La apelaci¨®n a la sentencia de Marta Calvo debe decidir si hace falta una condena por asesinato previa para la prisi¨®n permanente revisable
Las acusaciones insisten en el TSJCV en pedir una pena m¨¢xima que la Audiencia Provincial descart¨® al entender que el tiempo verbal del C¨®digo Penal exige una condena previa por otra muerte para poder aplicarla
¡°Llegaremos donde haga falta. Si tenemos que ir al Supremo, iremos al Supremo, pero hasta que no oiga la prisi¨®n permanente revisable no voy a parar¡±. La madre de Marta Calvo ha dejado bien claro este martes su objetivo antes de asistir a la vista de los recursos de apelaci¨®n a la sentencia que conden¨® a 159 a?os de prisi¨®n a Jorge Ignacio Palma como autor de la muerte de su hija y otras dos j¨®venes, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas, como autor del intento de asesinato de otras seis prostitutas y de diez delitos de abusos sexuales a esas diez mujeres a las que hab¨ªa contratado y a las que drog¨® contra su voluntad. El fallo inicial incluye un cumplimiento m¨¢ximo de 40 a?os de c¨¢rcel.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana debe decidir ahora si para condenar a una persona a prisi¨®n permanente revisable hace falta que previamente tenga ya una pena por haber matado, tal y como lo interpreta la presidenta del tribunal de la Audiencia Provincial de Valencia que juzg¨® a Palma. En su fallo de septiembre asegur¨® que lo exige el tiempo verbal usado en la redacci¨®n del art¨ªculo del C¨®digo Penal de esta pena, que es el pret¨¦rito pluscuamperfecto.
El condenado ha asistido a la vista tras haber sido trasladado al juzgado desde la prisi¨®n donde se encuentra desde que en diciembre de 2019 se entreg¨® a la Guardia Civil, que llevaba semanas tras ¨¦l despu¨¦s de Calvo enviara a su madre la ubicaci¨®n de su vivienda antes de desaparecer. En su declaraci¨®n asegur¨®, y as¨ª lo sostuvo en el juicio, que la joven se muri¨® tras haber consumido coca¨ªna y que ¨¦l, preso del miedo, troce¨® su cuerpo y lo reparti¨® por diversos contenedores. Un ampl¨ªsimo dispositivo nunca encontr¨® los restos de la joven en los vertederos en los que acaban los residuos de esas zonas.
Tras su aparici¨®n, se acumularon las denuncias contra ¨¦l por situaciones similares y la Guardia Civil vio su huella en casos que ten¨ªa atascados. Finalmente, el pasado mes de julio, un jurado popular declar¨® a Palma culpable de todos los delitos que se le imputaban. En aquel momento, las acusaciones particulares dieron por hecho que la condena ser¨ªa permanente, tal y como ped¨ªan. ¡°Le doy mil gracias a mi hija porque gracias a ella este t¨ªo no va a salir de la c¨¢rcel. Estoy muy contenta por la hija que tengo, porque la sigo teniendo, y todos los d¨ªas le doy las gracias por (enviarme) esa bendita ubicaci¨®n porque si no todas las ni?as¡ M¨¢s no puedo pedir¡±, se?al¨® entonces Marisol Bur¨®n, la madre de Marta. Solo le quedaba, dijo, que apareciera el cuerpo de su hija.
Por eso en septiembre el fallo de la magistrada fue un jarro de agua fr¨ªa para las acusaciones particulares. ¡°Los t¨¦rminos del art¨ªculo 140 CP son claros en su tenor literal: la pena de prisi¨®n permanente revisable solo puede imponerse: ¡®al reo de asesinato que hubiera sido condenado por la muerte de m¨¢s de dos personas¡¯ (¡) La ley utiliza el tiempo verbal del pret¨¦rito pluscuamperfecto, tambi¨¦n llamado ¡°antepret¨¦rito¡±, que solo puede hacer relaci¨®n a que hubiera sido condenado ¡°con anterioridad¡±. Lo que no acaece en el caso¡±, razonaba en su fallo la presidenta, Clara Bayarri. Tampoco los asesinatos de los que se le declar¨® culpable, eran subsiguientes al delito contra la libertad sexual seg¨²n entendi¨® la magistrada, algo que tambi¨¦n habr¨ªa permitido la condena a prisi¨®n permanente revisable. Las agresiones eran ¡°el medio¡± por el que se cometieron los asesinatos, estableci¨®.
Las acusaciones han rebatido esa interpretaci¨®n y han defendido que el C¨®digo Penal no dice que los asesinatos deban ser anteriores a los que se juzgan y que en este caso al no tratarse de un ¨²nico acto se le pueden aplicar al menos dos condenas a prisi¨®n permanente. El abogado Juan Carlos Navarro, representante de las familias de Arliene y de Lady Marcela y de algunas de las v¨ªctimas supervivientes ha remarcado que hay una diferencia espacio-temporal entre las muertes. ¡°Hablamos de un asesino en serie que act¨²a a lo largo del tiempo¡±, ha a?adido para insistir en la pena solicitada
Adem¨¢s de esa condena m¨¢xima, la madre de Marta Calvo ha pedido que se aumente la indemnizaci¨®n y, junto a la defensa del padre, ha pedido que se le condene tambi¨¦n a Palma por el delito contra la integridad moral por el que le conden¨® el jurado popular pero le absolvi¨® el fallo. Entienden que oculta la ubicaci¨®n del cuerpo de su hija y han echado mano del caso de Marta del Castillo para sostener su petici¨®n.
La Fiscal¨ªa y una de las v¨ªctimas supervivientes han pedido que se confirme la pena. ¡°Se eligi¨® a estas mujeres por ser vulnerables y se les trat¨® como a un mero objeto. La sentencia es contundente y pedimos la confirmaci¨®n de la misma¡±, ha reclamado la fiscal. A Palma se le aplic¨® el agravante de machismo.
Conjeturas y parafernalia
Por su parte, la defensa de Palma ha insistido en su inocencia y ha asegurado que se le conden¨® ¡°por una parafernalia¡± y por las informaciones de diversos medios de comunicaci¨®n pero tambi¨¦n por ¡°hip¨®tesis, conjeturas y sospechas¡±. No hubo, ha asegurado su abogada, ¡°ni una sola prueba de que los hechos los hubiera cometido ¨¦l¡±.
Sin que haya aparecido el cuerpo de Calvo y se haya podido probar la causa de la muerte no se le puede condenar por asesinato, ha argumentado. ¡°En este caso hay hechos odiosos pero estamos en un procedimiento penal y no podemos fundamentar la sentencia condenatoria sin pruebas legales y establecidas en el ordenamiento jur¨ªdico¡±, ha se?alado la letrada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.