembre, Puigdemont apunt¨® que ¡°dialogar y mantener relaciones pol¨ªticas entre formaciones de diferentes ideolog¨ªas no tendr¨ªa que ser ninguna sorpresa ni ninguna excepcionalidad¡±. Durante la pasada legislatura, sin embargo, Junts hab¨ªa criticado reiteradamente a ERC por su di¨¢logo con el Gobierno de coalici¨®n. ¡°Mientras ERC se venda barata no podremos tener m¨¢s expectativas¡±, lleg¨® a decir Nogueras.
El expresident traza desde su residencia belga de Waterloo los t¨¦rminos de la negociaci¨®n sobre la investidura, y ha antepuesto la ley de amnist¨ªa ¡ªque plante¨® como ¡°condici¨®n previa¡±¡ª a las reivindicaciones sobre la autodeterminaci¨®n de Catalu?a. Ese orden de prioridades ha causado cierta turbaci¨®n entre los sectores m¨¢s radicales del independentismo que, en la Diada del 11 de septiembre, salieron a la calle con la consigna de criticar la tibieza patri¨®tica de los partidos pol¨ªticos: ¡°Independencia o dimisi¨®n¡±, se pod¨ªa leer en varios carteles.
Laura Borr¨¤s, presidenta de Junts, siempre fue muy cercana al independentismo radical, pero en las ¨²ltimas semanas ha contenido el tono. Durante la Diada, Borr¨¤s se limit¨® a afirmar que Junts no tiene ¡°ninguna nueva estrategia¡±, aunque tambi¨¦n record¨® que los manifestantes coreaban ¡°independencia¡± y no ¡°investidura¡±. Borr¨¤s est¨¢ condenada a cuatro a?os y medio de c¨¢rcel por trocear contratos p¨²blicos para beneficiar a un conocido suyo en un organismo de la Generalitat, aunque ella alega ser v¨ªctima de una persecuci¨®n judicial por sus ideas pol¨ªticas. Sus incondicionales conf¨ªan en que su condena pueda ser revertida si prospera una ley de amnist¨ªa para los encausados por el proc¨¦s. ¡°Ella es una figura con capacidad para replicar algunas decisiones internas del partido, pero su situaci¨®n actual es la que es¡±, manifiesta un cargo de Junts.
A la par que impulsaba el giro estrat¨¦gico en Junts, Puigdemont tambi¨¦n ha forzado cambios en el Consell de la Rep¨²blica, la asociaci¨®n privada que dirige desde B¨¦lgica para mantener viva la llama del proceso independentista y que pretende ser una suerte de Generalitat paralela. Ha disuelto la asamblea del Consell ¡ªlo que pretend¨ªa ser un Parlament en la sombra¡ª, que est¨¢ copado por simpatizantes del ala m¨¢s dura de Junts y del entorno del expresident. Otro movimiento que ha causado recelo y desconcierto en un sector del independentismo.
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