La alegr¨ªa se desborda en la poblaci¨®n de Vila-real, que llena las calles de camisetas amarillas
Los aficionados siguieron el partido con agon¨ªa desde las terrazas de los bares y estallaron de euforia a medianoche, cuando el portero del todopoderoso Manchester United fall¨® su lanzamiento
Rozando la medianoche, los aficionados del Villareal saltaron de alegr¨ªa y llenaron de camisetas amarillas las calles de la localidad castellonense de 51.000 habitantes. Despu¨¦s de casi tres horas de angustia por una largu¨ªsima tanda de 22 penaltis, numerosos vecinos abandonaron las terrazas de los bares y el interior de sus viviendas para celebrar en los alrededores del estadio de La Cer¨¢mica, en las plazas del Llaurador y de la Vila y en la avenida de la Mur¨¤ el primer triunfo europeo de un equipo peque?o, pero grande de esp¨ªritu y juego.
Se escucharon algunas tracas y se vieron tambi¨¦n algunos fuegos artificiales. La gente dio saltos de alegr¨ªa en grupo, onde¨® las camisetas amarillas del equipo como banderas y core¨® el grito tan esperado de ¡°campeones, campeones¡±. Muchos intentaban mantener sus mascarillas, otros muchos se olvidaban de la pandemia y se fund¨ªan en abrazos, sin mascarilla o colocada a modo de bufanda. Destacaba como un faro iluminado de amarillo, m¨¢s chill¨®n que nunca, el estadio del club. El partido contra el todopoderoso Manchester United acab¨® en empate y se decidi¨® en los penaltis.
¡°Se ha hecho justicia¡±, gritaba un hombre, abraz¨¢ndose a sus amigos. ¡°Por fin, tantos a?os y tantas semifinales... Hoy ha sido un d¨ªa espectacular, hemos padecido mucho, pero lo hemos conseguido con 11 penaltis¡±, comentaba un joven. ¡°No tengo palabras, con la edad que tengo, un pueblo como Vila-real, una copa de Europa, esto es imposible. Yo soy mayor, pero estoy muy contento por la juventud, estoy hirviendo por dentro, no son del Real Madrid y ni del Bar?a, y no lo ser¨¢n jam¨¢s. Ser¨¢n siempre del Villareal¡±, dec¨ªa un hombre mayor, visiblemente emocionado, en declaraciones a la televisi¨®n valenciana ? Punt. Un joven terciaba: ¡°Desde el primer penalti ten¨ªa el coraz¨®n a 200, padeciendo, siempre padeciendo, hasta el final. Pero ha valido la pena¡±. Y otro destacaba: ¡°Ha sido una locura de partido, pero espectacular¡±. Mientras otro aficionado exclamaba: ¡°?Yeeh, que somos campeones de Europa, se?ores!¡±. Muchos cantaban el himno del club que comienza con las letras ¡°la ilusi¨®n de un todo un pueblo...¡±.
La gente no mostraba ganas de regresar a casa conforme se acercaba la una de la madrugada, hora de inicio del toque de queda (que se prolonga hasta las seis de la ma?ana) en la Comunidad Valenciana. ¡°Si el toque de queda no permite m¨¢s, ma?ana habr¨¢ m¨¢s fiesta, seguro¡±, dec¨ªa una joven. La polic¨ªa tuvo que advertir y desalojar plazas y calles cuando lleg¨® la hora.
Algunos aficionados recordaron la figura del presidente del club, Fernando Roig, que no pudo asistir al partido. El directivo volvi¨® a Espa?a tras someterse a un control anticovid realizado por la UEFA. Tal y como indican desde el club amarillo, Roig super¨® recientemente la covid-19 y viaj¨® el martes por la tarde a Gdansk (Polonia) en un vuelo privado ¡°cumpliendo con todas las garant¨ªas sanitarias¡±. Sin embargo, el comit¨¦ m¨¦dico de la UEFA ha considerado que no ha pasado el tiempo suficiente desde el contacto con el virus para poder formar parte de la burbuja del equipo, seg¨²n su estricto reglamento sanitario.
Este jueves, sobre las 18.30, un autob¨²s con los jugadores saldr¨¢ de la Ciudad Deportiva del Villareal, recorrer¨¢ las principales calles de la ciudad para celebrar el trofeo y acabar¨¢ junto al estadio.
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