La profec¨ªa de Mart¨ªnez Dalmau
¡°Me ten¨¦is que ayudar, porque si yo me voy esto es el apocalipsis zombie¡±, afirmaba el vicepresidente segundo de la Generalitat, de Podem, un mes antes de anunciar su marcha
A finales del pasado mes de julio, el todav¨ªa vicepresidente segundo del Gobierno Valenciano y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclim¨¢tica, Rub¨¦n Mart¨ªnez Dalmau (Podem), gestion¨® con la Presidencia del Consell incorporar a su equipo de asesores la figura de un profesional de la informaci¨®n al objeto de reforzar el gabinete de comunicaci¨®n de su departamento. El mensaje que transmiti¨® a sus interlocutores fue premonitorio: ¡°Me ten¨¦is que ayudar, porque si yo me voy esto es el apocalipsis zombie¡±. Suponemos que con su met¨¢fora inspirada en las profec¨ªas de Nostradamus ¡ªde quien se cuenta que vaticin¨® para 2021 la aparici¨®n de ¡°personas medio muertas¡±¡ª Dalmau advert¨ªa del caos que pod¨ªa suponer su renuncia a continuar en el Consell y su consiguiente sustituci¨®n por otro dirigente de Podem m¨¢s arisco con sus socios del tripartito Gobierno del Bot¨¢nico y sometido a la tutela de la coordinadora general y portavoz parlamentaria de los morados valencianos, Pilar Lima.
Dalmau result¨® tan premonitorio como el adivino franc¨¦s, auxiliado este, eso s¨ª, por una pandemia mundial que ha dejado un reguero de muertos por todo el planeta. Un mes despu¨¦s de su advertencia, a finales de agosto, el vicepresidente y conseller anunci¨® su decisi¨®n de abandonar el Consell para regresar a ese ¨²tero confortable que es el aula universitaria en comparaci¨®n con la aspereza del cuadril¨¢tero pol¨ªtico.
El paso de Dalmau provoc¨® desconcierto en los primeros momentos, m¨¢s en las filas de la oposici¨®n que en las del propio Consell, cuyo presidente, el socialista Ximo Puig, hab¨ªa sido advertido de la inminente crisis. Tambi¨¦n alent¨® numerosas teor¨ªas, travestidas de elucubraciones, sobre las ra¨ªces de la decisi¨®n, que elud¨ªan las socorridas y vacuas ¡°razones personales¡± esgrimidas por Dalmau y por cuantos protagonizan episodios de corte similar. Peor lo tienen quienes son cesados y no pueden excusarse en los motivos personales para justificar la expulsi¨®n del olimpo pol¨ªtico. Verbigracia, el exministro Jos¨¦ Luis ?balos. A punto de cumplirse dos meses de la remodelaci¨®n del Gobierno acometida por Pedro S¨¢nchez, seguimos sin saber las causas que llevaron a la defenestraci¨®n del valenciano, considerado hasta aquel momento una pieza destacada del entramado ministerial monclovita y fact¨®tum, como secretario de Organizaci¨®n, de la maquinaria socialista. A ?balos no le mat¨® el acoso de la oposici¨®n, por m¨¢s que arremetiesen contra ¨¦l a cuenta de peliagudos asuntos, ni la falta de apoyos medi¨¢ticos. Le mat¨® quien le encumbr¨® y le acab¨® de rematar el silencio posterior a su cese: ni una sola voz socialista se ha levantado en defensa de su legado.
?Por qu¨¦ se larga el vicepresidente Dalmau a mitad de legislatura, con la gesti¨®n pand¨¦mica encauzada v¨ªa campa?a de vacunaci¨®n y restricciones, la recuperaci¨®n en marcha, unos fondos europeos a punto de arribar que, sin duda, favorecer¨¢n a sus competencias, y con una relaci¨®n lealmente cordial con sus socios de gabinete? Despachar el asunto aludiendo a las evidentes discrepancias que manten¨ªa con la actual direcci¨®n de su organizaci¨®n, reflejadas en la falta de apoyo a su gesti¨®n denunciada por su compa?era y tambi¨¦n damnificada de Lima y su equipo, Naiara Dav¨®, roza lo insustancial. Avezados pol¨ªticos de colmillo retorcido como Winston Churchill, Konrad Adenauer o Giulio Andreotti dejaron para la posteridad c¨ªnicos aforismos sobre las grandes decepciones que provocan los compa?eros de filas y las precauciones a adoptar para sortear con ¨¦xito los pu?ales por la espalda de los propios. M¨¢s cercana resulta la experiencia vivida por el actual presidente del Gobierno de Espa?a, Pedro S¨¢nchez, quien ajust¨® cuentas con sus conmilitones y plasm¨® su experiencia de traici¨®n, muerte y resurrecci¨®n pol¨ªtica en un ensayo titulado Manual de resistencia. Si las cuitas org¨¢nicas de Podem est¨¢n tras su abandono, Dalmau no ha querido, sabido o podido resistir.
Alg¨²n d¨ªa sabremos -o no- la verdad que se esconde tras esta renuncia temprana y el nombramiento de H¨¦ctor Illueca como suplente. Meses atr¨¢s, cuando Podem andaba en proceso de primarias para elegir una nueva direcci¨®n, el nombre de Pilar Lima se lanz¨® a modo de globo sonda para ver el nivel de aceptaci¨®n que tendr¨ªa en el Bot¨¢nico el relevo de Dalmau por la susodicha. Alineada Lima con Pablo Iglesias y el sector de Podemos m¨¢s combativo en sus pronunciamientos, en el ala socialista del Consell tal posibilidad caus¨® estupor.
El propio presidente Ximo Puig ha acotado con sus declaraciones el alcance de la crisis provocada por la renuncia de Dalmau. No aprovechar¨¢ para acometer una remodelaci¨®n de mayor enjundia de su ejecutivo, aunque de ella se viene hablando desde hace meses y est¨¢n m¨¢s que perfilados los cambios a introducir, sin que ello suponga prescindir, salvo por voluntad propia, de ninguno de sus consellers. Cualquier movimiento en dicho sentido no se producir¨¢ hasta que los socialistas valencianos celebren su Congreso de noviembre en Benidorm (Alicante) y la pandemia y sus secuelas dejen de inaugurar los informativos diarios. Igual, nunca. El socialdem¨®crata Puig nos ha salido conservador y ajeno a dar estocadas. Por otro lado, si el president vuelve a barajar la idea del adelanto electoral, opci¨®n no descartable que respaldan sus prerrogativas institucionales, tampoco tendr¨ªa mucho sentido hacer crisis en un Consell que a partir de enero podr¨ªa ponerse en modo campa?a electoral. Los tiempos de S¨¢nchez son diferentes: ¨¦l s¨ª tiene previsto agotar la legislatura e, incluso, alargarla dentro de los m¨¢rgenes legales. A Espa?a le corresponde la presidencia de turno de la UE en el segundo semestre de 2023 y piensa disfrutar de ese gran momento.
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