La v¨ªctima de tocamientos de Sa¨¹l Gordillo niega que consintiera: ¡°Era mi jefe y pod¨ªa ser mi padre¡±

Sa¨¹l Gordillo, periodista y exdirector de Catalunya R¨¤dio, ha afrontado este martes el juicio por los tocamientos a una subordinada que pone a prueba los contornos del delito de agresi¨®n sexual y, sobre todo, la naturaleza del consentimiento. Los hechos ocurrieron en la discoteca Apolo de Barcelona y fueron grabados por una c¨¢mara de seguridad: mientras estaban en la sala de baile, Gordillo toc¨® las nalgas de Mar B., que entonces ten¨ªa 23 a?os, e introdujo la mano por debajo del pantal¨®n de ella hacia sus genitales. Pero las im¨¢genes muestran tambi¨¦n lo que pas¨® antes y despu¨¦s. Y esas escenas son objeto de interpretaciones opuestas seg¨²n los ojos de quien las mira: para el acusado, muestran que la joven ¡°llev¨® la iniciativa¡± en un flirteo que fue mutuo y plenamente aceptado; la v¨ªctima, en cambio, sostiene que nunca dio su consentimiento a lo que pas¨®: ¡°Era mi jefe y pod¨ªa ser mi padre¡±, ha declarado.

La madrugada del 2 de diciembre de 2022, parte de la plantilla de El Principal (un peri¨®dico digital ya desaparecido que entonces dirig¨ªa Gordillo) culmin¨® en la sala Apolo la celebraci¨®n de la cena de navidad de la empresa. El director y la redactora hab¨ªan llegado all¨ª en taxi junto a otro periodista. Los tres se dirigieron a la barra para pedir la consumici¨®n. Fue entonces cuando Gordillo realiz¨® los tocamientos. ¡°Puso su mano en mi culo y la movi¨®. Me acerqu¨¦ a la barra, volvi¨® por detr¨¢s y me toc¨® por debajo del pantal¨®n, por las medias. Empez¨® a mover los dedos y me masturb¨®¡±, ha explicado protegida tras una mampara para evitar el contacto visual con el acusado y mientras la jueza, Mar¨ªa Pilar Calvo, intentaba tranquilizarla: ¡°Es doloroso, pero hay que hacerlo. Piense en esto como un parto, ha de afrontarlo y despu¨¦s ya se va¡±. Minutos antes de la vista, en un gesto poco frecuente, la v¨ªctima ha dado la cara ante las c¨¢maras: ¡°Conf¨ªo en la justicia y en que la verdad ganar¨¢. He decidido hablar porque tengo claro que no he hecho nada mal y que la verg¨¹enza ha de cambiar de bando¡±.

Mar llevaba tres meses trabajando en el diario digital y ten¨ªa una relaci¨®n estrictamente profesional con Gordillo cuando lleg¨® la cena de navidad. Ha negado que esa noche le enviara se?ales sobre un supuesto inter¨¦s sexual. Ni flirte¨®, ni lig¨® ni tonte¨® con Gordillo, ha contestado a preguntas de la fiscal Pilar Izaguirre, que hasta este martes ped¨ªa para el acusado una pena de multa de 9.000 euros por un delito de agresi¨®n sexual (la ley del solo s¨ª es s¨ª borr¨® la distinci¨®n entre abuso y agresi¨®n). Al finalizar la vista, sin embargo, la fiscal ha elevado la petici¨®n a dos a?os de c¨¢rcel. ¡°No lo hice. Era mi jefe y podr¨ªa ser mi padre¡±, ha se?alado la v¨ªctima sobre la diferencia de edad (Gordillo ten¨ªa 50 a?os) y la relaci¨®n de dependencia jer¨¢rquica.

