Barcelona declara la alerta por sequ¨ªa y aplicar¨¢ restricciones de agua por primera vez desde 2008
La declaraci¨®n, que se realizar¨¢ este martes, se ampliar¨¢ a una zona de 6,6 millones de personas y no supondr¨¢ cortes dom¨¦sticos, pero s¨ª limitaciones para usos agr¨ªcolas, industriales o en la limpieza de calles
La alerta por la gran sequ¨ªa se ha convertido en realidad en la gran Barcelona. La falta de lluvias ha llevado, pese a las millonarias inversiones de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, a una situaci¨®n preocupante con el agua en la ciudad. Los efectos de la emergencia clim¨¢tica por la falta de agua y las altas temperaturas que han afectado a Europa a lo largo del a?o ya se dejan sentir en forma de restricciones de agua en la segunda ciudad de Espa?a en poblaci¨®n. Las lluvias oto?ales no han sido suficientes y la Generalitat de Catalu?a declarar¨¢ este martes el estado de alerta por sequ¨ªa en Barcelona y su ¨¢rea metropolitana por la escasez de suministros en los embalses que conforman el sistema Ter-Llobregat (al 33% de capacidad). La ampliaci¨®n de la alerta se extender¨¢ as¨ª a 6,6 millones de habitantes, cerca del 90% de la poblaci¨®n. Lo ha anunciado este lunes por la ma?ana en una entrevista en la emisora Catalunya R¨¤dio la consejera de Acci¨®n Clim¨¤tica, Teresa Jord¨¤. La consejera ha querido dejar claro que el agua de uso de boca para la poblaci¨®n est¨¢ ¡°m¨¢s que garantizada¡± y que las restricciones apenas se dejar¨¢n sentir para la poblaci¨®n. Fuentes del Ayuntamiento explican que ma?ana hay prevista una rueda de prensa para anunciar las medidas de ahorro de agua en riego de espacios verdes de la ciudad y limpieza de calles.
La declaraci¨®n no supone, por el momento, limitaciones al consumo de agua de boca, pero s¨ª restricciones agr¨ªcolas (se reduce un 25% el riego); ganaderas (10%); industriales (5%); municipales, como el llenado de fuentes ornamentales y el riego de calles con agua potable; y dom¨¦sticas, como el riego de jardines, llenado de piscinas o lavado de coches. Se trata de la segunda vez en el siglo XXI que se declara la alerta en la ciudad despu¨¦s que la gran sequ¨ªa de 2008. Barcelona se convierte as¨ª en otra gran capital auton¨®mica, como Sevilla, que aplica restricciones de agua. Supone un aviso de la emergencia clim¨¢tica a la que Espa?a, especialmente la mediterr¨¢nea, se enfrentar¨¢ en las pr¨®ximas e inciertas d¨¦cadas.
La falta generalizada de agua no es solo cosa de poblaciones agr¨ªcolas ni de la llamada Espa?a vac¨ªa. Nadie est¨¢ a salvo. Ni siquiera grandes, tur¨ªsticas y hasta ol¨ªmpicas ciudades como Barcelona y toda su ¨¢rea metropolitana. El fantasma de la sequ¨ªa ya sobrevolaba desde hace meses la capital de Catalu?a y fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA), el m¨¢ximo ¨®rgano en gesti¨®n h¨ªdrica de la comunidad, adelantaban en julio a este diario que la declaraci¨®n de alerta llegar¨ªa irremediablemente en septiembre si la incierta meteorolog¨ªa no daba un vuelco en agosto. Finalmente, los malos augurios se han aplazado hasta el 22 de noviembre.
La declaraci¨®n de la alerta no tiene un plazo de tiempo determinado (no hay establecido ni un m¨ªnimo ni un m¨¢ximo) y se declara o levanta dependiendo del estado de las reservas. A partir de ahora, solo el cielo decidir¨¢. Casi el 90% de la poblaci¨®n de Catalu?a ya vive con restricciones, con 515 municipios entre las cuatro provincias (Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona) en alerta. Las previsiones del Servicio Meteorol¨®gico de Catalu?a para agosto y septiembre en cuanto a precipitaciones no eran buenas y, si bien se produjeron tormentas el¨¦ctricas tanto en las ¨²ltimas semanas veraniegas como oto?ales, el agua del cielo no ha ca¨ªdo ni en el lugar adecuado (en las cabeceras de los r¨ªos) ni lo suficiente. El territorio est¨¢ sediento. ¡°Llueve, pero apenas se nota porque todo est¨¢ tan seco que se lo queda todo el terreno y no llega a r¨ªos y embalses¡±, resume una portavoz de la ACA.
Lavado de calles
Ahora, el objetivo es ahorrar el m¨¢ximo de agua potable posible a la espera de que las lluvias lleguen. Una de las medidas que se aplican y que los barceloneses podr¨¢n notar m¨¢s es la restricci¨®n en fuentes ornamentales y el uso de agua potable para limpiar calles. Desde la gran sequ¨ªa de 2008, la capital catalana ha trabajado para que, en caso de que volviera una alerta por sequ¨ªa (como finalmente ha ocurrido) la ciudad estuviera mejor preparada. As¨ª, en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha reducido el uso de agua potable para los servicios de limpieza, clave para no reducir reservas de consumo humano. El l¨ªquido potable usado para limpiar las calles se ha sustituido por agua regenerada (no potable) en un 80%, y para llenar fuentes ornamentales, en un 71%, seg¨²n datos del Consistorio. La reducci¨®n, seg¨²n el Ayuntamiento, se ha logrado gracias al uso de las aguas subterr¨¢neas, previamente tratadas por depuradoras.
La realidad es que las restricciones han llegado pese a que la ciudad y toda su ¨¢rea metropolitana est¨¢n, a d¨ªa de hoy y a juicio de los expertos, mucho m¨¢s preparadas para afrontar largos periodos de falta de lluvia de lo que lo estaban hace 15 a?os. Las restricciones que se aplicaron en 2008 supusieron el primer gran aviso del cambio clim¨¢tico en la cuenca mediterr¨¢nea espa?ola y tambi¨¦n un cambio de paradigma en la pol¨ªtica hidrol¨®gica de la comunidad, que apost¨® por construir desalinizadoras y plantas potabilizadoras (que suponen un elevado coste energ¨¦tico).
Por entonces, todav¨ªa no hab¨ªa entrado en funcionamiento la desalinizadora de El Prat (lo hizo en 2009), la gran locomotora que garantiza el suministro de agua en la capital catalana (puede generar hasta 60 hect¨®metros c¨²bicos al a?o) a trav¨¦s de la potabilizaci¨®n de agua de mar. Que la gran infraestructura desaladora lleve al 80% de su capacidad desde enero (nunca se hab¨ªa producido tanta agua desalada desde su inauguraci¨®n) tampoco ha evitado que la ciudad entre en alerta, lo que denota la grave situaci¨®n clim¨¢tica. Aunque s¨ª ha ralentizado la llegada de restricciones y deja muy lejos escenario de emergencia.
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