Save The Children alerta de que casi la mitad de ni?os vulnerables no recibe becas de comedor en la Comunidad Valenciana

Alrededor de 110.000 menores de edad que viven en hogares vulnerables en la Comunidad Valenciana, casi la mitad de los 252.770 ni?os en situaci¨®n de pobreza, no reciben una beca de comedor escolar, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta de Condiciones de Vida 2022 realizada por Save The Children.

138.432 alumnos est¨¢n recibiendo estas ayuda que concede fundamentalmente la Generalitat. De modo que las ayudas de comedor escolar alcanzan al 19,72 % de todo el alumnado en educaci¨®n infantil y obligatoria en la Comunidad Valenciana. Las disparidades de cobertura de las becas comedor entre comunidades van desde el 2,12 % en la Regi¨®n de Murcia, el 8,2% de la Comunidad de Madrid o el 12,44 % en Catalu?a, al 18,11 % en Andaluc¨ªa o al 28,72% en Canarias, y solo el Pa¨ªs Vasco cubre a todo el alumnado en riesgo de pobreza.

Adem¨¢s, la ayuda de gratuidad del comedor sigue sin tramitarse por concesi¨®n directa y se le concede como derecho a todo el que cumple con los criterios sino por concurrencia competitiva, mediante un sistema de puntos. ¡°Lo que supone este tipo de sistema es que, si no queda presupuesto en esa partida de becas, aunque las familias re¨²nan los requisitos, se pueden quedar sin esa ayuda¡±, explica Rodrigo Hern¨¢ndez, director de Save the Children en la Comunidad Valenciana.

Ante esta situaci¨®n, las familias m¨¢s vulnerables, cuyas vacaciones se han visto limitadas por el aumento de precios y ahora afrontan una ¡°vuelta al cole¡± con esa misma tendencia, conf¨ªan en las becas comedor para cubrir las necesidades alimentarias de sus hijos e hijas, a?ade. En la Comunitat Valenciana hay 32.100 ni?os, ni?as y adolescentes que no se puede permitir comer un plato de pollo, carne o una prote¨ªna equivalente como m¨ªnimo cada dos d¨ªas, seg¨²n la extrapolaci¨®n de datos citada.

¡°Gracias a las becas comedor, ni?os y ni?as con pocos recursos pueden optar a una nutrici¨®n m¨¢s completa y saludable, lo que tambi¨¦n tiene un claro impacto en su rendimiento escolar¡±, destaca Hern¨¢ndez. Es el caso de Mirelly, la hija de nueve a?os de la inmigrante Ana Lucia Parco, que vive en Valencia. ¡°El a?o pasado, a mediados de a?o, se le asign¨® una beca de comedor en el colegio. Ella estaba muy contenta e ilusionada. La comida que le daban era muy buena y variada. Se lo com¨ªa todo. Nos sent¨ªamos bien, porque la ni?a tenia acceso a carne, pescado, pollo. Nosotros muchas veces no tenemos dinero para comprar todas esas cosas¡±, explica la madre.

Este a?o, la familia ha vuelto a presentar la documentaci¨®n para que la menor retorne al comedor escolar, pero de momento no ha obtenido respuesta. ¡°Solo esperamos que pueda seguir en el comedor, porque ahora es muy dif¨ªcil encontrar trabajo para vivir con todo lo necesario¡±, apunta Ana Luc¨ªa, a la espera de que finalmente se resuelva positivamente la inc¨®gnita.

Para Save the Children, estas becas act¨²an como un ¡°pilar de apoyo¡±, no solo aliviando la carga financiera de las familias, sino tambi¨¦n proporcionando a ni?os y adolescentes un ¡°espacio seguro¡± donde puedan recibir una alimentaci¨®n equilibrada que contribuya a su crecimiento y bienestar general.

¡°Es imprescindible que el nuevo gobierno auton¨®mico aumente el alcance de estas becas, para que ning¨²n ni?o o ni?a se quede atr¨¢s por motivos econ¨®micos¡±, se?ala Hern¨¢ndez.