Fiesta de despedida de un grupo de WhatsApp

Hace diez a?os el periodista Jordi Mercader cre¨® el grupo de mensajer¨ªa por error cuando quer¨ªa enviar por tel¨¦fono sus art¨ªculos a un grupo de amigos. Este mi¨¦rcoles se olvid¨® que est¨¢bamos convocados a las dos del mediod¨ªa en la Taverna Haddock para autodisolver Nipponia y entregar colectivamente la pistola. La excusa del abuelo Mercader no fue otra partida de petanca, juego al que se ha aficionado y gracias al que ha ganado ya alguna pata de jam¨®n. Simplemente Merca hab¨ªa abandonado el grupo y, como ¨¦l era el administrador principal, ni nos hab¨ªamos enterado. A las dos y media demasi...

Hace diez a?os el periodista Jordi Mercader cre¨® el grupo de mensajer¨ªa por error cuando quer¨ªa enviar por tel¨¦fono sus art¨ªculos a un grupo de amigos. Este mi¨¦rcoles se olvid¨® que est¨¢bamos convocados a las dos del mediod¨ªa en la Taverna Haddock para autodisolver Nipponia y entregar colectivamente la pistola. La excusa del abuelo Mercader no fue otra partida de petanca, juego al que se ha aficionado y gracias al que ha ganado ya alguna pata de jam¨®n. Simplemente Merca hab¨ªa abandonado el grupo y, como ¨¦l era el administrador principal, ni nos hab¨ªamos enterado. A las dos y media demasiados Jordis est¨¢bamos pendientes de su llegada, con algo de inquietud. Estaban presentes el secretario de estado de cultura (Jordi Mart¨ª), el m¨¢ximo responsable de econom¨ªa del Ajuntament (Jordi Valls) o el catedr¨¢tico de Derecho Procesal de la Universidad de Barcelona (Jordi Nieva).

El grupo deb¨ªa autodestruirse y Mercader no estaba all¨ª para resolver un enigma conservado durante a?os. ?Por qu¨¦ ese grupo, creado para compartir opiniones y art¨ªculos y que sobrevivi¨® al Proc¨¦s, se llamaba Nipponia? El secreto lo desvel¨® uno de los conjurados de primera hora. La clave estaba en el comedor de la residencia oficial del President de la Generalitat. Lo cuenta Ram¨®n Garc¨ªa-Bragado Ac¨ªn pocas horas despu¨¦s de hacerse p¨²blico que era la persona a la que el President Salvador Illa y la superconsellera Silvia Paneque le han pedido que dise?e la estrategia del Govern para construir 50.000 viviendas.

Resulta que no solo Artur Mas tuvo su pi?ol. Antes funcionaba en Palau el de Pasqual Maragall. Lo integraban Mercader y Garc¨ªa-Bragado y tres personas m¨¢s que en alg¨²n momento estuvieron tambi¨¦n en el grupo Nipponia: Jaume Badia, Jaume Bellmunt y Marta Grabulosa, que est¨¢ en el Haddock para confirmar punto por punto el relato novelesco que Garc¨ªa-Bragado nos va contando. Una vez a la semana la ama de llaves de la Casa dels Canonges deb¨ªa organizar una comida. All¨ª el n¨²cleo duro de presidencia discut¨ªa sobre los problemas del primer Tripartit. Los internos, que no eran pocos, o los medi¨¢ticos, que alg¨²n d¨ªa estar¨¢ bien contar con alg¨²n pormenor. Y al final de la comida, ya en los postres y con los carquinyolis entre los dedos y el vino en la garganta, se volv¨ªa al irresoluble problema principal. Ahora no lo dice, no, pero no deb¨ªa ser f¨¢cil convivir con Carod Rovira y Jordi Barbeta al mismo tiempo.

Y Garc¨ªa-Bragado, un d¨ªa que se ve¨ªa que ese problema no se iba a solucionar, lo resolvi¨® con esta frase:

- Vamos a acabar envueltos en la bandera de Jap¨®n.

Los que lo escuchaban hace veinte a?os atr¨¢s fueron m¨¢s r¨¢pidos que los veinte amigos que lo escuch¨¢bamos el mi¨¦rcoles: les iban a encular, en sentido figurado que siempre es m¨¢s doloroso.

Algunos nos fuimos de Nipponia durante la resaca del proc¨¦s y volvimos para que no se repitiese lo de la fractura. Otros se fueron para no volver. Y no pocos, desde responsables de editoriales a corresponsales de aqu¨ª y all¨ª o empresarios de la comunicaci¨®n, actuaban b¨¢sicamente de voyeurs para saber el estado de ebullici¨®n de Catalu?a. Incluso consensuamos un dec¨¢logo que Mercader public¨® en Cr¨®nica Global a mediados de 2019. Me limito a copiar los dos primeros puntos: ¡°1.- Espa?a es una democracia homologada, aunque manifiestamente mejorable como en la mayor¨ªa de los pa¨ªses occidentales. 2.- El conflicto catal¨¢n es real y no la invenci¨®n de cuatro pol¨ªticos¡±. Estuvo bien mientras dur¨®. Mientras dur¨® el proc¨¦s, vaya. Aunque todav¨ªa hoy un fundador de la ANC nos env¨ªa propaganda de un candidato al Consell de la Rep¨²blica.

A la hora de los caf¨¦s, cuando Xavier Fina se est¨¢ yendo y Garc¨ªa-Bragado debe cumplir con su nuevo cargo, llega Mercader. Aparece vestido como un cantautor existencialista, con la coleta y el gorro de clochard incluidos. Presentamos nuestros respetos al Emperador, bebemos, re¨ªmos, y bajamos las escaleras sintiendo que ya es hora de pasar p¨¢gina.