Posidonia: Basura o barrera natural
El Gobierno valenciano impulsa una nueva normativa que impide la retirada de los restos de plantas de las playas de la Comunidad Valenciana
Las playas de la Comunidad Valenciana empiezan a recibir a los primeros ba?istas. El litoral valenciano ha vivido su primavera m¨¢s h¨²meda desde 1950 marcada por temporales que han provocado la p¨¦rdida de arena y la acumulaci¨®n de restos de arribazones en la orilla. Unas monta?as de plantas que los ayuntamientos hasta ahora retiraban como foco de basura y malos olores y que el Gobierno valenciano quiere ahora proteger a trav¨¦s de un nuevo decreto.
El documento para la conservaci¨®n de las praderas de posidonia marina en la Comunidad Valenciana persigue la regulaci¨®n de los usos que puedan afectar a lo que se considera ¡°el bosque del Mediterr¨¢neo¡±. Una extensi¨®n de m¨¢s de 30.000 hect¨¢reas de esta especie de faner¨®gamas marinas end¨¦mica de la zona que tiene un importante valor ambiental. La valenciana es, precisamente, la segunda autonom¨ªa en superficie de posidonia despu¨¦s de Baleares, que tambi¨¦n cuenta con su norma para la protecci¨®n de esta especie vulnerable.
Aunque en ocasiones los ba?istas tienden a huir de los restos de algas en el agua o en la arena al considerarlas como suciedad, lo cierto es que la posidonia es un aliado contra el cambio clim¨¢tico, ya que son captadores de CO2. Adem¨¢s, suponen una barrera natural frente a la regresi¨®n de la costa, son bioindicadores de la buena calidad de las aguas y fuente de una rica biodiversidad marina que acoge a m¨¢s de 1.000 especies de fauna y 400 de plantas.
Para su protecci¨®n, la Consejer¨ªa para la Transici¨®n Ecol¨®gica busca regular con el decreto, no solo estas comunidades biol¨®gicas, sino tambi¨¦n la gesti¨®n de los restos que llegan a las playas y que suponen una barrera natural contra la p¨¦rdida de arena. Esos montones de restos vegetales arrastrados por el mar tambi¨¦n tendr¨¢n una protecci¨®n especial entre los meses de octubre a marzo.
A partir de ahora, los ayuntamientos deber¨¢n solicitar una autorizaci¨®n previa para proceder a su retirada. El director del Instituto de Ecolog¨ªa del Litoral, Gabriel Soler, explica que estas hojas secas de posidonia que recalan en la orilla poseen sedimentos naturales de la playa. Soler indica que cuando se eliminan ¡°el 80% es arena y, por tanto, su eliminaci¨®n contribuye a la erosi¨®n y la p¨¦rdida de calidad de la playa¡±. Elche se ha afanado en las ¨²ltimas semanas por retirar m¨¢s de 200 metros c¨²bicos de algas de su litoral. Sin embargo, hay municipios que est¨¢n demandando una gesti¨®n espec¨ªfica.
Santa Pola, que tiene delimitadas 13 playas, siete urbanas y seis naturales. La alcaldesa del municipio, Loreto Serrano (PP), ha reclamado a la consejer¨ªa que se les permita la retirada de la posidonia de la arena, al menos de las playas urbanas, por la gran cantidad de restos vegetales que reciben. En los pr¨®ximos d¨ªas, ambas administraciones mantendr¨¢n una reuni¨®n para poder llegar a un acuerdo porque, seg¨²n afirma Serrano, ¡°Santa Pola no tiene las mismas caracter¨ªsticas que otros municipios¡±. De hecho, la localidad cuenta con un informe elaborado por el Instituto de Ecolog¨ªa del Litoral que tambi¨¦n avala la reclamaci¨®n del Ayuntamiento para retirar el exceso de algas. Gabriel Soler explica que la localidad tiene justo enfrente la reserva de la Isla de Tabarca con una pradera de posidonia muy extensa que genera una importante cantidad de hojas. Adem¨¢s, Loreto Serrano a?ade que por la estructura de su litoral acotado por espigones, se crea un efecto que no permite el retorno de los restos vegetales al mar.
