Una tumba que regar en el jard¨ªn
El Ayuntamiento de Valencia pone en marcha una iniciativa en los cementerios p¨²blicos para entregar las cenizas de los fallecidos con un esqueje
Jes¨²s S. muri¨® a los 79 a?os el pasado 11 de agosto en Valencia, tras varios a?os enfermo. Ahora sus cenizas forman parte de una peque?a encina que su mujer mira con mimo en el sal¨®n de su casa hasta que dentro de unos d¨ªas la plante cerca del chalet donde vive su hijo. ¡°Cuando o¨ªa hablar de lo de guardar las cenizas de los fallecidos en casa siempre pensaba que yo no podr¨ªa, pero, mira, ahora est¨¢n aqu¨ª y casi que me hacen compa?¨ªa¡±, cuenta Vicenta, mujer del fallecido.
¡°Cuando fuimos al crematorio a recoger las cenizas, nos enteramos de que estaba la posibilidad esta del arbolito y pensamos que era una buena opci¨®n, porque a ¨¦l le gustaba mucho el monte y siempre hab¨ªa dicho que cuando muriera le gustar¨ªa estar all¨ª. Quer¨ªa que lo inciner¨¢ramos y la playa no le gusta nada, y como mi hijo vive en el monte¡ Creo que a ¨¦l le habr¨ªa gustado¡±, afirma convencida. ¡°A m¨ª y a mis hijos nos pereci¨® m¨¢s bonito y a la gente cercana que se lo hemos contado tambi¨¦n se lo ha parecido. El cementerio siempre es algo m¨¢s triste, m¨¢s fr¨ªo. Ahora cuando vaya a ver a mi hijo, puedo ir a verlo a ¨¦l sin tener que pasar el trago del cementerio¡±, a?ade satisfecha.
Se trata de una iniciativa que ha puesto en marcha este verano el Ayuntamiento de Valencia en sus cementerios p¨²blicos, que han a?adido a la habitual oferta de urnas met¨¢licas o de cer¨¢mica para guardar las cenizas, una tercera biodegradable que se entrega con un esqueje que regala el Consistorio. No hay coste a?adido y se puede elegir entre un peque?o cat¨¢logo de especies mediterr¨¢neas. Hay por ejemplo olivos y alcornoques pero, de momento, los m¨¢s elegidos son las encinas y, sobre todo, los pinos. Lo ideal es plantarlo en el jard¨ªn o en el campo, pero tambi¨¦n se puede tener en una peque?a terraza o en un balc¨®n, si las condiciones lo permiten.
En sus primeras semanas en marcha, la idea est¨¢ teniendo un ¨¦xito que ha sorprendido incluso en el Ayuntamiento valenciano. De los 258 servicios funerarios que se realizaron entre el 10 de agosto y el 18 de septiembre, hubo 65 familias como la de Vicenta que optaron por esta nueva posibilidad. Algunos cementerios privados tambi¨¦n ofrecen ya entierros ecol¨®gicos similares en sus instalaciones.
Un rito modernizado
Esparcir las cenizas de un ser querido en el campo o en un jard¨ªn y plantar un ¨¢rbol sobre ellas es una tradici¨®n antigua y en los ¨²ltimos tiempos la llegada de las urnas biodegradables ha permitido unir el proceso y estandarizar la oferta desde hace algo m¨¢s de una d¨¦cada.
Varias empresas espa?olas fabrican y comercializan este tipo de urnas bio, especialmente en pa¨ªses como Estados Unidos y Canad¨¢, aunque tambi¨¦n en Europa en estos ¨²ltimos a?os. De hecho, esta opci¨®n de ya est¨¢ disponible desde hace alg¨²n tiempo en La Seu d¡¯Urgell, donde el Estudi Molin¨¦ dise?¨® a mitad de los a?os noventa una primera urna biodegradable, que empez¨® a comercializar en 2013 y en la que se habilit¨® la opci¨®n de que el ¨¢rbol se pudiera plantar en macetas en el propio cementerio de la localidad catalana.
