El ¡®mosso¡¯ acusado de filtrar datos a delincuentes se defiende: ¡°Mentimos para sacar informaci¨®n¡±

La carrera del mosso d¡¯esquadra S. C. se derrumb¨® el 20 de diciembre de 2021. Su exmujer (polic¨ªa como ¨¦l), redact¨® una ¡°nota informativa¡± y la entreg¨® a sus superiores. All¨ª se hac¨ªa eco de unas acusaciones vertidas por B., una antigua confidente de ambos cuando trabajaban juntos en la comisar¨ªa de Sant Adri¨¤ (Barcelona). La confidente revel¨® que S. C. pasaba informaci¨®n a delincuentes del barrio de La Mina a cambio de dinero. La Divisi¨®n de Asuntos Internos (DAI) de la polic¨ªa catalana se puso manos a la obra y un juez imput¨® al agente por revelaci¨®n de secretos y cohecho. El sumario del caso, al que ha accedido EL PA?S, plantea interrogantes sobre las motivaciones de los protagonistas y sobre los m¨¦todos de investigaci¨®n de la DAI. El mosso ha pedido que se archive la causa y, mientras tanto, ha logrado que un juez anule la decisi¨®n de la Generalitat de suspenderle de empleo y sueldo.

El 19 de diciembre de 2021, S. y su expareja mantuvieron un agrio intercambio de correos electr¨®nicos, plagados de reproches mutuos, a prop¨®sito de la custodia del hijo en com¨²n. Al d¨ªa siguiente, ella redact¨® y entreg¨® la nota pese a que conoc¨ªa los hechos desde hac¨ªa una semana y pese a que, como m¨¢s tarde admiti¨® en su declaraci¨®n ante el juez, no dio credibilidad a las palabras de la confidente. ¡°Mi exmarido era un gran polic¨ªa. Me hablaron de un delito y, aunque lo puse en duda hasta la saciedad, tuve que ponerlo en conocimiento. No s¨¦ si B. [la confidente] quiso vengarse, pero si yo no hubiese informado estar¨ªa aqu¨ª quiz¨¢ como encausada y no como testigo¡±, afirm¨®. El agente fue detenido tres meses despu¨¦s: a los cuatro d¨ªas, la exmujer pidi¨® poner fin al r¨¦gimen de visitas con el menor.

La confidente cont¨® a la exmujer que el polic¨ªa (con el que ten¨ªa relaci¨®n desde hac¨ªa m¨¢s de 20 a?os) cobraba 150 euros por cada consulta que hac¨ªa en las bases de datos de Mossos sobre personas de su entorno, vinculadas a actividades delictivas en Sant Adri¨¤. En su declaraci¨®n como investigada (con derecho a mentir) ante el juez, se desdijo. Explic¨® que, tras hablar con la expareja por primera vez, se sinti¨® ¡°amenazada y acosada¡± por unos polic¨ªas que la segu¨ªan al colegio de su nieto y a la puerta de su casa. Eran agentes de Asuntos Internos y quer¨ªan ampliar la informaci¨®n. Sab¨ªan que uno de sus hijos es ¡°un delincuente¡± (ella misma lo define as¨ª) y anda siempre metido en problemas, entrando y saliendo de prisi¨®n. Y le prometieron ayuda si colaboraba.

¡°Me dijeron que, si les ayudaba, mi hijo podr¨ªa tener beneficios, que podr¨ªan hacer que saliera de prisi¨®n. Pero tambi¨¦n que pod¨ªan perjudicarle¡±, cont¨®. La exmujer, que estuvo presente en esa reuni¨®n, confirm¨® ante el juez que efectivamente los polic¨ªas hab¨ªan ofrecido a la confidente ¡°beneficios penitenciarios¡±. Fuentes policiales niegan que ofreciesen sacar al hijo salir de la c¨¢rcel y aseguran que en este tipo de situaciones se pueden ofrecer beneficios ¡°de tipo administrativo¡±, como podr¨ªa ser un cambio del lugar de trabajo de un interno en prisi¨®n. En todo caso, se?alan que la mujer no colabor¨® y fue detenida.

La nota informativa no fue la ¨²nica v¨ªa por la que la DAI sospech¨® del agente. Unas semanas m¨¢s tarde, tras un tiroteo en el barrio de Bes¨°s de Barcelona entre dos clanes, uno de ellos (los Alunda) par¨® a una patrulla y se quej¨® de que sus rivales en el tr¨¢fico de drogas contaban con el trato de favor de un mosso. Un tal S. En su comparecencia ante el juez, el polic¨ªa atribuy¨® esa acusaci¨®n al hecho de que Susana ¡°se jactaba¡± de decir que era su amigo. ¡°No puede ir diciendo por esos barrios que colabora conmigo, porque voy a tener problemas y ella tambi¨¦n¡±.

