El jurado declara culpable de homicidio a un hombre por el suicidio de un menor tras enviarle 119 mensajes de acoso
El acusado ¡°era sabedor de la angustia que le estaba causando¡± al chico de 17 a?os que se mat¨® en 2016, pero no cej¨® en sus amenazas por WhatsApp. El fiscal pide 14 a?os de c¨¢rcel
Un jurado popular ha declarado este mi¨¦rcoles culpable de homicidio, con la agravante de superioridad, a Vicente Parad¨ªs por causar la muerte de un menor que se suicid¨® tras recibir 119 mensajes de acoso. ¡°Era sabedor de la angustia y el desasosiego que le estaba causando, hasta el extremo de querer quitarse la vida, y conociendo la alta probabilidad de que se produjera la muerte del menor y acept¨¢ndolo, continu¨® mand¨¢ndole mensajes¡±, ha se?alado el jurado en su veredicto, cuyas conclusiones han sido respaldadas por siete de sus nueve miembros. El fiscal pide 14 a?os de c¨¢rcel para el condenado, de 62 a?os, y la acusaci¨®n, 15 a?os. Ahora el magistrado tendr¨¢ que definir las penas y determinar el momento del ingreso en prisi¨®n del ya condenado.
Apenas ocho horas despu¨¦s de que comenzara la deliberaci¨®n, el jurado ha emitido su veredicto en la sala 18 de la Ciudad de la Justicia de Castell¨®n. Impasible, el acusado, vestido de negro, cruzado de brazos y con la mirada fija en el portavoz, ha escuchado la lectura de los hechos considerados como probados y, por tanto, que lo se?alan como culpable de causarle la muerte a Iv¨¢n, que ten¨ªa 17 a?os. Dos mensajes han sido claves para la decisi¨®n. El primero, uno de los cerca de una docena de los emitidos por el chaval, advirtiendo de que se iba a quitar la vida: ¡°Me voy a suicidar¡±; el segundo, del hombre, contest¨¢ndole ¡°eso es cosa tuya¡±. El jurado considera que pese a las s¨²plicas, las peticiones de perd¨®n y la angustia del menor, el acusado en ning¨²n momento le dijo que no lo hiciera.
Adem¨¢s, los miembros del jurado han considerado que las diligencias policiales practicadas fueron correctas y que se mantuvo la cadena de custodia del m¨®vil del menor, cuya posible ilegalidad fue el principal argumento de la defensa del acusado durante el juicio.
Seg¨²n el jurado, adem¨¢s de la condena por homicidio, al condenado se le debe aplicar la agravante de superioridad, puesto que Parad¨ªs sab¨ªa que la persona con la que hablaba era menor de edad ¡°y se aprovech¨® expresamente y concretamente de tal situaci¨®n, sabiendo y conociendo de la inmadurez y de la vulnerabilidad del menor¡±.
Los hechos se remontan a 2016. El joven entr¨® en una p¨¢gina de contactos y comenz¨® a comunicarse con el acusado, casi 40 a?os mayor que ¨¦l. Luego debi¨® de arrepentirse y empez¨® el hostigamiento, que dur¨® siete horas. Durante solo tres de ellas, Parad¨ªs le envi¨® 119 mensajes. El menor, Iv¨¢n, contest¨® a algunos. Pidiendo disculpas, suplicando y advirti¨¦ndole de que se quitar¨ªa la vida. Los mensajes del hombre no pararon. ¡°Si te suicidas, les dejar¨¢s el marr¨®n a tus pap¨¢s¡±, ¡°vas a llorar l¨¢grimas de sangre delante de los jueces y de tus padres¡±, fueron algunas de las respuestas que encontr¨®. Hasta ocho meses despu¨¦s del suicidio, cuando se produjo el volcado del contenido del m¨®vil, no se descubri¨® el asedio al que hab¨ªa sido sometido el chico.
