El odio a las mujeres que aliment¨® al acosador de la artista Paula Bonet
El hombre juzgado por hostigar a la pintora le envi¨® un manifiesto antifeminista: ¡°Violencia es sugerir que hay violadores por todas partes¡±
V¨ªctor G. sabr¨¢ pronto si es condenado por el asfixiante asedio al que someti¨®, durante m¨¢s de tres a?os, a Paula Bonet. El hombre de 27 a?os dice que todo fue ¡°un juego literario¡± y sostiene que la artista se enamor¨® perdidamente de ¨¦l, por m¨¢s que lo haya denunciado y que haya vivido un infierno personal por su acoso. Pero un escrito que el acusado envi¨® a Bonet cuando ya se sab¨ªa ignorado y denunciado ante los Mossos desvela que, bajo el pretexto del cortejo, se esconde una mirada mis¨®gina y un ataque radical al feminismo.
El texto, al que ha tenido acceso EL PA?S, consta en la causa judicial contra V¨ªctor G. y contiene algunas de las ideas propias del movimiento incel (c¨¦libes involuntarios, por sus siglas en ingl¨¦s). Nacida al calor de internet, esta pseudofilosof¨ªa congrega a hombres que, en foros y comunidades virtuales, culpan a las mujeres de sus fracasos en el sexo y el amor. De ah¨ª nace un resentimiento que convierten en odio hacia las mujeres y al movimiento feminista.
Los expertos en esta materia lo definen como una especie de ¡°supremacismo masculino¡± que, en m¨¢s de una ocasi¨®n, ha tenido consecuencias tr¨¢gicas. En 2014, Elliot Rodger, un chico de 22 a?os que se defin¨ªa como incel, irrumpi¨® en el campus universitario de Isla Vista (California) y mat¨® a seis personas. Atribuy¨® la matanza (luego se suicid¨®) al rechazo de las chicas. Es considerado un h¨¦roe por los seguidores de esta corriente.
En la investigaci¨®n judicial no hay indicios de que V¨ªctor G. participe en comunidades incel o se haya adherido a este movimiento, que por lo dem¨¢s ni es una categor¨ªa cl¨ªnica ni una agravante en los delitos de odio. Pero la forma en que se refiere a Bonet en este texto desprende el mismo aroma. El manifiesto ¨Dlargo, pretencioso, en ocasiones confuso¨D es un ataque personal contra la artista y, en general, contra las mujeres. ¡°Creo que es un incel de manual¡±, opina la abogada de Bonet, la penalista Carla Vall.
¡°Mujerzuela misantr¨®pica¡±
¡°Paula, yo no te deseo la muerte: me da miedo que te suicides, que te hagas da?o¡±, le escribe en un tono condescendiente, antes de atacarla por dos abortos (¡°conoces la violencia de haber causado la muerte prematura, voluntariamente o no, de dos criaturas en tu vientre¡±) y de deslizar una retah¨ªla de insultos machistas: ¡°Mujerzuela misantr¨®pica¡±, ¡°ni?ata mimada¡± o ¡°calumniadora con aires de femme fatale¡±.
Los indicios de misoginia y los ataques al feminismo son evidentes: ¡°?Son los hombres o las mujeres quienes cometen la mayor¨ªa de abusos?¡±, se pregunta. ¡°Violencia es sugerir que hay violadores por todas partes¡±, afirma. Si la sociedad es patriarcal, sigue el procesado, es porque ¡°las mujeres se refugian siempre bajo la protecci¨®n de sus padres, hermanos o matones porque siempre temen ser agredidas¡±. ¡°?Qu¨¦ es el feminismo, al fin y al cabo? ?Un intento de hacer deponer las armas a los hombres para que sean m¨¢s diplom¨¢ticos y menos belicosos?¡± V¨ªctor exige a las mujeres que ¡°se respeten¡±, se ¡°cuiden¡± y ¡°no se averg¨¹encen de su deseo ni de su poder¡±.
V¨ªctor G. se presenta al mismo tiempo como v¨ªctima (¡°a veces he sentido que tratas de hacerme perder la dignidad¡±) y como salvador (¡°no s¨¦ si seguir educando a una persona tan t¨®xica¡±). Fuentes cercanas a la defensa del acusado aseguran que se han producido acontecimientos en su vida que indican que no asume las rupturas sentimentales. Y apuntan tambi¨¦n a un hecho traum¨¢tico, como el suicidio de una exnovia.
La defensa: trastorno erotomaniaco
La principal baza de la defensa es que V¨ªctor G. padece un ¡°trastorno erotomaniaco¡±, un delirio que lleva a pensar a quien lo padece que la otra persona est¨¢ enamorada de ¨¦l. As¨ª lo sostuvo una psiquiatra de parte en el juicio, que se celebr¨® a puerta cerrada, pese a que la forense del juzgado, cuyas apreciaciones son imparciales, dijo que no hab¨ªa observado ning¨²n indicio de este trastorno cuando lo examin¨®. Esta misma forense s¨ª afirm¨® que observ¨® cierto estr¨¦s en V¨ªctor, fruto seguramente de su paso por prisi¨®n preventiva: en 2020, rompi¨® la orden de alejamiento que un juez hab¨ªa dictado a favor de Bonet y pas¨® unos meses entre rejas.
El hostigamiento comenz¨® el verano de 2019, cuando V¨ªctor empez¨® a visitar a Bonet en el taller de Barcelona donde trabajaba como escritora, pintora e ilustradora y donde impart¨ªa clases. Le dijo que la quer¨ªa y un d¨ªa lleg¨® a abrazarla, pero la artista se zaf¨® de ¨¦l. La sigui¨® al taller, a presentaciones de libros... y, con la pandemia, pas¨® al acoso virtual con mensajes ¡°de contenido inquietante y perturbador¡±, seg¨²n la Fiscal¨ªa, que pide tres a?os de c¨¢rcel por coacciones, amenazas y quebrantamiento de medida cautelar (la defensa de Vall eleva la petici¨®n a cuatro a?os). En Twitter, una vez denunciado, lleg¨® a amenazarla con matarla y violarla: ¡°M¨¢s te vale no volver a pisar mi ciudad, porque como me cruce contigo voy a estrangularte y descuartizarte para complacer a todos los miserables vagabundos que habitan las calles de Barcelona¡±, dijo.
Bonet vio alterada su vida diaria y cambi¨® de taller. Pero otras mujeres tambi¨¦n sintieron de cerca el aliento de V¨ªctor y algunas lo supieron con la difusi¨®n p¨²blica de la imagen del acusado tras el juicio. Uno de los casos ya ha llegado al juzgado donde V¨ªctor permanece como investigado. Vall, que asiste a esas mujeres, cree que es una forma de proceder: ¡°Busca acceso a la sexualidad femenina y a mujeres con presencia p¨²blica para apropiarse de su capital simb¨®lico e intelectual. Pero cuando ve que no puede tenerlo, vuelca su odio contra las mujeres¡±. Ella misma recibi¨® mensajes de WhatsApp de V¨ªctor una vez formaliz¨® la denuncia, que culminaron con un: ¡°?Carla, te quiero!¡±.
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