La v¨ªctima ha asegurado que tras los tocamientos qued¨® ¡°en shock e inm¨®vil¡±. ¡°Me qued¨¦ bloqueada, no entend¨ªa nada y pasaban muchas cosas por mi cabeza: impotencia, miedo¡­¡± Cuando vio llegar a sus compa?eros, fue en busca de ayuda. ¡°Ten¨ªa un ataque de ansiedad, no pod¨ªa respirar¡±. Seis de ellos, que han declarado como testigos, han confirmado su estado de agitaci¨®n. ¡°Dec¨ªa: ¡®Sa¨²l me ha tocado, creedme¡¯. Y se pon¨ªa las manos en la zona de los genitales¡±, han relatado. Los testigos han a?adido que no observaron ning¨²n coqueteo previo entre ambos. En el taxi, como ha reconocido la v¨ªctima, Gordillo le dijo que gracias a ella (era la periodista especializada en temas de g¨¦nero) estaba ¡°aprendiendo a deconstruirse¡±.

¡°El 99% lo entender¨ªa as¨ª¡±

Gordillo ha declarado en ¨²ltimo lugar para ofrecer una versi¨®n radicalmente opuesta. Ha admitido que toc¨® las nalgas de Mar, pero no la vagina sino el abdomen, y solo ¡°unos segundos¡±, por lo que ¡°no hay masturbaci¨®n posible¡±, como ella denuncia. Y si lo hizo fue porque, durante la noche, hab¨ªa recibido signos inequ¨ªvocos de inter¨¦s por parte de ella. La fiscal, incisiva, ha querido saber cu¨¢les. El periodista ha precisado que la joven le llev¨® de la mano a la pista, le acerc¨® las nalgas a los genitales, apoy¨® su cuerpo sobre ¨¦l, le roz¨® con la cara, bail¨® con ¨¦l y le dijo que le excitaba. ¡°Estaba convencido de que era consentido. El 99% de los humanos entender¨ªa que es as¨ª¡±.

El acusado ha ido m¨¢s all¨¢ y ha se?alado que fue Mar quien ¡°llev¨® la iniciativa todo el rato¡±. ¡°Vi una persona consciente, adulta, libre, que quer¨ªa establecer un juego, un flirteo¡±, ha insistido. Y ha se?alado que, despu¨¦s de los tocamientos, siguieron m¨¢s de diez minutos juntos en la misma actitud, hasta que ella incluso le invit¨® a seguirla al ba?o. En ese momento, Gordillo opt¨® por alejarse y eso ¡°enfad¨®¡± a la periodista, siempre seg¨²n su versi¨®n de los hechos.

La defensa, que ejerce el penalista Carles Monguilod, ha tratado de mermar la credibilidad de la v¨ªctima porque, en su opini¨®n, lo que explica en la denuncia (y en su declaraci¨®n de este martes en el juzgado) no se compadece con lo que muestran las im¨¢genes; por ejemplo, con el hecho de que permaneciera junto al acusado despu¨¦s de la supuesta agresi¨®n. El abogado ha afeado que acudiera con una denuncia ya ¡°redactada¡± previamente ante los Mossos y que no denunciara hasta el 20 de diciembre, tres semanas despu¨¦s. Ese d¨ªa, la empresa editora dio a conocer los planes de reducir en un 30% la plantilla por los malos resultados econ¨®micos del medio de comunicaci¨®n. Y especific¨® que los afectados ser¨ªan las ¨²ltimas incorporaciones, tal como ha reconocido uno de los testigos. Tras cuatro meses de baja, la v¨ªctima se reincorpor¨® al trabajo, donde ya no estaba Gordillo, destituido de forma fulminante por el incidente con Mar... y con otra redactora.

Gordillo afronta otro juicio por otra agresi¨®n sexual, tambi¨¦n a una redactora de El Principal, supuestamente ocurrida ese mismo 2 de diciembre. Ambos salieron juntos de Apolo y el exdirector de la radio p¨²blica catalana se ofreci¨® a llevarla en su coche hasta casa; all¨ª, seg¨²n la Fiscal¨ªa (que por este caso le pide cuatro a?os de c¨¢rcel) la agredi¨® aprovechando que la chica no pod¨ªa reaccionar ni moverse como consecuencia de la ingesta de alcohol.