Al haberse quemado los cuerpos a una temperatura superior a los 850 grados, las cenizas son ya material inerte, una especie de arena que ni perjudica ni favorece el desarrollo del ¨¢rbol, explican desde el servicio del campo santo valenciano. S¨ª que ayuda la urna, porque est¨¢ hecha de un compost que sirve inicialmente de abono para el ¨¢rbol. En otras opciones privadas que existen, con un coste de algo m¨¢s de 100 euros, y que no llevan un esqueje, sino una semilla, se deja suficiente tierra sobre las cenizas para que cuando las ra¨ªces las alcancen ya hayan germinado lo bastante.
Existe una legislaci¨®n estatal que proh¨ªbe lanzar las cenizas en el mar, salvo un permiso expreso de la administraci¨®n, bien a la funeraria o bien al particular, y siempre en urna biodegradable. Pero no existe en general una regulaci¨®n para otros entornos naturales en tierra, m¨¢s all¨¢ de hacerlo en ese tipo de recipientes. Ante el auge de esta opci¨®n, algunos municipios ya est¨¢n empezando a recogerla en la normativa local de manera espec¨ªfica.
Instrucciones de doble uso
Mar¨ªa Jos¨¦ ten¨ªa claro que ella y sus hermanas no quer¨ªan enterrar a su padre en un funeral al uso. ¡°Mi padre no era creyente, no cre¨ªa en nada, as¨ª que la idea era enterrar la urna, pero cuando nos dieron esta posibilidad nos gust¨®. Lo hemos plantado cerca de una fuente que era de su bisabuelo en su pueblo, en Bronchales (Teruel), en una zona que le gustaba mucho. La verdad es que ha sido algo bonito para la familia y ahora es una excusa para juntarnos todos de vez en cuando e ir a ver c¨®mo est¨¢¡±, explica.
El proceso, cuenta, no fue dif¨ªcil. El esqueje viene acompa?ado de unas instrucciones de uso que tambi¨¦n tienen su historia. Est¨¢n impresas en un papel de semillas que, si se riega, acabar¨¢ siendo tambi¨¦n una planta con peque?as flores. En ¨¦l, con ilustraciones, se explica por ejemplo que lo ideal es plantarlo en un agujero de entre 10 y 15 cent¨ªmetros de di¨¢metro y que el esqueje quede enterrado unos cinco cent¨ªmetros. A partir de entonces, ya se debe seguir las recomendaciones habituales para la especie y la zona.
¡°No somos jardineros, pero lo intentamos hacer lo mejor posible. Ahora tenemos que ir a vigilarlo de vez en cuando. Nosotros elegimos un pino y como es tan peque?o hay que ver que no se lo coman las cabras. El resto ya queda en manos del clima, de si llueve mucho o poco, de si nieva, de si hiela. Pero nos ha gustado¡±, asegura.
Un recuerdo vivo y sostenible
Alejandro Ram¨®n es el concejal del Ayuntamiento encargado de esa ¨¢rea y explica que conoc¨ªa la iniciativa de algunas funerarias privadas y quiso instaurarlo en el servicio p¨²blico. ¡°Por una parte, se trata de buscar maneras m¨¢s sostenibles de recordar a nuestros difuntos. Plantando este ¨¢rbol se compensa una peque?a parte de la huella ecol¨®gica que supone la cremaci¨®n. Pero adem¨¢s, es una manera m¨¢s original, m¨¢s simb¨®lica de recordar a nuestros seres queridos. El recuerdo se da en una cosa viva¡±, destaca.
Ram¨®n admite que les ha sorprendido lo r¨¢pido que ha calado la iniciativa y que haya sido elegida por una cuarta parte de los usuarios. Explica que eso les hace prever que cuando se conozca m¨¢s, mucha gente lo dejar¨¢ pedido dentro de sus ¨²ltimas voluntades y que eso aumentar¨¢ a¨²n m¨¢s la demanda.
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