Trabajar menos, vivir m¨¢s
La semana laboral de cuatro d¨ªas se ha implantado durante seis meses en 33 compa?¨ªas de distintos pa¨ªses y ninguna de ellas tiene intenci¨®n de volver al horario que ten¨ªan previamente.
Escrib¨ªa el fil¨®sofo Bertrand Russell en 1932 en su Elogio de la ociosidad: ¡°Creo que se ha trabajado demasiado en el mundo, que la creencia de que el trabajo es una virtud ha causado enormes da?os y que lo que hay que predicar en los pa¨ªses industriales modernos es algo completamente distinto de lo que siempre se ha predicado.¡± No fue, por supuesto, el ¨²nico que escribi¨® sobre ello; forma parte de una larga lista de escritores y pensadores que han cuestionado el trabajo como eje vital, defendiendo el descanso, la ociosidad y la pereza. Entre otros ah¨ª est¨¢n, junto al Nobel brit¨¢nico, Robert Louis Stevenson, Paul Lafarge, Brian O¡¯ Connor, Jorge Moruno o Jenny Odell.
Hoy, casi cien a?os despu¨¦s y tras d¨¦cadas de precarizaci¨®n creciente en el ¨¢mbito laboral, la frase de Russell podr¨ªa parecer un imposible. En un mundo que premia el agotamiento cr¨®nico y desprecia el descanso, en el que la autoexplotaci¨®n se disfraza de emprendimiento, en el que hay que parecer siempre ocupado y un neoesclavista como Elon Musk es tratado como un gur¨² y casi una divinidad, resulta complicado creer que podamos virar hacia una gesti¨®n del tiempo y la econom¨ªa m¨¢s humanas. Eppur si muove.
Esta semana hemos conocido los resultados de un estudio global sobre la semana laboral de cuatro d¨ªas. Se ha implantado durante seis meses en 33 compa?¨ªas de distintos pa¨ªses (Irlanda, Estados Unidos y Australia), y a su finalizaci¨®n, ninguna de ellas tiene intenci¨®n de volver al horario que ten¨ªan previamente. El 97% de los trabajadores que respondieron a la encuesta desean seguir con la semana de cuatro d¨ªas, que a su vez tambi¨¦n ha conseguido incrementar los beneficios de las empresas participantes. Un ¨¦xito completo.
La semana de cuatro d¨ªas es la pr¨®xima revoluci¨®n en el mundo del trabajo. M¨¢s all¨¢ del aumento de la productividad, un argumento que creo circunstancial -pero ¨²til- para su defensa, es capaz de unir el descanso, los cuidados, la salud, un menor impacto ambiental y abrir la puerta a m¨¢s y mejores derechos laborales. El economista valenciano Joan Sanchis es un ferviente defensor de la reducci¨®n del tiempo de trabajo, y ha publicado recientemente un libro sobre ello: Quatre dies: Treballar menys per viure en un m¨®n millor (Sembra, 2022). Sanchis es adem¨¢s asesor en la Conselleria d¡¯Economia Sostenible de la Generalitat, en el equipo de Enric Nomded¨¦u, Secretario Auton¨®mico de Empleo, el departamento responsable de que el Pa¨ªs Valenciano sea la primera autonom¨ªa (?y el primer gobierno a nivel internacional!) en establecer un marco institucional para la adopci¨®n de la semana de cuatro d¨ªas. Una pol¨ªtica p¨²blica pionera que est¨¢ abriendo camino, atrayendo miradas e inspirando a otros gobiernos.
Parece que por fin encaramos con estrategia y decisi¨®n un paso que debimos haber dado hace tiempo. Quiz¨¢s la predicci¨®n de Keynes en 1930, cuando dijo que sus nietos trabajar¨ªan 15 horas a la semana, tarde un poco m¨¢s en materializarse. Pero es el momento de bajar las revoluciones, reapropiarnos de nuestro tiempo y disponer de ¨¦l como queramos. S¨¦neca dej¨® escrito, en De la brevedad de la vida, que ¡°No hay nada menos propio del hombre ocupado que el vivir¡±. ?Desocup¨¦monos pues! Libr¨¦monos del peso de un calendario laboral fosilizado y aprendamos a vivir de nuevo, permiti¨¦ndonos tambi¨¦n el lujo, com¨²n y compartido, del ocio, la pereza, el descanso y el contacto humano.
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