Corrupci¨®n y urnas
La macrocausa judicial del ¡®caso Azud¡¯ investiga una trama de presunta corrupci¨®n en la que un ramillete de empresarios, a cambio de satisfacer mordidas y regalos a pol¨ªticos del PP y del PSPV-PSOE, se beneficiaba de adjudicaciones irregulares de contratos p¨²blicos
Pablo Iglesias, exl¨ªder de Podemos, desvel¨® tiempo atr¨¢s en una entrevista radiof¨®nica que Iv¨¢n Redondo, anta?o director del gabinete de Pedro S¨¢nchez, aplicaba una t¨¢ctica pol¨ªtica inspirada en el ¡°ajedrez aleatorio¡±. Consiste en una variante del juego de estrategia ideada por el campe¨®n ajedrecista Bobby Fischer. En esencia, exige hacer jugadas inveros¨ªmiles que cambian por completo la realidad del tablero. ¡°A partir de ah¨ª¡±, explicaba Iglesias, ¡°la habilidad y velocidad de los jugadores es determinante¡±. La moci¨®n de censura presentada por el PSOE a Mariano Rajoy en 2018 fue fruto de dicha t¨¢ctica, con el resultado que todos conocemos.
En el tablero pol¨ªtico valenciano, a la vista de los ¨²ltimos acontecimientos, parece que alguien se afana en practicar el ¡°ajedrez aleatorio¡±, sembrando confusi¨®n y p¨¢nico entre los principales actores pol¨ªticos.
El levantamiento parcial del secreto de sumario del caso Azud suma picarescos detalles a lo que ya sab¨ªamos. Esta macrocausa judicial investiga una trama de presunta corrupci¨®n en la que un ramillete de empresarios, a cambio de satisfacer mordidas y regalos a pol¨ªticos del PP y del PSPV-PSOE, se beneficiaba de adjudicaciones irregulares de contratos p¨²blicos en el ayuntamiento de Valencia, presidido por la entonces alcaldesa Rita Barber¨¢ y mangoneado por su primer teniente de alcalde y principal investigado, Alfonso Grau. La operativa se extend¨ªa a otros municipios de la Comunidad Valenciana. Hasta aqu¨ª, lo sabido/intuido. Los diarios desgranan estos d¨ªas p¨ªldoras del amplio sumario y vamos de sorpresa en sorpresa, al descubrir, por ejemplo, que ex referentes de Comprom¨ªs ¡ªtodo son ¡°ex¡±¡ª como Pere Mayor tambi¨¦n aparecen en los papeles judiciales, o que un testigo afirma que el PSPV-PSOE sufrag¨® parte de la campa?a de Uni¨®n Valenciana en 2007 ¡ªcon factura endosada a una de las empresas de la trama¡ª para fortalecer a la organizaci¨®n fundada por Lizondo en detrimento de un PP valenciano que se ofrec¨ªa imbatible ante las urnas.
Unidas Podemos, Cs y Vox escapan a esta hoguera de las vanidades de cargos p¨²blicos, presuntamente venales, levantada a base de relojes car¨ªsimos, maletines de piel noble, a?adas de vino reflejadas en la Gu¨ªa Pe?¨ªn y comisiones millonarias que convierten a Luis Medina y su socio, los de las mascarillas madrile?as, en m¨ªseros aprendices de brujo. El montante de las comisiones ilegales en met¨¢lico ascendi¨®, al menos, a siete millones de euros, seg¨²n el sumario, al margen de la mayor¨ªa de regalos a cambio de favores urban¨ªsticos entre 1999 y 2013. Solo en el Ayuntamiento de Valencia. En esas fechas los tres partidos rese?ados o no exist¨ªan o apenas empezaban su trayectoria pol¨ªtica.
Podemos rasgarnos las vestiduras y exigir limpieza y responsabilidades. Pero nada de todo eso conjurar¨¢ el da?o que este tipo de noticias provoca entre una ciudadan¨ªa exhausta de soportar la carga de crisis sucesivas.
Cada titular ilustrativo de pr¨¢cticas corruptas por parte de cargos p¨²blicos refuerza el falaz argumento de ¡°todos son iguales¡±, incrementa la cultura de la desafecci¨®n pol¨ªtica y socava los cimientos de un sistema democr¨¢tico que corre el riesgo de implosionar.¡±
?Pasa factura electoral la corrupci¨®n pol¨ªtica? Seg¨²n expertos en la materia, los hay que opinan que s¨ª, aunque de forma muy restringida, frente a los que aluden a su autor¨ªa para generar cambios de ciclo pol¨ªtico como los vividos en la Comunidad Valenciana ¡ªcaso G¨¹rtel¡ª y Andaluc¨ªa ¡ªcaso de los ERES¡ª, acaecidos en paralelo a la repercusi¨®n p¨²blica de las tramas citadas.
Igual dentro de un a?o, cuando nos convoquen a las urnas, nos encontramos con la sorpresa de que la abstenci¨®n es la opci¨®n m¨¢s electa o que el votante act¨²a m¨¢s por descarte que por convicci¨®n. Habr¨¢ quien a¨²n se pregunte qu¨¦ ha pasado.
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