¡°La igualdad no viene sola porque el patriarcado funciona por inercia¡±
Aliades, asociaci¨®n valenciana de T¨¦cnicas de Promoci¨®n de la Igualdad de G¨¦nero, pide respaldo institucional para ayudar a un cambio social
¡°La igualdad no viene sola porque el patriarcado lleva instaurado miles de a?os y funciona por inercia¡±, sostiene Ana D¨ªaz, asociada de Aliades per la Igualtat, una entidad profesional de t¨¦cnicas y t¨¦cnicos superiores en Promoci¨®n de Igualdad de G¨¦nero, que quiere poner en valor una especialidad nueva, regulada por primera vez en 2013, y concebida para educar en igualdad y prevenir las m¨²ltiples manifestaciones de la ...
¡°La igualdad no viene sola porque el patriarcado lleva instaurado miles de a?os y funciona por inercia¡±, sostiene Ana D¨ªaz, asociada de Aliades per la Igualtat, una entidad profesional de t¨¦cnicas y t¨¦cnicos superiores en Promoci¨®n de Igualdad de G¨¦nero, que quiere poner en valor una especialidad nueva, regulada por primera vez en 2013, y concebida para educar en igualdad y prevenir las m¨²ltiples manifestaciones de la violencia de g¨¦nero.
Despu¨¦s de tantos meses sin reunirse por la pandemia, una decena de asociadas se juntan en su sede en Valencia para hacer pedagog¨ªa de su trabajo. ¡°Empezamos m¨¢s como una asociaci¨®n orientada al activismo y ahora lo que estamos haciendo es reivindicar respaldo institucional. Queremos aunar todas las voces dentro de la asociaci¨®n para defender la propia figura porque si coge fuerza ayudar¨¢ a un cambio social¡±, explica D¨ªaz.
Las T¨¦cnicas promotoras de Igualdad, sean mujeres u hombres, tienen capacitaci¨®n y competencias para intervenir en todos los ¨¢mbitos. ¡°En la adolescencia est¨¢ todo ya consolidado y educar desde la infancia es la ¨²nica manera de cambiar el rumbo de la civilizaci¨®n porque el patriarcado, la subordinaci¨®n de la mujer, es rentable para la humanidad¡±, a?ade Ana Gracia, tambi¨¦n parte de Aliades. ¡°La igualdad se ense?a desde la infancia, en las aulas y tambi¨¦n en espacios no docentes como es el patio, la escola matinera, o los talleres para familias. ¡°Todos ellos son espacios de aprendizaje y socializaci¨®n¡±, aseguran.
Este ciclo formativo de FP es muy reciente y surgi¨® de una demanda social y de una mayor sensibilizaci¨®n y compromiso por parte de las instituciones. Hasta 2015 no se puede hablar de una primera promoci¨®n de t¨¦cnicas y t¨¦cnicos de igualdad: ¡°Existen estudios de g¨¦nero y puedes formarte independientemente del ciclo, pero el nuestro es el primero regulado por un real decreto. Muchas de nosotras venimos del ¨¢mbito universitario pero nos sentimos identificadas con el ciclo formativo¡±, a?ade Gracia.
?Qu¨¦ hacen los y las promotoras de igualdad? Se ocupan de programar, dise?ar y evaluar acciones vinculadas a la promoci¨®n de la Igualdad en el ¨¢mbito laboral, en el cultural, y sobre todo en el educativo, que es donde puede desplegarse una labor preventiva. ¡°Si empezamos en la educaci¨®n Secundaria, ya hemos llegado tarde¡±, sostiene Gracia.
¡°Con la igualdad ocurre como con el medio ambiente, todo el mundo sabe; pero en realidad no es as¨ª. En las concentraciones de rechazo a los cr¨ªmenes machistas, hemos visto que se utilizaban conceptos que antes no se usaban. Por ejemplo, la violencia vicaria [la que persigue da?ar a la mujer a trav¨¦s de sus seres queridos, especialmente los hijos]. Todo el mundo puede hablar de igualdad pero no todo el mundo sabe identificarla y analizarla, y tampoco sabe identificar todos los sesgos cognitivos que nos afectan. El tema de la igualdad no es como las matem¨¢ticas, genera polarizaci¨®n y diferentes opiniones¡±, prosigue la t¨¦cnica.
¡°Estamos totalmente socializadas en un caldo de cultivo machista¡±, continua D¨ªaz: ¡°a trav¨¦s de videos, programas de televisi¨®n, publicidad, se nos traslada un mensaje subconsciente, subliminal, de que la mujer est¨¢ por debajo, que es normal que nos cosifiquemos, que no debes ir por lo oscuridad porque te puede pasar algo y te culpabilizan a ti como v¨ªctima y no al agresor; y tampoco faltan esas voces que aseguran que nunca han sentido esa desigualdad¡±.
