Nunca est¨¢ seco a gusto de todos
Es tambi¨¦n un gesto m¨¢s de la pinza que, entre ambos, tratan de hacerle en Catalunya a Esquerra Republicana, d¨¦bil en su raqu¨ªtico apoyo parlamentario
Tan pronto termin¨® la sesi¨®n de control al Govern en el Parlament, el socialista Salvador Illa se levant¨® y se acerc¨® a su hom¨®logo de Junts per Catalunya, Albert Batet. S¨®lo unos minutos antes, el l¨ªder del PSC apoyaba una propuesta del neoconvergente para que los jefes parlamentarios estudien salidas a la sequ¨ªa. La coincidencia supone un s¨ªntoma de esa nueva etapa de entendimiento -con sus m¨¢s y sus menos- entre dos partidos que hace s¨®lo unos meses se negaban toda legitimidad. Y es tambi¨¦n un gesto m¨¢s de la pinza que, entre ambos, tratan de hacerle en Catalunya a Esquerra Republicana, d¨¦bil en su raqu¨ªtico apoyo parlamentario. Cada uno con su estilo: Illa tratando de vender imagen de hombre de Estado -de naci¨®n sin Estado, vaya-, y Batet con iron¨ªa ¨C¡±no s¨¦ c¨®mo lo ocultar¨¢ esto el nuevo viceconseller de Estrategia y Comunicaci¨®n [Salvador Sabri¨¤, azote de JxC]¡±- y, por qu¨¦ no decirlo, tambi¨¦n con una dosis consecuente de cinismo: ¡°nosotros no entraremos en un pim-pam-pum, como han hecho otros grupos pol¨ªticos.¡±
Lo cierto es que la sequ¨ªa est¨¢ resultando dif¨ªcil de transitar para el president Pere Aragon¨¨s, acusado de imprevisi¨®n por no haber tomado suficientes medidas, como construir desaladoras, avanzar en la regeneraci¨®n de aguas residuales o habilitar trasvases. Aunque muchas de estas actuaciones podr¨ªan haberse puesto en marcha en anteriores gobiernos, y fueron posponi¨¦ndose mientras segu¨ªa lloviendo. En el caso de los trasvases, adem¨¢s, hay que tener en cuenta la inevitable conflictividad que resulta de sacar el agua de una parte del territorio para llevarla a otro; con el agravante, en el caso del Ebro, de abonar la teor¨ªa de que se est¨¢ despojando a una zona ya de por s¨ª deprimida para abastecer a la opulenta ¨¢rea Metropolitana de Barcelona. Vaya, que si nunca llueve a gusto de todos, qu¨¦ no pasar¨¢ si ni siquiera llueve.
La oposici¨®n ha alternado la sequ¨ªa con la protesta de los agricultores para tratar de poner al Govern contra las cuerdas: David Mascort, conseller de Acci¨® Clim¨¤tica, Alimentaci¨® i Agenda Rural tuvo que devolver tantos balones como Aragon¨¨s. La derecha no independentista aprovech¨® para meter en el mismo saco de reproches otras medidas pol¨ªticas, con mejor o peor ma?a: tuvo gracia Lorena Rold¨¢n (PP) al vincular sequ¨ªa y catal¨¢n en Netflix -¡±tras sus grandes medidas, con el tiempo que ahorremos sin ducharnos podremos ver Harry Potter i les rel¨ªquies de la mort¡±-, mientras que el calzador xen¨®fobo de Ignacio Garriga (Vox) sigue tan torpe como siempre ¨C¡±nunca antes he visto un Gobierno tan desconectado de los problemas de los catalanes. Ustedes est¨¢n alejados de la creciente preocupaci¨®n sobre la inseguridad o la islamizaci¨®n¡¡± Pere Aragon¨¨s acus¨® al partido ultra de usar la ¡°ignorancia como objetivo pol¨ªtico¡±, curiosamente en el mismo instante en que, en el Congreso de los Diputados, Pedro S¨¢nchez le soltaba a Santiago Abascal: ¡°tal vez no se ha enterado de las cosas que hemos ido aprobando en el Gobierno.¡± Los Pedros-Els Peres una vez m¨¢s en sinton¨ªa.
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