Las piezas comienzan a encajar para el PSC en Catalu?a
La negociaci¨®n entre los socialistas y ERC para investir a Illa, con una nueva financiaci¨®n en el centro, avanza en un clima de normalizaci¨®n pol¨ªtica no ausente de tensiones por la amnist¨ªa
Cientos de personas podr¨¢n disfrutar esta noche de la final de la Eurocopa, en la que la selecci¨®n espa?ola aspira al t¨ªtulo, ante una pantalla gigante que, por primera vez desde 2010, instalar¨¢ el Ayuntamiento de Barcelona en un lugar tan simb¨®lico como la plaza de Catalunya. La incomodidad que durante mucho tiempo ha generado la Roja, especialmente entre los pol¨ªticos nacionalistas, parece haberse desvanecido entre las gestas d...
Cientos de personas podr¨¢n disfrutar esta noche de la final de la Eurocopa, en la que la selecci¨®n espa?ola aspira al t¨ªtulo, ante una pantalla gigante que, por primera vez desde 2010, instalar¨¢ el Ayuntamiento de Barcelona en un lugar tan simb¨®lico como la plaza de Catalunya. La incomodidad que durante mucho tiempo ha generado la Roja, especialmente entre los pol¨ªticos nacionalistas, parece haberse desvanecido entre las gestas de un adolescente de Matar¨® de padre marroqu¨ª y madre ecuatoguineana llamado Lamine Yamal y el empuje de una selecci¨®n joven y liberada de muchos clich¨¦s del pasado. Pero, en Catalu?a, la euforia por la selecci¨®n llega acompa?ada de un proceso de distensi¨®n que parece abarcar desde la calle hasta el ¨²ltimo despacho de las administraciones.
Las pulsiones soberanistas siguen ah¨ª, y muy pocos independentistas han dejado de serlo. Pero las piezas del puzle pol¨ªtico, patas arriba y de imposible encaje durante una d¨¦cada larga de proc¨¦s, parecen tener ganas de buscar un cierto acople. En este contexto, los socialistas catalanes y ERC negocian con discreci¨®n la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. A favor del acuerdo est¨¢ la idea compartida por ambas partes de que Catalu?a necesita estabilidad y no unas nuevas elecciones en oto?o. En contra est¨¢ todo lo dem¨¢s, comenzando por una ERC con problemas internos y todav¨ªa muy condicionada por lo que diga de ella Carles Puigdemont, que quiere seguir ejerciendo la tutela independentista y repetir los comicios.
¡°Lo que hasta hace una semana era endiablado ahora ha pasado a ser complicado. Ya es un cambio¡±. Lo dice con toda precauci¨®n un dirigente socialista conocedor de las negociaciones que llevan a cabo ERC y el PSC bajo la atenta mirada del PSOE, que en p¨²blico se limita a ¡°acompa?ar¡± y en privado se arremanga para que la candidatura de Illa, que es la culminaci¨®n de la estrategia de Pedro S¨¢nchez en Catalu?a, llegue a buen puerto.
El ¡°cambio¡± al que se refiere el dirigente socialista llega por partida triple. En primer lugar, ha habido un golpe de tim¨®n en el discurso p¨²blico de ERC. Del ¡°no investiremos a Salvador Illa¡± de hace apenas dos meses se ha pasado al ¡°las negociaciones van bien¡±, que ha pronunciado esta semana la secretaria general del partido, Marta Rovira. ERC ha comenzado a virar el discurso, no tanto porque el acuerdo est¨¦ hecho sino porque la ¨²ltima palabra de lo que hagan los republicanos depender¨¢ de lo que voten los 9.000 militantes de la formaci¨®n. Estos, que hasta ahora siempre hab¨ªan recibido de sus dirigentes impactos negativos sobre eventuales acuerdos con el PSC, necesitar¨¢n mensajes convincentes para cambiar su posici¨®n. De ah¨ª que ERC necesite no solo un acuerdo aceptable sino que lo parezca.
Sin mayor¨ªa independentista en el Parlament, las reivindicaciones de los republicanos se centran ahora ya no en un nuevo refer¨¦ndum sino en una nueva financiaci¨®n ¡°singular¡± para la Generalitat que ERC querr¨ªa equiparable al ¡°concierto econ¨®mico¡± vasco. Eso es, que Catalu?a recaude todos los impuestos y pague al Estado por los servicios prestados m¨¢s una cuota de solidaridad. Los socialistas siguen viendo imposible este modelo, que implicar¨ªa romper la caja com¨²n, y se centran en exprimir la parte de financiaci¨®n prevista en el Estatuto y que no ha sido desarrollada a¨²n. El acuerdo, por ahora, llega hasta la puesta en marcha de un consorcio tributario que recaude todos los impuestos desde la Generalitat y que ser¨ªa paritario entre el Estado y la comunidad pero con presidencia auton¨®mica. Con todo, una cosa es recaudar y la otra es ingresar. Para los socialistas es implanteable que la Generalitat pueda quedarse con todos los impuestos por m¨¢s que se fijara una cuota de solidaridad, ya que esto romper¨ªa el modelo y no ser¨ªa tampoco aceptable para el resto de barones del PSOE.