Por su experiencia, Claudia Gil, de 49 a?os, sabe que mucha gente cuestiona que la ley contra la violencia de g¨¦nero se refiera solo a las mujeres: ¡°Les explicas los datos, que si naces mujer y en funci¨®n de tu zona o cultura de procedencia, te enfrentas a diferentes tipos de violencia; pero parece que si no lo viven de forma directa, esa violencia no existe¡±. ¡°A m¨ª¡±, a?ade Teresa Ridaura, de 31 a?os, otra promotora de igualdad, ¡°me cuesta mucho hacer entender a los hombres que es un problema estructural, que no son casos aislados. Intento en lo personal aportar mi grano de arena pero es como darte contra un muro, se dan cuenta de las cosas pero algunos enseguida dicen que exageras y saltan con las denuncias falsas¡±.
A Ana Gand¨ªa, profesional procedente del mundo judicial ya jubilada, le enfada comprobar c¨®mo se enfrentan en ocasiones los tribunales a los casos de violencia de g¨¦nero. ¡°Hay muchos por qu¨¦: ?por qu¨¦ iba usted por esa calle?, ?por qu¨¦ llevaba esa ropa, por qu¨¦, por qu¨¦?¡. En cualquier otro delito, cuando vas por la calle y te roban el tel¨¦fono no te dicen ¡®?usted llevaba bien cogido el m¨®vil?¡¯.
V¨ªctor S¨¢nchez, 27 a?os, trabaja en Quart de Poblet y da clases en centros educativos sobre diferentes aspecto de la igualdad. Trabaja los roles y estereotipos con el alumnado de infantil e ilustra con una an¨¦cdota lo necesaria que es la formaci¨®n en el ¨¢mbito escolar. ¡°Recuerdo un taller de lenguaje inclusivo en una clase de 4? de Primaria donde el profesor boicoteaba mi intervenci¨®n. ¡®Y qu¨¦ m¨¢s da decir todos o todas, ?todos son todos!¡¯, repet¨ªa. Al final me dej¨® hacer mi trabajo, pero en un momento dado me pregunt¨¦ si deb¨ªa pedirle por favor que cambiase su actitud¡±.
D¨ªaz apostilla al comentario de V¨ªctor porque tambi¨¦n forma a estudiantes de Secundaria: ¡°Siempre hay alguien que te niega totalmente los datos sobre mujeres asesinadas, violaciones, etc. Hay quien cree que es una confabulaci¨®n global para decir que las mujeres son v¨ªctimas de los hombres¡±. Seg¨²n Gracia, con la violencia de g¨¦nero va a haber siempre conflicto porque es un tema escabroso. En sus clases, con el prop¨®sito de crear debate, suele preguntar a los m¨¢s esc¨¦pticos o esc¨¦pticas: ¡°?Con esta ley de violencia de g¨¦nero, ?a las mujeres que matan a sus parejas no les pasa nada? ?Realmente vivimos en un pa¨ªs en que una mujer puede matar a su marido y no le pasa nada? ?Espa?a es un pa¨ªs en el que las mujeres podemos permitirnos hacer lo que nos d¨¦ la gana?¡±, inquiere en un intento de hacerles reflexionar.
Las sesiones siempre se quedan cortas para las promotoras de igualdad. 50 minutos no bastan para ahondar en una cuesti¨®n tan vasta. ¡°Por eso reivindicamos una actuaci¨®n continuada, que no sea con motivo del 25N o del 8M, y que nos permita tambi¨¦n tener un contacto continuado con la realidad¡±, propone Gracia.
Otro tema que suscita debate son el reparto de roles, a?ade Visa Promig despu¨¦s de a?os de trabajar en el ¨¢mbito de la moda. ¡°Se perpet¨²an los roles y estereotipos y en lugar de avanzar, los separamos cada vez m¨¢s. Y a partir de los cuatro a?os ya es muy dif¨ªcil cambiarlos. Estamos constantemente clasificando desde que nacemos, con los colores, el rosa, con el tipo de juguetes, y todo va sumando¡±.
Pepa Naval¨®n recuerda su experiencia a trav¨¦s de los talleres de teatro. ¡°Mujeres de distintas edades que, haciendo teatro, descubrieron que hab¨ªan sufrido violencia de g¨¦nero. Para ellas era normal que sus maridos les pidieran la botella de vino a gritos o les exigieran la ropa limpia encima de la cama. Fue una experiencia muy motivadora. Hubo alguna mujer en el grupo que con 70 a?os se separ¨®¡±, recuerda.