Catalu?a se prepara para declarar el 1 de febrero la emergencia por sequ¨ªa

Catalu?a ultima los preparativos para entrar en la fase de emergencia por sequ¨ªa, lo que implicar¨¢ restricciones m¨¢s visibles y, por primera vez, de agua de boca en el ¨¢rea de Barcelona. Sin embargo, en la capital catalana no est¨¢ previsto que los grifos dom¨¦sticos noten una ca¨ªda en la presi¨®n hasta verano. La Generalitat ha adelantado este lunes en una reuni¨®n a los gestores de las instalaciones deportivas la intenci¨®n de declarar el pr¨®ximo 1 de febrero la primera fase de la emergencia por sequ¨ªa. Hasta 202 municipios se ver¨¢n obligados a reducir su consumo de agua a 200 litros por habitante y d¨ªa en este primer nivel. Este l¨ªmite se rebajar¨¢ a 180 litros en una segunda etapa, y a 160 litros en una tercera, si la escasez de agua contin¨²a agudiz¨¢ndose.

El Ejecutivo catal¨¢n ha informado de cu¨¢les ser¨¢n las medidas que se aplicar¨¢n en este primer escenario de la emergencia: tantolos campos y canchas de deportes federados que requieran de riego como las piscinas que deban rellenarse podr¨¢n mantener las duchas si dise?an un plan de ahorro en otros usos. La Generalitat ha transmitido en la reuni¨®n que los clubes y las instalaciones puedan compensar el gasto con otras actuaciones, seg¨²n la tipolog¨ªa de cada centro.

A partir de la fase 2, las restricciones son m¨¢s estrictas: no estar¨¢ permitido regar ni limpiar las piscinas, lo que a la pr¨¢ctica limita el uso de los centros acu¨¢ticos. Las duchas s¨ª que estar¨¢n habilitadas. En la fase 3, la ¨²ltima del plan de emergencia, las duchas ya no podr¨¢n estar disponibles para los usuarios de las instalaciones. Fuentes de la Agencia Catalana del Aigua (ACA) han explicado que estas medidas est¨¢n pendientes de aprobarse este martes en el Consell Executiu del Govern.

Los episodios puntuales de lluvia de la semana pasada han sido menos importantes de lo previsto y no han supuesto un gran alivio para las cabeceras de los r¨ªos Ter y Llobregat, las fuentes que abastecen los embalses de Girona, Barcelona y su ¨¢rea de influencia, que se mantienen al 17% de su capacidad. Es la sequ¨ªa m¨¢s dura e intensa desde que hay registros en Catalu?a, donde solo ha habido dos episodios de lluvias normales en tres a?os: el verano de 2020 y la primavera de 2021. La Generalitat lleva desde entonces estirando las reservas de agua para no declarar la entrada en la fase de emergencia del Plan Especial de Sequ¨ªa (PES), que incluye las restricciones m¨¢s severas para los usos industriales, agr¨ªcolas y humano. Con ese objetivo, el Ejecutivo catal¨¢n activ¨® a finales de noviembre el plan de preemergencia.

De los 202 municipios afectados por la crisis h¨ªdrica en la comunidad, en 70 poblaciones del ¨¢rea metropolitana de la capital catalana y Girona utilizan pozos y camiones cisterna para garantizar el consumo de los residentes, quienes ante los cortes del suministro han hecho acopio de garrafas, bidones y dep¨®sitos de agua para superar las horas sin agua.

Adem¨¢s de la reducci¨®n en el consumo humano a 200 litros, entre las medidas para combatir la extrema sequ¨ªa incluidas en la fase de emergencia est¨¢n la prohibici¨®n del llenado de piscinas, se proh¨ªbe el llenado de piscinas privadas y fuentes ornamentales; regar ¨¢rboles y jardines; o la limpieza de los coches fuera de los establecimientos destinados a ello. El consejero de Acci¨®n Clim¨¢tica, David Mascort, anunci¨® a comienzos de diciembre el establecimiento de una moratoria para las empresas tur¨ªsticas, los planes urban¨ªsticos y la ganader¨ªa que utilizan una concesi¨®n de la Agencia Catalana del Agua (ACA). Estas compa?¨ªas no podr¨¢n comenzar su actividad hasta que se haya superado el escenario de emergencia, aunque podr¨¢n continuar con los requerimientos legales.

La prioridad del Govern es garantizar el abastecimiento de la poblaci¨®n, por lo que trabaja a contrarreloj en varias soluciones para asegurar el consumo de la ciudadan¨ªa, como la ampliaci¨®n y construcci¨®n de infraestructuras de regeneraci¨®n, depuradoras y desaladoras de agua; o la reducci¨®n de los caudales ecol¨®gicos de los r¨ªos Llobregat, Ter y Muga, tal y como permite el PES en la etapa m¨¢s dura de la crisis h¨ªdrica.

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