El Primavera Sound empieza con una descolocadora advocaci¨®n a la Virgen Mar¨ªa

El Primavera Sound es un festival al que gusta sorprender a su p¨²blico intentando descolocarlo. Esta vez ha sido mediante la Virgen Mar¨ªa, reclamada mediante c¨¢nticos pop por el grupo Stella Maris, la banda de la televisiva serie La Mes¨ªas. Las seis hermanas cantaron este mi¨¦rcoles sin microfonar ¡ªel esp¨ªritu mariano lo puede todo¡ª, los c¨¢nticos ideados por el simpar d¨²o Hidrogenesse, que tambi¨¦n apareci¨® en escena entre tanta virtud. Una colla castellera alz¨® un pilar sobre el escenario, se oy¨® hasta un villancico ¡ª?en primavera!¡ª, a Albert Pla interpretando Las flores de mi jard¨ªn y Experiencia religiosa, de Enrique Iglesias, en un espect¨¢culo tan ir¨®nico y vitri¨®lico que los extranjeros, sin pautas de interpretaci¨®n, se quedaron at¨®nitos.

Antes, a primera hora de la tarde, todo era quietud en la esplanada de entrada, ¨²nico espacio habilitado para uso del p¨²blico. Entonces las colas eran una entelequia, las autofotos de hac¨ªan sin nadie detr¨¢s (aunque esto igual les restaba inter¨¦s) y en los puestos de informaci¨®n se pod¨ªa establecer conversaci¨®n con las personas que los atend¨ªan. En uno de ellos, una veterana recordaba las situaciones m¨¢s an¨®mala vividas en sus a?os de servicio: ¡°Una vez me preguntaron d¨®nde se pod¨ªa comprar cerveza¡±, dec¨ªa, a¨²n asombrada, recordando que quien preguntaba estaba sobrio. Pero lo mejor, dec¨ªa, era que en una edici¨®n apareci¨® un chaval preguntando el primer d¨ªa por un amigo al que hab¨ªa perdido. Ella segu¨ªa explic¨¢ndolo: ¡°Vino cada jornada a preguntar y no apareci¨®. Lo hizo el ¨²ltimo d¨ªa, hab¨ªa estado en la playa durmiendo, llevaba la ropa hecha jirones y pasaron por aqu¨ª muy simp¨¢ticos solo para decirme que se hab¨ªan encontrado¡±. Y dicen de los sanfermines...

Historias de... turismo

M¨¢s tarde comenz¨® a sonar la m¨²sica, tenue en el caso de Maria Jaume, encargada de abrir el festival. Pop y folk de regusto suave, voz suave e historias cotidianas en las que no pod¨ªa faltar el turismo, Maria es mallorquina. El tema que en su ¨²ltimo disco canta con Pau Debon, cantante de Ant¨°nia Font, hizo menci¨®n al tema ya titul¨¢ndose Hoteles, sol y playa. Pese a la dureza de su cometido ¡ªser el primer artista en actuar¡ª, Maria se mostr¨® ilusionada ante los tres centenares de personas all¨ª presentes.

Con el avance de las horas, supervisado por la ca¨ªda del sol, el p¨²blico, con su pluridad de idiomas y atav¨ªos, comenz¨® a llenar el recinto. La sensaci¨®n, igual que cada a?o, era como entrar en una guarder¨ªa con el patio cerrado, aunque se impon¨ªa la magia del estreno a la imposibilidad de hollar el resto del para¨ªso. Este estreno tambi¨¦n implic¨® ciertas dificultades en el funcionamiento de la aplicaci¨®n que controla las entradas, y en alg¨²n caso la tecnolog¨ªa se mostraba remisa a exhibir sus virtudes. Por ejemplo, una persona aguant¨® estoicamente a que hasta tres pistolas lectoras de c¨®digos de barras se mostrasen analfabetas, fallo que el afectado sobrellev¨® ayudado por la animosidad, comprensi¨®n y eficiencia del personal de acceso.

Ya con el segundo grupo en liza, los tensos rockeros Tropical Funk Storm, con la baterista luciendo camiseta de Aitana Bonmat¨ª, el recinto estaba casi lleno y esta primera jornada parec¨ªa una jornada casi normal, aunque sin caras de cansancio ni miradas en Venus. De hecho, al margen de Stella Maris, la mayor sorpresa la dio uno de los productos incluidos en el paquete de bienvenida a invitados y prensa, un repelente de mosquitos cuyo envase reza ¡°protege contra mosquitos que pueden transmitir el virus del Nilo Occidental¡±. Glups. Que la Virgen nos ampare.

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