M¨¢s all¨¢ de la financiaci¨®n, que es el aut¨¦ntico hueso, hay otras cuestiones encima de la mesa que est¨¢n avanzando a buen ritmo, seg¨²n fuentes conocedoras de las conversaciones. La primera es que Illa deje claro que no va a enmendar toda la acci¨®n de gobierno de ERC. Esto se podr¨¢ concretar en al menos media docena de flancos. Como medida inicial, Illa est¨¢ dispuesto a llevar otra vez al Parlament la ley de Presupuestos de ERC, que decay¨® el pasado marzo por falta de apoyos pero que los socialistas consideran plenamente v¨¢lida. Tambi¨¦n est¨¢n avanzadas las conversaciones sobre el mantenimiento de las pol¨ªticas de promoci¨®n de la lengua catalana con unas competencias que podr¨ªan pasar al Departamento de Presidencia ¡ªahora est¨¢n en Cultura¡ª para darle mayor empaque pol¨ªtico al asunto. Y, en el terreno social y econ¨®mico, hay disposici¨®n a impulsar medidas a favor de la vivienda, como las referidas a reducir al m¨¢ximo los contratos de alquiler de menos de 12 meses que est¨¢n tensionando sobremanera el mercado de la vivienda.
Las infraestructuras son la otra carpeta que se est¨¢ negociando. ERC pide avances r¨¢pidos en el traspaso de los trenes de Cercan¨ªas, as¨ª como cierto poder decisorio de la Generalitat sobre los aeropuertos catalanes. La negociaci¨®n avanza en el sentido de que el Gobierno catal¨¢n pueda participar en la toma de decisiones sobre El Prat, aeropuerto que tiene pendiente una ambiciosa ampliaci¨®n a la que ERC sigue oponi¨¦ndose. La f¨®rmula que todos tienen en mente es la que se aplica en el puerto de Barcelona, propiedad de Puertos del Estado pero cuyo presidente es nombrado por la Generalitat, que tiene tambi¨¦n un peso capital en su gesti¨®n.
Si el regreso de Marta Rovira desde Suiza, donde ha permanecido seis a?os para eludir la acci¨®n de la justicia, ha servido para dar un impulso crucial a las negociaciones, este lunes se esperan m¨¢s novedades. Los consejeros de Hacienda de las diferentes autonom¨ªas se re¨²nen en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera. La Generalitat acudir¨¢ al foro tras numerosos desplantes anteriores con los que quer¨ªa escenificar que Catalu?a rechaza cualquier relaci¨®n con el Gobierno que no sea estrictamente bilateral, al menos en materia de financiaci¨®n. Ahora, la consejera Nat¨¤lia Mas acudir¨¢, dice, con el ¨¢nimo de defender la financiaci¨®n singular para Catalu?a. La Moncloa da especial importancia a esa decisi¨®n de la Generalitat como se?al de normalizaci¨®n pol¨ªtica. Y se espera que haya un gesto por parte del Ministerio de Hacienda hacia la condonaci¨®n de parte de la deuda acumulada por las comunidades con el Fondo de Liquidez Auton¨®mica, el FLA, al que Catalu?a adeuda ni m¨¢s ni menos que 72.000 millones.
El term¨®metro del lunes y las negociaciones que a partir de ma?ana mismo pueda llevar a cabo presencialmente Rovira, secretaria general de ERC, marcar¨¢n el ritmo de la posible investidura. El PSC busca que el acuerdo pueda llegar a finales de este mes. Lo mismo querr¨ªan las fuentes consultadas en ERC, que no quieren apurar el plazo del 26 de agosto que fija la legislaci¨®n catalana. Someter a votaci¨®n de las bases un acuerdo en plenas vacaciones podr¨ªa ser dinamita dentro de una ERC todav¨ªa traumatizada por los malos resultados del ¨²ltimo ciclo electoral y que se encuentra abierta en canal por la pugna que mantiene el sector que lidera Rovira con el de Oriol Junqueras. A esta batalla se la ha sobrepuesto otra m¨¢s interna con la guerra sucia cruzada entre sectores de la que fue v¨ªctima el que fuera candidato de ERC al Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, con carteles difamatorios que lo relacionaban con la enfermedad de Alzh¨¦imer que sufre su hermano Pasqual. La dimisi¨®n del jefe de estrategia de la Generalitat, Sergi Sabri¨¤, y el expediente abierto a cuatro militantes no han calmado las aguas.
Tampoco ayuda la lenta aplicaci¨®n de la amnist¨ªa en lo referido a los altos cargos. Durante el primer mes de vigencia de la ley, la medida de gracia ha beneficiado a unas 80 personas, de las que 50 son polic¨ªas, una veintena son manifestantes y media docena son cargos p¨²blicos. La negativa del Tribunal Supremo a aplicarla a los dirigentes del proc¨¦s acusados o condenados por malversaci¨®n, comenzando por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, mantiene tensionado al movimiento independentista.
El otro foco de tensi¨®n llega precisamente de B¨¦lgica, donde Puigdemont sigue rehuyendo la acci¨®n de la justicia. Todos los movimientos del expresidente van enfocados a dinamitar cualquier acuerdo entre ERC y el PSC. El ¨²ltimo ha sido la convocatoria de un acto en el sur de Francia para el pr¨®ximo 27 de julio con el que busca redoblar la presi¨®n a favor de repetir las elecciones. Pero ni ERC ni la CUP parecen dispuestos a hacerle el juego. Pese a los problemas enquistados, que no son pocos, las pulsiones en favor de la distensi¨®n parecen querer imponerse en Catalu?a.
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