Desesperaci¨®n
La alcaldesa ha mostrado su desesperaci¨®n porque no dan abasto para retirar la posidonia acumulada en la arena. Desde el 9 de abril, los servicios de limpieza de playas han recogido m¨¢s de 12.000 metros c¨²bicos de algas, lo que equivale a 1.000 camiones. En tan solo unas semanas, se han retirado m¨¢s restos de posidonia que durante todo 2019 (10.754 metros c¨²bicos) y cerca de lo que se acumul¨® en 2021 (13.792 metros c¨²bicos). Serrano insiste en que es perjudicial para la imagen del municipio mantener esta gran cantidad de algas en las orillas de sus playas.
La localidad cuadruplica su poblaci¨®n en los meses de verano y la alcaldesa insiste en que el resto del a?o mantienen un alto nivel de ocupaci¨®n y visitantes que no podr¨¢n disfrutar de las actividades que se programan en la arena, sobre todo para los mayores, si se mantienen las monta?as de restos. Adem¨¢s, avanza las acusaciones de falta de limpieza aunque ¡°no las retiramos porque no nos dejan¡±.
Para hacer cumplir la nueva normativa, la Consejer¨ªa para la Transici¨®n Ecol¨®gica tambi¨¦n advierte en el decreto de que se va a intensificar la vigilancia en los municipios costeros. Sin embargo, Loreto Serrano afirma que, por el momento, les han trasladado que los incumplimientos que se cometan no van a comportar ning¨²n tipo de sanci¨®n. Santa Pola, adem¨¢s, para dar salida a las algas, lleva alg¨²n tiempo reutiliz¨¢ndolas en proyectos de econom¨ªa circular, como tambi¨¦n recomienda la nueva normativa.
Una empresa local est¨¢ haciendo sustratos de las algas aunque, de momento, con una producci¨®n peque?a. El Ayuntamiento quer¨ªa aprovechar estos restos para sellar y clausurar vertederos en desuso, pero en este sentido pero para la alcaldesa la norma es ambigua y ¡°no queda claro si los restos de la posidonia est¨¢n catalogados como resto vegetal o residuo¡±. Sin embargo, Gabriel Soler puntualiza que son material vegetal que al sacarlos de la arena y manipularlos se convierten en residuos y, por tanto, no pueden emplearse en nada que no sean iniciativas de reutilizaci¨®n. Aun as¨ª, Soler aclara que el proceso que se emplea para retirar la sal y el secado de las algas consume demasiada energ¨ªa y no resulta rentable a la iniciativa privada.
La normativa tambi¨¦n pone el acento en otro de los agentes de mayor impacto sobre las praderas de posidonia como es el fondeo de las embarcaciones. El entorno de la Isla de Tabarca es uno de los m¨¢s masificados cada verano por la llegada a diario de lanchas de recreo. Por ello, se han sustituido los antiguos amarres que perjudicaban el fondo marino por unos de tipo ecol¨®gico que se sujetan con un tornillo helicoidal que eleva una boya a la que pueden anclarse las embarcaciones. Aun as¨ª, la Asociaci¨®n de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha presentado alegaciones al Servicio Provincial de Costas por autorizar m¨¢s de 120 boyas de amarre ecol¨®gico para este verano. El grupo ecologista lo considera ¡°desproporcionado¡± y exige que se reduzcan a tan solo 50. Pero, Gabriel Soler advierte que este tipo de sujeci¨®n para el fondeo no conlleva un impacto ambiental.
La norma persigue, en un contexto de emergencia clim¨¢tica, la conservaci¨®n de la biodiversidad marina y de la buena calidad ambiental de las playas. Un objetivo que, a su vez, debe hacerse compatible con la actividad tur¨ªstica tan perjudicada en los meses m¨¢s duros de la pandemia y con las caracter¨ªsticas concretas que presentan los diferentes municipios de la regi¨®n valenciana.
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