Catalu?a vuelve a cambiar de rumbo frente a la sequ¨ªa: de agua con buques a una desaladora port¨¢til en el mar de Barcelona

En noviembre de 2023, el Govern abri¨® por primera vez la posibilidad de traer agua en barco a partir de verano para abastecer en Barcelona ante la grave sequ¨ªa. Era la primera vez que la Generalitat abr¨ªa la puerta a esta medida de emergencia, que si bien no era in¨¦dita (en la gran sequ¨ªa de 2008 el Ejecutivo tripartito de PSC,ERC e Iniciativa tuvieron que recurrir ya a ella) s¨ª parec¨ªa cosa del pasado: cuando en noviembre de 2022 se declar¨® la primera alerta por sequ¨ªa, desde el Ejecutivo catal¨¢n se insist¨ªa en que ¡°esto no era 2008¡å y que la comunidad estaba mucho m¨¢s preparada que entonces para afrontar una larga crisis h¨ªdrica sin recurrir a medidas tan excepcionales. La realidad clim¨¢tica, sin embargo, fue m¨¢s testaruda y finalmente el Govern anunci¨® un a?o despu¨¦s la llegada de barcos a partir del verano. Ayer, la Generalitat, sin embargo, dio marcha atr¨¢s a esa medida para anunciar que hab¨ªa dado con una soluci¨®n mejor: una desaladora port¨¢til flotante a partir de octubre con la que garantizar el agua en la segunda ciudad en poblaci¨®n de Espa?a. Una alternativa casi dist¨®pica para una gran ciudad europea que el Ejecutivo de ERC hab¨ªa mantenido en secreto pese a que llevaba negociando desde hac¨ªa meses.

La tecnolog¨ªa salvar¨¢ el consumo dom¨¦stico de Catalu?a. Adem¨¢s de la infraestructura de Barcelona (aportar¨¢ cerca de 40.000 metros c¨²bicos diarios, el equivalente al 6% del consumo del ¨¢rea metropolitana), el Ejecutivo catal¨¢n instalar¨¢ 12 desaladoras m¨®viles en la Costa Brava. ¡°Aseguramos el acceso a agua de toda la poblaci¨®n en las actuales condiciones de emergencia¡±, afirm¨® ayer el consejero de Acci¨®n Clim¨¢tica, David Mascort, que descart¨® nuevas restricciones en los 239 municipios que se encuentran en la fase m¨¢s grave del Plan Especial de Sequ¨ªa (PES) si se mantiene esta tendencia meteorol¨®gica. El Govern afirma que la desaladora port¨¢til podr¨¢ dar servicio durante cinco a?os, hasta que se termine la construcci¨®n de las dos desaladoras fijas previstas en Foix (Barcelona) y Tordera (Girona). El coste se elevar¨¢ por encima de los 100 millones.

El anuncio hace medio a?o de la Generalitat de que el territorio se preparaba para traer agua en barco desalada desde otros territorios como Murcia o Baleares hab¨ªa tensionado ambas comunidades porque, aseguraban entonces ambos Ejecutivos a este peri¨®dico, nadie se hab¨ªa puesto en contacto con ellos antes de plantear esa posibilidad p¨²blicamente. ¡°Nos enteramos por la prensa (de la propuesta)¡±, explicaba entonces a EL PA?S una fuente del Ejecutivo de Marga Prohens (PP). En Murcia, gobernada por una coalici¨®n PP-Vox, la sequ¨ªa tambi¨¦n estaba causando estragos de una manera similar que Catalu?a. A partir de ah¨ª, la Generalitat impuso un gran hermetismo y, pese a seguir citando posibles lugares concretos desde donde se traer¨ªa el suministro, siempre evit¨® dar detalles sobre los t¨¦rminos en los que se estaba negociando con los territorios y el Gobierno central. En p¨²blico y en privado, desde el Govern se limitaban a explicar que ¡°lo m¨¢s importante¡± era negociar con las navieras, para que, ¡°en caso de ser necesario¡±, se pudiera traer agua en barco en seguida. El origen del agua, defend¨ªa el Ejecutivo, era lo menos importante.