Tanto el fiscal como la acusaci¨®n particular se han basado en una doctrina llamada de imputaci¨®n objetiva, que el Tribunal Supremo explica as¨ª: ¡°La esencia de la teor¨ªa de la imputaci¨®n objetiva radica en la idea de que el resultado lesivo debe serle imputado al acusado siempre y cuando dicho resultado sea la consecuencia o realizaci¨®n de un peligro jur¨ªdicamente desaprobado creado por aquel, pues si la v¨ªctima no se hubiera encontrado en la situaci¨®n creada por el autor, no se hubiera producido el resultado que finalmente tuvo lugar¡±.
Ante la dificultad que para un jurado popular pod¨ªa suponer la comprensi¨®n de esta doctrina cuando el C¨®digo Penal se?ala que el homicida es el que mata a otro, las acusaciones plantearon la opci¨®n de castigarle con un delito alternativo, el homicidio imprudente grave (que es el que se aplica a muchos casos de conducci¨®n temeraria con v¨ªctimas mortales). A estas dos posibilidades, el magistrado a?adi¨® una tercera, homicidio imprudente leve, adem¨¢s de una cuarta que, de haber sido considerada por el jurado, hubiera supuesto la absoluci¨®n del acusado.
El abogado que representa a la familia del menor, Juan Luis Serrano, considera que los miembros del jurado han entendido la teor¨ªa que ¨¦l mismo resume como ¡°si creas un riesgo ilegal y asumes el resultado que puede provocar, eres culpable¡±. El letrado ha querido destacar adem¨¢s el sufrimiento de la familia durante los seis a?os que ha durado el proceso. ¡°Al fin pueden descansar¡±, ha dicho.
El jurado ha sido un¨¢nime a la hora de considerar probado que la conversaci¨®n entre el chaval y el adulto se produjo. ¡°Te voy a ense?ar a no hacer perder el tiempo¡±, ¡°te voy a ense?ar a no fastidiar¡±, ¡°voy a por ti¡±, ¡°te juro que te vas a comer un buen marr¨®n¡±, ¡°voy a arruinar a tus padres por tu culpa¡±, ¡°t¨² te metiste en este problema y lo vas a pagar¡±, ¡°tengo toda la conversaci¨®n y la voy a publicar con tu n¨²mero de tel¨¦fono¡±, ¡°eres menor, mejor para m¨ª, por meterte en una p¨¢gina de mayores¡±, ¡°si eres menor, tengo las de ganar¡±, ¡°haber visto Bob Esponja y no esto¡±, ¡°ahora me r¨ªo yo¡±, ¡°atente a las consecuencias¡± ¡°ahora te empieza a ti el malestar¡±, ¡°menudo esc¨¢ndalo te voy a liar¡±, ¡°pobre de ti, la que te va a caer encima¡± fueron algunos de los mensajes de hostigamiento. Donde se ha roto esa unanimidad es en el hecho de si Parad¨ªs era realmente consciente de que el menor iba a acabar con su vida a causa del asedio al que lo estaba sometiendo.
¡°Seis a?os esperando¡±
En apenas ocho horas, el jurado ha decidido la culpabilidad de Vicente Paradís por un delito de homicidio. Los padres y hermano de Iván, el menor que se suicidó tras recibir, en tres horas, 119 mensajes de asedio, amenazas y hostigamiento, llegaron a la lectura del veredicto cuando esta ya había empezado. No escucharon el momento en el que el portavoz decía “le consideramos culpable de causar la muerte voluntariamente de Iván” pero, a través de gestos con su abogado, supieron que la decisión era la que esperaban. Permanecieron en silencio durante el resto de la lectura. Apenas se oyó algún tímido llanto. Al salir de la sala llegaron los abrazos, los ojos rojos y la emoción “después de seis años esperando”. Apenas pudieron pronunciar más palabras que la gratitud a su abogado, Juan Luis Serrano. “Al final descansaremos y descansará nuestro hijo”, alcanzaron a decir con la voz entrecortada. El acusado abandonó, aceleradamente, la sala y la Ciudad de la Justicia de Castellón, en espera de que el juez determine el momento de su ingreso en prisión.
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