El ¡®Gobierno paralelo¡¯ de Puigdemont afronta elecciones con el reto de redefinir su futuro si regresa el l¨ªder

El Consell de la Rep¨²blica ha convocado elecciones para el pr¨®ximo 15 de febrero y las va a afrontar con la duda de qu¨¦ papel se le viene encima. La entidad independentista presidida por Carles Puigdemont fue ideada con la misi¨®n de ejercer de gobierno de la Generalitat ¡°en el exilio¡±, pero no ha llegado nunca a desempe?ar ninguna atribuci¨®n formal. Ahora afronta el proceso electoral para renovar a su c¨²pula con el condicionante de la previsible aprobaci¨®n de la ...

El Consell de la Rep¨²blica ha convocado elecciones para el pr¨®ximo 15 de febrero y las va a afrontar con la duda de qu¨¦ papel se le viene encima. La entidad independentista presidida por Carles Puigdemont fue ideada con la misi¨®n de ejercer de gobierno de la Generalitat ¡°en el exilio¡±, pero no ha llegado nunca a desempe?ar ninguna atribuci¨®n formal. Ahora afronta el proceso electoral para renovar a su c¨²pula con el condicionante de la previsible aprobaci¨®n de la ley de amnist¨ªa y el predecible regreso de Puigdemont, parapetado en B¨¦lgica desde 2017 para evitar ser juzgado por la justicia espa?ola. Si su l¨ªder regresa sin cargas judiciales, y atendiendo al giro pactista que muestra el propio Puigdemont en su otra faceta de jefe de Junts per Catalunya, el Consell trata de buscar en el espacio independentista un hueco desde donde seguir reivindicando alguna utilidad. ¡°Es evidente que tenemos que adaptarnos al nuevo contexto, con el final del exilio y en un momento en el que la negociaci¨®n con el Gobierno es la v¨ªa dominante¡±, manifiesta uno de los m¨¢ximos cargos de la entidad.

¡°No tenemos ning¨²n elemento para pensar que no se vaya a presentar¡±, explica un portavoz del Consell, al ser preguntado sobre si Puigdemont ya ha oficializado su intenci¨®n de repetir en el cargo. El expresidente catal¨¢n es la figura indiscutible del Consell, al tiempo que maneja los hilos de Junts per Catalunya. La dualidad de atribuciones le ha obligado a hacer malabares para salir airoso de situaciones contradictorias que alumbraron un choque de intereses. En octubre, las bases del Consell votaron a favor de que la entidad promoviera el bloqueo de la investidura de Pedro S¨¢nchez. Puigdemont, como m¨¢ximo representante del organismo, ten¨ªa la misi¨®n de cumplir el recado, pero se centr¨® en promover un pacto de Junts con el PSOE para apoyar la reelecci¨®n de Pedro S¨¢nchez. ¡°Que el president lleve dos sombreros, a veces resulta un problema¡±, manifiesta un colaborador de Puigdemont.

El expresident siempre ha justificado la utilidad del Consell para internacionalizar las reivindicaciones del independentismo catal¨¢n y ha reivindicado la necesidad de que tenga peso espec¨ªfico en la pol¨ªtica catalana porque ejerciendo como un Govern ¡°en el exilio¡± puede tomar decisiones, incluso aquellas de corte m¨¢s osado, sin sufrir las injerencias del Gobierno o de la justicia espa?ola. ¡°Si se termina el exilio, el Consell tiene que hacer un replanteamiento¡±, razona un mando de la entidad.

El Consell de la Rep¨²blica es de naturaleza privada y cuenta con una base de 103.000 inscritos que pagan una aportaci¨®n inicial de unos 10 euros, m¨¢s posibles donaciones posteriores. Naci¨® tras la huida de Puigdemont a B¨¦lgica en oto?o de 2017 con la premisa de ser una entidad transversal, capaz de aglutinar a las distintas facciones del independentismo catal¨¢n. Partiendo del impacto que provoc¨® en Catalu?a la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, que la entidad tuviera la sede en Waterloo (B¨¦lgica) supuestamente iba a garantizar que sus l¨ªderes, esto es Puigdemont, pudieran tener las manos libres para ejercer de gobierno de la Generalitat ¡°leg¨ªtimo¡± y culminar el camino hacia la ¡°Rep¨²blica catalana¡±.

La realidad nunca sali¨® seg¨²n los planes, porque el Consell pronto se destap¨® como un reducto vinculado a Junts per Catalunya y su p¨¦rdida de protagonismo fue imparable. ¡°Dentro del independentismo existe un problema de falta de confianza pol¨ªtica, que tal vez a¨²n tardar¨¢ en reconstruirse. Pero, con el nuevo contexto estamos en condici¨®n de superar la divisi¨®n estrat¨¦gica¡±, observa un alto cargo del Consell. Por ¡°nuevo contexto¡± refiere el volantazo pragm¨¢tico y de acercamiento al Gobierno que ha dado el jefe de la entidad, e ide¨®logo de Junts, Carles Puigdemont. ¡°El Consell se hab¨ªa identificado con la v¨ªa de la confrontaci¨®n y ahora esto ha cambiado. No es una incoherencia, pero quiz¨¢ deber¨ªamos haber sabido explicarlo mejor. Se ha dado un cambio de paso porque ahora se dan unas condiciones para la negociaci¨®n¡±.

Desde la directiva del Consell se pone de relieve que ¡°no ha habido una renuncia expresa de la v¨ªa unilateral, pero f¨¢cticamente si se negocia, no se est¨¢ ejecutando la v¨ªa unilateral¡±. El Consell manifiesta que con el cambio de guion puede contribuir a desempe?ar un rol de pegamento dentro del independentismo. Existe una pugna encarnizada entre Junts y Esquerra, la CUP ha quedado muy desplazada, por ocupar la mayor parcela del espacio independentista. Toni Castell¨¤, diputado de Junts y portavoz del Consell de la Rep¨²blica, manifest¨® hace unas semanas que ¡°ahora que las dos Espa?as se han partido¡± es el momento de que ¡°el independentismo se vuelva a unir¡±.

Desde el Consell se pone de relieve que el objetivo ¡°siempre fue ejecutar el mandato del refer¨¦ndum del 1 de octubre¡±. En este sentido, se apunta que la entidad puede resistir con una funci¨®n de vig¨ªa permanente: ¡°Si la negociaci¨®n culmina con ¨¦xito se habr¨¢ alcanzado un refer¨¦ndum por la independencia, pero si no se logra el independentismo tendr¨¢ que decidir c¨®mo gestiona ese eventual fracaso. Una de las funciones del Consell puede ser la de mantener la conciencia colectiva de que existe otra v¨ªa, la unilateral¡±.

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