Como opci¨®n m¨¢s probable se apunt¨® a Tarragona, que bebe del r¨ªo Ebro. Incluso se realizaron obras en su puerto para prepararlo y poder fletar barcos desde el sur de Catalu?a hacia Barcelona. El consejero Mascort hab¨ªa llamado a ¡°la solidaridad territorial¡± con la sequ¨ªa, en clara referencia a ese territorio, donde la crisis no estaba causando tantos estragos como en el norte de la comunidad. Las palabras causaron malestar en las Tierras del Ebro, donde la mayor¨ªa de las alcald¨ªas pertenecen a ERC y existe un amplio movimiento social contra cualquier desv¨ªo de agua tras el proyecto fracasado del trasvase del Ebro del Gobierno de Aznar.

Aparte del agua de Murcia y Palma, el Govern habl¨® tambi¨¦n de traerla desde Marsella, pero finalmente la bola cay¨® en la Comunitat de Valencia, un territorio que nunca hab¨ªa sido citado por el consejero en sus sucesivas ruedas de prensa. El pasado 3 de febrero, ya con la fase de emergencia por sequ¨ªa declarada y los embalses por debajo del 17%, el Gobierno de Espa?a, titular de la instalaci¨®n, y la Generalitat anunciaron la llegada de agua de la planta desaladora de Sagunto (Valencia) para abastecer Barcelona a partir de verano. El Gobierno pagar¨ªa la producci¨®n del agua desalinizada, mientras que la Generalitat se encargar¨ªa de financiar el transporte mediante barcos. Pese al ofrecimiento de hasta siete hect¨®metros c¨²bicos en barco desde Sagunto, la Generalitat sigui¨® sin descartar que se trajeran m¨¢s barcos desde otros territorios. Todo ha quedado, sin embargo, en papel mojado tras el anuncio de la desaladora port¨¢til.

Llenar la costa de desaladoras port¨¢tiles para salvar la temporada tur¨ªstica fue una iniciativa que parti¨® en un principio desde el sector privado en la Costa Brava, zona cero de la sequ¨ªa catalana y cuya econom¨ªa depende del turismo. El 7 de marzo, a preguntas de si el Govern pod¨ªa estar planteando la posibilidad de sufragar desaladoras port¨¢tiles, el secretario general del Departamento de Acci¨®n Clim¨¢tica, Josep Vidal, dijo: ¡°Estas desaladoras (port¨¢tiles) no nos da una compensaci¨®n entre la inversi¨®n y la cantidad de recursos que aporta, pero no es una propuesta que hayamos descartado. La tenemos sobre la mesa¡±. Ayer, el conseller destac¨®, sin embargo, que la desaladora de port¨¢til se trata de ¡°una soluci¨®n m¨¢s econ¨®mica y sostenible¡±. Y subray¨®: ¡°Es evidente que no podemos traer un barco cada d¨ªa¡±.

Los cerca de 40.000 metros c¨²bicos diarios que aportar¨¢ la desalinizadora flotante, el equivalente al 6% del consumo del ¨¢rea metropolitana de Barcelona, se inyectar¨¢n directamente a la red de abastecimiento. Seg¨²n Mascort, esta agua cuesta la mitad (4,4 euros el metro c¨²bico) que la procedente de un barco (unos 10 euros el metro c¨²bico), que cargar¨ªa con alrededor de 30.000 metros c¨²bicos. La empresa Abengoa fabricar¨¢ la desalinizadora flotante.

Sobre el cambio de rumbo de los barcos a la desaladora port¨¢til, el gerente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Operadores P¨²blicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas), Luis Babiano, cree que demuestra que el escenario ¡°de p¨¢nico¡± y de ¡°supervivencia¡± ahora ya ¡°se ve un poco m¨¢s lejano¡± en la comunidad. La llegada de barcos, cree Babiano, se trata siempre del ¨²ltimo escenario, el ¡°m¨¢s l¨ªmite¡±. ¡°La experiencia en Mallorca durante los a?os 90, cuando la isla tuvo que recurrir al agua de Tarragona, dej¨® una deuda econ¨®mica que tuvo que afrontarse durante a?os. Esa historia est¨¢ presente y cualquier otra decisi¨®n que se tome para hacer frente a una sequ¨ªa da la sensaci¨®n de m¨¢s control ¡°, dice Babiano, que llama a ¡°seguir haciendo los deberes¡± para afrontar las futuras sequ¨ªas que azotar¨¢n el mediterr¨¢neo.

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