Dani Pich, patinador de vela ciego: ¡°Nuestra cultura n¨¢utica es m¨ªnima, a¨²n quedan muchas barreras¡±

20 metros. Esa es la distancia que separa a Dani Pich (Barcelona, 37 a?os) de la cafeter¨ªa del Eixample escogida por este patinador de vela para charlar con EL PA?S. Es agosto, el sol abrasa y Dani no est¨¢ solo: llega junto a Velvet, su perro gu¨ªa, que lo acompa?a all¨¢ donde va, siempre cerca de ¨¦l, incluso provoc¨¢ndole alguna que otra ca¨ªda. Saluda con gran entusiasmo y me agarra del brazo para llegar al caf¨¦. Dani es ciego. Perdi¨® la vista hace seis a?os, cuando era primer oficial de un buque de carga de gas natural licuado y, haciendo una revisi¨®n, un extintor le explot¨® en la cara, una tarea que jam¨¢s debi¨® hacer ya que no era su responsabilidad. Casi le cost¨® la vida. Desde ese d¨ªa, lo suyo ha sido pura supervivencia: ¡°Mi d¨ªa a d¨ªa es una aventura, desde que salgo de la cama y pongo un pie en el suelo¡±. Aun habiendo sido un camino con muchas dificultades, la distancia jam¨¢s se interpuso entre Pich y el mar, que ha sido, asegura el regatista, su ¡°salvavidas¡±.

Antes de sufrir el accidente, Pich ya estaba enamorado de la n¨¢utica. Pasaba gran parte de su vida en el mar como capit¨¢n de marina mercante. Ahora se define como un ¡°navegante intr¨¦pido¡±. Fue precisamente la ambici¨®n de cumplir su sue?o ¡ªdar la vuelta al mundo a vela¡ª lo que lo impuls¨® a volver a navegar: ¡°Pens¨¦ que esto significaba algo, aqu¨ª comenz¨® todo¡±. Tras muchas horas de pr¨¢ctica pudo encontrar su yo interior, gracias a ¡°sensaciones e informaciones¡± que le entraban por otras v¨ªas. Eso es lo que m¨¢s lo ayud¨® a situarse en su embarcaci¨®n, prestar atenci¨®n a otros sentidos, tanto al inicio como ahora. Defiende que esa es su m¨¢xima: ¡°Lo que estoy demostrando con la navegaci¨®n es que no se nos tiene que llevar, se nos tiene que dejar seg¨²n la capacidad, el conocimiento y la formaci¨®n que tenemos¡±.

No solo en la pr¨¢ctica, tambi¨¦n en la teor¨ªa la navegaci¨®n est¨¢ presente en la vida de Dani, quien est¨¢ acabando un m¨¢ster de n¨¢utica para poder iniciar el doctorado. ¡°Lo he gestionado como mi proyecto de vida, que tiene diferentes patas: Yes We Sail ¡ªuna iniciativa con la que pretende extender la vela inclusiva por todo el mundo¡ª, los estudios y el objetivo de acabar dando la vuelta al mundo a vela. Los dos primeros son los que me van a ayudar a poder cumplir el tercero¡±. Siempre lo tuvo claro. ¡°Me di cuenta de que no quer¨ªa cambiar de sector, el m¨ªo era el mar, y quise encontrar mi sitio dentro de la n¨¢utica siendo invidente, ten¨ªa todo el derecho y los conocimientos¡±. Y lo ha encontrado. Por eso ha lanzado su proyecto m¨¢s personal, Yes We Sail, el que lo hace ¡°luchar por no volver al pozo¡±. Con ¨¦l ha logrado crear el primer pat¨ªn catal¨¢n A2 adaptado del mundo llamado Lady, un homenaje a su perrita, un bulldog franc¨¦s, que muri¨® en octubre de 2023. ¡°Vivi¨® 14 a?os cuando estos perros suelen vivir hasta los ocho, ¨¦ramos culo y mierda¡±. Emocionado, cuenta c¨®mo hab¨ªa navegado junto a ella por todo el Mediterr¨¢neo y lo especial que fue: ¡°Cuando perd¨ª la vista me ayud¨® mucho, no solo emocionalmente, tambi¨¦n me hizo de perro gu¨ªa, me ayud¨® a salir a la calle¡±.

Yes We Sail naci¨® como una peque?a propuesta a la que le cost¨® encontrar financiaci¨®n. Sin embargo, ya forma parte del c¨ªrculo de iniciativas que dejar¨¢ como legado la Copa del Am¨¦rica de vela 2024 ¡ªdel 22 de agosto al 20 de octubre, en Barcelona. El proyecto llam¨® la atenci¨®n de Grant Dalton ¡ªCEO de la Copa del Am¨¦rica, que gan¨® dos veces, y capit¨¢n del Emirates Team New Zealand¡ª quien, al escuchar la propuesta, lo tuvo claro enseguida: ¡°Me respondi¨® diciendo que quer¨ªa ser el padrino del Lady¡±, cuenta Dani. ¡°Poder tener a esta persona al lado, que te admire y, adem¨¢s, sea capaz de ver la dificultad en todo esto, para m¨ª es un honor¡±.

El proyecto tiene un objetivo claro: que la vela sea paral¨ªmpica en Brisbane 2032. Lo que para su fundador no es una utop¨ªa, porque ¡°ya hay dos clases de barcos considerados para vela adaptada, adem¨¢s, en otros Juegos ya ha sido un deporte paral¨ªmpico¡±. Aun as¨ª, Dani es consciente de la dificultad y mantiene los pies en el suelo: ¡°Yo no digo que Yes We Sail vaya a ser el motor para que la vela vuelva a ser paral¨ªmpica, pero s¨ª podr¨ªa ser uno de esos granitos que ayuden a que sea posible¡±. Pese a todo, reconoce que a veces pierde la ilusi¨®n al ver que, en Espa?a, pocas instituciones trabajan para conseguirlo. ¡°Hablamos de que tenemos una gran cultura n¨¢utica pero es m¨ªnima, a¨²n quedan muchas barreras. A d¨ªa de hoy mucha gente no puede llegar a un club n¨¢utico que est¨¦ en la playa porque no hay pasarelas, si tienen alguna discapacidad f¨ªsica, y si es sensorial ya ni se lo plantean¡±.

El futuro de Dani ya tiene dos metas por cumplir: la vuelta a la isla de Wight (Inglaterra), un gui?o a la colaboraci¨®n de la Copa del Am¨¦rica de vela, ya que fue el lugar donde se inaugur¨®, en 1851, y al lago Leman (Suiza y Francia), donde se disputa la mayor regata de aguas cerradas del mundo, lo que ser¨ªa para ¨¦l una gran satisfacci¨®n. Dos prop¨®sitos que, en su momento, jam¨¢s habr¨ªa pensado. Con todo lo que ha vivido lo tiene claro: ¡°Yo s¨¦ los miedos que he pasado y estoy muy orgulloso de m¨ª mismo, aunque me cueste dec¨ªrmelo¡±. Un camino largo que a¨²n tiene muchas limitaciones pero que no habr¨ªa sido el mismo sin los dos ingredientes que asegura que lo hicieron reencontrarse: ¡°Paciencia y estar rodeado de buena gente¡±. ¡°Vivimos por inquietudes y pasiones que nos hacen tirar hacia adelante¡±.

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