Guerra fr¨ªa entre Foment y Pimec

Josep S¨¢nchez Llibre se sabe un animal pol¨ªtico y Antoni Ca?ete hace a?os que se autocalifica como activista empresarial. Dos perfiles proactivos para dirigir a las dos grandes patronales catalanas, Foment del Treball y Pimec. De puertas afuera, ambas tienen una relaci¨®n m¨¢s o menos cordial: comparten actos y mesas de trabajo con administraciones y sindicatos e incluso se pusieron de acuerdo para repartirse recientemente a partes iguales las sillas de la C¨¢mara de Comercio de Barcelona, antes de sus ¨²ltimas elecciones. Todo aparentemente normal. Entre bambalinas, sin embargo, est¨¢n instalados en una suerte de guerra fr¨ªa. Hacen ver que no, pero no pierden el paso del contrario. Son conscientes de que se est¨¢n jugando la representatividad empresarial en Catalu?a desde el punto de vista pol¨ªtico, m¨¢s all¨¢ del peso oficial que les da la Generalitat en las instituciones p¨²blicas, que los sit¨²a en la paridad.

Un buen ejemplo de esa batalla que est¨¢n librando tendr¨¢ este mes como escenario la sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, donde los jueces deber¨¢n decidir en qu¨¦ proporciones cada organizaci¨®n empresarial se sienta con los sindicatos para negociar un convenio aparentemente menor, el de instalaciones deportivas. El conflicto viene de lejos y el litigio se explica por el rechazo de Pimec a que la Uni¨® de Federacions Esportives de Catalunya liderara las conversaciones desde el lado patronal con m¨¢s representantes en la mesa. La presidencia de la UFEC es de Gerard Esteva, uno de los perfiles al que S¨¢nchez Llibre (que afronta su ¨²ltimo mandato) est¨¢ ofreciendo m¨¢s cancha p¨²blica en el seno de la organizaci¨®n.

Pese a que supuestamente se trata de una guerra subterr¨¢nea, los sindicatos aseguran que est¨¢ complicando el di¨¢logo social. ¡°Est¨¢ mal que lo diga una sindicalista, pero a veces nos ir¨ªa bien un poco de unidad de acci¨®n patronal para saber hacia donde vamos¡±, afirma la dirigente de uno de los dos grandes sindicatos catalanes. No es una opini¨®n aislada, porque, entre otras cosas, tampoco lo es el caso del convenio que afecta a gimnasios y piscinas p¨²blicas. En junio, las centrales ya acusaron a las desavenencias entre ambas patronales, y especialmente a Foment, de tirar por tierra todo el trabajo que se hab¨ªa hecho previamente para sacar adelante el Acuerdo Interprofesional de Catalu?a, el instrumento que marca los criterios generales de la negociaci¨®n colectiva.

Si bien en la negociaci¨®n de los acuerdos colectivos las desavenencias son m¨¢s evidentes, hay otros puntos en los que las dos organizaciones muestran su rivalidad m¨¢s discretamente. Sucedi¨® con el debate sobre el aeropuerto, cuando Pimec present¨® sus propuestas desmarc¨¢ndose de la comisi¨®n creada por Foment para elaborar un documento propositivo. Y ese alejamiento entre ambas instituciones qued¨® todav¨ªa m¨¢s evidenciado cuando la patronal de las peque?as empresas, de la mano del C¨ªrculo de Econom¨ªa, inst¨® a crear el G-8, un grupo de relevantes entidades catalanas en las que no est¨¢ presente Foment, con la intenci¨®n de mantener una reuni¨®n m¨¢s o menos trimestral para discutir sobre la evoluci¨®n de la econom¨ªa catalana. La gran patronal catalana mantiene contactos con todas esas entidades -muchas de ellas han integrado los grupos de trabajo sobre El Prat-, pero no en ese foro integrado tambi¨¦n por el Colegio de Economistas de Catalu?a, el RACC, Barcelona Global, FemCat, la Cambra y la Fira. Previsiblemente se reunir¨¢n este lunes, apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que Pedro S¨¢nchez haya logrado el aval de las formaciones independentistas a trav¨¦s de la negociaci¨®n de una ley de amnist¨ªa.

La rivalidad se traslada a Madrid

Foment lleva meses preparando la puesta en marcha de su sede en Madrid, a trav¨¦s de la Sociedad Barcelonesa de Estudios Econ¨®micos y Sociales, donde quiere convertirse en el eje de un debate interauton¨®mico; Pimec anunci¨® hace un par de semanas el fichaje del exdiputado Ferran Bel (PDeCAT) para que sea su delegado en la capital espa?ola. Antes, la organizaci¨®n que preside Ca?ete dio un paso m¨¢s all¨¢, al ser el principal catalizador de Conpymes, una patronal de pymes de ¨¢mbito estatal que choca totalmente con Cepyme y, por derivada, con CEOE.

Conpymes present¨® un recurso ante la Audiencia Nacional en 2022 (similar al que present¨® en Catalu?a y que le acab¨® dando la paridad a Pimec) en la que reclamaba una representatividad que hasta ahora el Ministerio de Trabajo le ha negado. S¨¢nchez Llibre, por su lado, anunci¨® hace unas semanas la creaci¨®n de un Consejo Territorial de Pymes, que deja en manos de su territorial vallesana Cecot, y que reabre a su vez la batalla por la representatividad de las pymes. Ese paso, pese a las negativas desde Foment, supone reabrir la pugna por ese segmento de empresas, despu¨¦s de que la patronal de las grandes se aviniera a desmembrar Fepime despu¨¦s de que en 2019 se alcanzara un acuerdo sobre el reparto de la representatividad oficial de las patronales.

Aunque aquel pacto ten¨ªa que suponer la pacificaci¨®n de las relaciones entre patronales, la disputa sigue latente. Ya no se trata ¨²nicamente de los asientos que cada organizaci¨®n ocupa en los foros p¨²blicos de interlocuci¨®n, sino de la hegemon¨ªa.

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