Los barrios pobres y las otras ¡®Casa Orsola¡¯ piden que se blinden tambi¨¦n a sus inquilinos
¡°Con nueve millones de euros se solucionar¨ªan los problemas de vivienda de Nou Barris¡±, advierten desde Ciutat Meridiana. En el Eixample los vecinos claman: ¡°Es una inversi¨®n en el futuro de la ciudad¡±
La compra de la Casa Orsola de Barcelona por parte del Ayuntamiento y la fundaci¨®n Habitat 3 anunciada este viernes cay¨® como una noticia agridulce. Por un lado, los colectivos de vivienda de la ciudad celebraron que los vecinos amenazados de expulsi¨®n se podr¨¢n quedar; pero, por otro, los barrios m¨¢s pobres y con ...
La compra de la Casa Orsola de Barcelona por parte del Ayuntamiento y la fundaci¨®n Habitat 3 anunciada este viernes cay¨® como una noticia agridulce. Por un lado, los colectivos de vivienda de la ciudad celebraron que los vecinos amenazados de expulsi¨®n se podr¨¢n quedar; pero, por otro, los barrios m¨¢s pobres y con desahucios frecuentes, y los otros edificios que han sido comprados y donde tambi¨¦n hay inquilinos, se preguntaron por sus casos y pidieron que se les blinde tambi¨¦n. ¡°Con los nueve millones de euros que se van a gastar en ese edificio solucionar¨ªan todo el problema de vivienda que hay en los barrios de la Zona Nord y parte del distrito de Nou Barris¡±, reaccion¨® el presidente de la asociaci¨®n de vecinos de Ciutat Meridiana, Fili Bravo, castigado por desahucios pr¨¢cticamente cada semana, muchos de ellos ejecutados en medio de grandes despliegues policiales. Ciutat Meridiana, a la cola en renta familiar, est¨¢ en la periferia de la periferia norte de la ciudad y Bravo suele preguntarse ¡°d¨®nde est¨¢ la prensa¡± cuando intentando parar desahucios hay apenas 30 o 40 personas. El viernes, se alegraba por los inquilinos de la Casa Orsola, pero lamentaba el ¡°abandono¡± de su barrio, donde todo ocurre cuesta arriba, literalmente, porque los bloques trepan por la monta?a.
En el centro de Barcelona, en pleno el Eixample, en el n¨²mero 243 de la calle de Mallorca los vecinos amenazados tras ser comprados por una empresa inversora tambi¨¦n celebraron ¡°la victoria de la lucha colectiva de Casa Orsola, hist¨®rica por la fuerza popular reunida en torno al Sindicato de Inquilinas¡±. Pero, en un comunicado, esta comunidad ped¨ªa a los pol¨ªticos ¡°que decidan entre proteger a los especuladores o proteger a los vecinos¡±: ¡°Si el Ayuntamiento lo ha hecho con Casa Orsola, tambi¨¦n lo puede hacer con Mallorca 242, los ocho bloques de Gr¨¤cia y todas las fincas afectadas por la especulaci¨®n. Es una inversi¨®n en el futuro de la ciudad¡±. Y en la calle de Tarragona, donde la propiedad de un edificio de 120 pisos de alquiler tramit¨® licencias de piso tur¨ªstico para todas las viviendas y no renuevan los contratos cuando terminan, Melanie Andrada aseguraba que Casa Orsola ¡°da ¨¢nimos a seguir luchando y organiz¨¢ndose como bloque¡±, al tiempo que lamentaba: ¡°Mientras el Ayuntamiento se lava la cara con los casos m¨¢s medi¨¢ticos, sigue sin retirar las licencias tur¨ªsticas, cuando podr¨ªa hacerlo¡±.
Al ser preguntado por el futuro de los inquilino de las otras ¡®Casa Orsola¡¯, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni afirm¨® que ¡°hay que ir estudiando cada caso¡±, pero advirti¨® de que ¡°los recursos son limitados¡± y apost¨® por cambios legislativos estructurales que ¡°cambien las reglas del juego¡± en el mercado inmobiliario. Se refer¨ªa a la aplicaci¨®n en Barcelona de la regulaci¨®n del precio del alquiler, la suspensi¨®n de licencias de pisos tur¨ªsticos prevista para 2028 para que vuelvan a ser residenciales, y la intenci¨®n de regular el alquiler de temporada.
Desde la junta de la Federaci¨®n de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB), Miquel Borr¨¤s expres¨® un sentimiento parecido: ¡°Nos alegramos de que los vecinos de Casa Orsola no se tengan que marchar tras una movilizaci¨®n impulsada por el Sindicato de Inquilinas en la que las entidades de la ciudad nos hemos volcado. Pero la duda es que Orsola no es el ¨²nico caso, cada vez hay m¨¢s compras para acabar especulando e imaginamos que el Ayuntamiento no podr¨¢ comprar todas las que hay en Barcelona¡±. De ah¨ª que Borr¨¤s se?alara que ¡°lo importante es cambiar las reglas del juego, para que estas operaciones no salgan a cuenta para las empresas¡±. Y situaba como ejemplo la petici¨®n al consistorio de que no flexibilice la norma que obliga a los promotores a destinar un 30% de los pisos que construyen a vivienda social excluyendo las grandes a rehabilitaciones.
Por parte del Sindicato de Vivienda Socialista de Catalunya, Marina Par¨¦s destac¨® que ¡°nada de esto hubiera sucedido sin la movilizaci¨®n de un sindicato¡±, pero consider¨® que la receta es ¡°un modelo peligroso¡±. ¡°Las soluciones deben ser universalizables, que el Ayuntamiento compre todos los pisos y bloques donde hay problemas de vivienda no es realista. Si se empujan medidas deben hacer pagar el coste a los propietarios para resolver una crisis que han provocado haciendo de la vivienda un negocio¡±, dijo. Este Sindicato, que apoya a los vecinos del Bloc Papallona, muy cerca de Casa Orsola y tambi¨¦n comprados por un fondo, admite que aceptar¨ªan una compra, pero que el modelo es ¡°universalizar las soluciones y que paguen los propietarios¡±.