La relaci¨®n con las fuentes

Asuntos Interno acusa a S. de ¡°hacer valer su condici¨®n de agente¡± y su elevado ¡°nivel de acceso a bases de datos¡± para hacer m¨¢s de 400 consultas sobre siete individuos y pasar la informaci¨®n a cambio de dinero. El principal indicio son sus mensajes de WhatsApp: ¡°Aqu¨ª no hay nada de nada¡±. ¡°Dile al Molina no b¨²squeda, presentarse en el juzgado¡±. ¡°Ok, miro las dos cosas. Todo limpio¡±. S. admite que hizo esas consultas (¡±?y muchas m¨¢s!¡±), pero que nunca facilit¨® informaci¨®n sensible ni puso en riesgo una investigaci¨®n, menos a cambio de dinero. La defensa ha hecho una auditor¨ªa y concluye, por ejemplo, que el hijo de la confidente fue consultado por el conjunto de Mossos 30.000 veces en un a?o; S. fue responsable de 179 de esas consultas. La misma proporci¨®n se repite en las otras seis personas, lo que demuestra su ¡°inter¨¦s policial¡±.

¡°Mentimos, nos inventamos informaci¨®n o la damos tergiversada. Decimos lo que queremos porque ellos no pueden saber si es verdad o no. Nos tenemos que ganar la confianza de las fuentes; si no, no sacamos informaci¨®n¡±, declar¨® S. en una causa judicial que arroja luz sobre las relaciones complejas entre los polic¨ªas y sus fuentes en la calle. Diversos mandos de Mossos admitieron que es habitual ayudar o fingir que se ayuda a una fuente y admitieron que informaci¨®n facilitada por S. sirvi¨® para esclarecer delitos; por ejemplo, el asesinato a sangre fr¨ªa y en plena calle en Sant Adri¨¤ de Valent¨ªn Moreno, miembro de los Casuals.

Asuntos Internos sospecha que el agente pudo cobrar ¡°miles de euros¡±, aunque no aporta indicios sobre ello. Lo m¨¢s relevante es una conversaci¨®n de WhatsApp en el que S. dice a la confidente: ¡°Que te haga bizum, es instante¡±. La DAI lo interpreta como un indicio de culpabilidad. La defensa, en cambio, lo considera una prueba de descargo, ya que el polic¨ªa habla de una transferencia para ella y asume que, a veces, las fuentes ¡°se buscan la vida¡± al margen de su relaci¨®n con los polic¨ªas. En el a?o bajo sospecha, el mosso recibi¨® 295 euros en bizzums, asegura que por causas justificadas, como regalos o el pago de una cena. Para la defensa es una ¡°cantidad irrisoria¡±, por lo que es ¡°absurdo¡± decir que cobraba 150 euros por informaci¨®n, ya que tampoco consta ninguna referencia a pagos en met¨¢lico.

Tras ser detenido, la Direcci¨®n General de Polic¨ªa suspendi¨® de empleo y sueldo a S., que trabaja ahora en el sector privado. Pronto podr¨¢ regresar, previsiblemente, a los Mossos. El juzgado contencioso-administrativo 12 de Barcelona le ha dado la raz¨®n y ha tumbado la decisi¨®n de Interior al considerar que la decisi¨®n es nula porque no est¨¢ motivada. El expediente de la Generalitat ¡°no alude a indicios ni hechos concretos¡±, por lo que la falta de motivaci¨®n ha provocado indefensi¨®n al mosso, seg¨²n la resoluci¨®n.

La defensa ha pedido que se archive la causa penal con el argumento, entre otros, de que tanto la exmujer como la confidente ten¨ªan un ¡°inter¨¦s personal¡± en hacerle da?o. La primera, para lograr sus objetivos ¡°en la disputa por la guardia y custodia¡± del menor. Y la segunda porque, con el tiempo, cuando el mosso se march¨® a los servicios centrales de informaci¨®n, fue olvidada y sustituida por su nuera, con la que ten¨ªa una relaci¨®n p¨¦sima. ¡°Mi cliente ha sido la ¨²nica persona perjudicada¡±, recoge la petici¨®n de archivo, que deber¨¢ ser resuelta por el juez.

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