Prisi¨®n permanente revisable para Bernardo Montoya por la violaci¨®n y asesinato de Laura Luelmo
El tribunal le aplica la agravante de reincidencia y le impone otros 17 a?os de presidio por secuestro
La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a Bernardo Montoya a prisi¨®n permanente revisable por el asesinato y la agresi¨®n sexual de la profesora Laura Luelmo, ocurrido en diciembre de 2018 en el pueblecito de El Campillo. La sentencia, emitida este viernes y a la que ha tenido acceso EL PA?S, confirma el veredicto pronunciado el pasado 19 de noviembre por los nueve miembros del jurado popular que ya consideraron al asesino culpable de todos los cargos. En su pronunciamiento, el magistrado Florencio Ruiz Yamuza ha resaltado la ¡°extrema violencia¡± con la que Montoya viol¨® y golpe¨® hasta quitar la vida a la joven zamorana, que falleci¨® un d¨ªa despu¨¦s del brutal ataque, seg¨²n los hechos probados.
Laura Luelmo desapareci¨® el 12 de diciembre de 2018 en el pueblo onubense, apenas unos d¨ªas antes de haberse incorporado como profesora de dibujo en un instituto de la cercana localidad de Nerva. Su cad¨¢ver apareci¨® cinco d¨ªas despu¨¦s, el 17 de ese mes, en Las Mimbreras, un paraje a las afueras del municipio en el que se hab¨ªa instalado. Los hechos probados de la sentencia 135/2021 recogen c¨®mo Montoya ¡ªun exconvicto con una pena anterior de robo y asesinato de diciembre de 1997¡ª secuestr¨® a la que se acababa de convertir en su vecina de enfrente, la introdujo en el interior de su destartalada vivienda y all¨ª la agredi¨® sexualmente y la hiri¨® de gravedad. Una de las claves del juicio era determinar si el asesino confeso rapt¨® a la joven con el fin de forzarla con fines sexuales, algo que el tribunal considera probado: ¡°Se produjo una agresi¨®n sexual con penetraci¨®n¡±.
Este hecho, unido al propio asesinato, el secuestro y la reincidencia por el crimen de 1997, apuntalaba la petici¨®n principal de prisi¨®n permanente revisable que realiz¨® la Fiscal¨ªa de Huelva y a la que se adhiri¨® la acusaci¨®n particular y la que ostenta la Junta de Andaluc¨ªa. El magistrado argumenta en una sentencia de 106 p¨¢ginas la idoneidad de esta pena para Montoya, reforzada con 17 a?os y medio de c¨¢rcel m¨¢s, por el delito de detenci¨®n ilegal en concurso ideal con un delito de agresi¨®n sexual con la agravante de g¨¦nero. Adem¨¢s, el acusado tendr¨¢ que indemnizar con un total de 400.000 euros a los padres y hermanos de la v¨ªctima, aunque no a su novio, ya que ¡°no consta que existiera una relaci¨®n estable¡±. ¡°Es claro que la detenci¨®n ilegal de la v¨ªctima constituy¨® un medio para la posterior agresi¨®n sexual¡±, apunta el pronunciamiento. Y a?ade: ¡°Bernardo Montoya utiliz¨® la violencia para conseguir la sumisi¨®n total de Laura Luelmo a la satisfacci¨®n del deseo sexual, incurriendo en una conducta particularmente degradante para la mujer, de cosificaci¨®n y dominaci¨®n, que se corresponde con su propio concepto de los roles de g¨¦nero¡±.
El pronunciamiento tambi¨¦n recoge que el acusado someti¨® a la joven a ¡°padecimientos innecesarios y un sufrimiento m¨¢s intenso que el que se requer¨ªa para causarle la muerte¡± y abunda que ¡°el despliegue de violencia¡± desde que la secuestr¨® ¡°fue de una intensidad enorme¡±. La joven profesora, de 26 a?os, se vio sorprendida por Montoya en torno a las 17.30 de ese 12 de diciembre e introducida a la fuerza en el domicilio de su agresor. La sentencia considera seguro que la mujer se defendi¨®, golpeando a su asesino con un martillo o bien con alguna maniobra de k¨¢rate que conoc¨ªa. En respuesta, ¨¦l la golpe¨® en la mand¨ªbula, le at¨® las manos a la espalda y la llev¨® al dormitorio, donde la desnud¨® de cintura para abajo para violarla. Esta agresi¨®n sexual ha quedado probada, tanto por las lesiones en la zona, como por los restos del ADN de Montoya localizados en el cuerpo de la joven. Posteriormente, la golpe¨® de nuevo con brutalidad en la cabeza, antes de trasladarla a Las Mimbreras y dejarla as¨ª en un paraje de dif¨ªcil acceso.
Pese a la exacerbada violencia, la joven qued¨® gravemente malherida y no falleci¨® hasta un d¨ªa despu¨¦s, aproximadamente a las 20.15 horas del d¨ªa 13 diciembre de 2018, seg¨²n los informes y los testimonios de los forenses, a los que la sentencia cita. Poco despu¨¦s de su detenci¨®n, el 18 de ese mismo mes, Montoya declar¨® ser el asesino de Luelmo. Sin embargo, posteriormente fue rehaciendo su declaraci¨®n en varias ocasiones a lo largo de la instrucci¨®n del caso para acabar culpando a una expareja suya, una versi¨®n que mantuvo en el juicio, en el que la defensa solicitaba la libre absoluci¨®n de su cliente. Para el magistrado Ruiz Yamuza sus esfuerzos exculpatorios no resultan cre¨ªbles, frente a esa primera confesi¨®n y la multitud de pruebas cient¨ªficas y testimonios de los agentes, m¨¦dicos forenses y testigos que apuntalan la culpabilidad de Montoya en los hechos juzgados.
El caso de Luelmo conmocion¨® al pa¨ªs durante d¨ªas y provoc¨® multitud de muestras de solidaridad con la familia en diversos puntos de Espa?a. Desde el primer momento, sus allegados optaron por un mutismo casi total, roto el pasado 19 de noviembre, tras cuatro sesiones de un juicio que consiguieron que se celebrase a puerta cerrada y sin medios de comunicaci¨®n. Entonces, el t¨ªo y abogado de sus allegados, Francisco Luelmo, ley¨® un comunicado de agradecimiento a todas las partes implicadas en la investigaci¨®n e instrucci¨®n del caso. En ¨¦l, mostr¨® su ¡°inmenso agradecimiento¡± a quien de forma altruista les dio refugio durante los meses de diciembre y enero, ¡°tan terribles¡±. ¡°Sin su protecci¨®n no hubi¨¦ramos podido soportar el sufrimiento¡±, explic¨® Luelmo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.