La presi¨®n vecinal retrasa el desalojo de 12 familias de dos edificios en riesgo de derrumbe en Valencia

La tensi¨®n se fue calmando conforme pasaban las horas. Unidades de las polic¨ªas local y nacional de Valencia se hab¨ªan apostado a las ocho de la ma?ana de este lunes para desalojar a los cerca de 30 vecinos de 12 familias que ocupan ocho viviendas en dos edificios de Valencia. Les esperaban alrededor de 50 j¨®venes del barrio, integrantes del Sindicato Construyendo Malilla, adem¨¢s de los vecinos y de los periodistas, para protestar por la decisi¨®n que el Ayuntamiento justifica por el riesgo de derrumbe de ambas fincas. Los agentes se encontraron con las puertas cerradas y una fuerte contestaci¨®n. La polic¨ªa evit¨® recurrir a la fuerza. S¨ª entraron en las viviendas y evaluaron la situaci¨®n los bomberos, los t¨¦cnicos y el asistente social. Se habl¨®, se grit¨®, se discuti¨® y al final se acord¨® retrasar 10 d¨ªas el desalojo para dar m¨¢s tiempo a los vecinos a buscar alternativas y gestionar las ayudas municipales de emergencia previstas en estos casos.

El rumano Stephan Nicolau, padre de cuatro hijos, llev¨® la voz cantante de los vecinos en la negociaci¨®n con el jefe policial presente. ¡°He dado mi palabra y tambi¨¦n mi mano y he de cumplir. Pero somos familias muy desfavorecidas y pobres que no podemos pagar un alquiler normal, adem¨¢s de la luz y el agua. A ver c¨®mo lo hacemos. Al menos tenemos 10 d¨ªas m¨¢s¡±, explica este rumano, que lleva 11 a?os en Espa?a y 35 trabajando en la obra. Alude a esta experiencia para asegurar: ¡°las dos fincas no est¨¢n tan mal, no est¨¢n en ruinas¡±. Un arquitecto municipal, sin embargo, las revis¨® la pasada semana y consign¨® el riesgo de derrumbe de los n¨²meros 9 y 11 de la calle Manuel Arnau. Por ello, el Ayuntamiento dio 72 horas a los vecinos para abandonarlas, un plazo que se alarg¨® por primera vez hasta este lunes antes de dar el nuevo margen de 10 d¨ªas. ¡°?Y d¨®nde vamos a ir de aqu¨ª a 10 d¨ªas? A los perros los tratan mejor que a nosotros. Ahora no tengo trabajo. Cobro 360 euros de ayuda. No s¨¦ ad¨®nde ir¨¦¡±, comenta Lacatus Illie, que cuando puede se dedica a recoger chatarra. Los rumanos son mayoritarios entre los vecinos afectados.

Jes¨²s Cloquell, miembro del sindicato vecinal que pide ser tambi¨¦n interlocutor con las administraciones, explica: ¡°Hemos conseguido parar el desalojo y aplazarlo 10 d¨ªas. Ganamos tiempo pero no es una soluci¨®n definitiva. Servicios Sociales ofrece ayudas a las familias para el alquiler [adem¨¢s de ayudas para la manutenci¨®n]. Se reunir¨¢n el Ayuntamiento y la Generalitat para buscar una soluci¨®n¡±. Ese plazo de 10 d¨ªas ha sido posible porque las casas ¡°est¨¢n en riesgo, pero no en riesgo inminente¡±, a?adieron, tras la inspecci¨®n de los bomberos. Entre las consignas escuchadas: ¡°Despierta vecina, desahucian en tu puerta¡±.

Seg¨²n los vecinos, el Ayuntamiento, a trav¨¦s de Servicios Sociales, ha ofrecido pagar la fianza y los tres primeros meses de un alquiler. Y a?aden: ¡°Esta propuesta no es una alternativa v¨¢lida porque la precaria situaci¨®n de estas familias no les permite tener ingresos fijos (la mayor¨ªa no tienen n¨®mina) y nadie les va a firmar ning¨²n contrato de alquiler¡±. Seg¨²n el movimiento vecinal, ¡°en cuanto se acabaran las ayudas de Servicios Sociales, la mayor¨ªa de estas familias no podr¨ªan seguir pagando los alquileres y ser¨ªan desahuciadas¡±. Fuentes municipales apuntan que se est¨¢ trabajando con las familias afectadas, cada una con sus problemas, desde hace tiempo. Sobre todo, desde el estallido de la pandemia, pero insisten en que la soluci¨®n no es sencilla.

La calle Manuel Arnau, una v¨ªa perpendicular a la calle de San Vicente, casi a la altura de la Cruz Cubierta, est¨¢ jalonada por dep¨®sitos de agua potable, donde se abastecen sus habitantes. En esta calle, donde no hay agua corriente en muchas viviendas, se han concentrado numerosos vecinos de zonas aleda?as. Algunos desplegaron una mesa y unas sillas para seguir los acontecimientos de esta ma?ana, que han durado cerca de cuatro horas.