Instrucciones que salvan vidas a trav¨¦s de una llamada

La primera referencia a la reanimaci¨®n cardiopulmonar (RCP) est¨¢ en la Biblia: ¡°Se tumb¨® sobre el ni?o, poniendo su propia boca sobre la boca de este, [¡­]entonces el ni?o estornud¨® hasta siete veces, y abri¨® el ni?o sus ojos¡±.

Los paros card¨ªacos matan a alrededor de 30.000 personas en Espa?a cada a?o y el atragantamiento fue, en 2022, la tercera causa externa de muerte. Tanto las paradas como los ahogamientos pueden revertirse, en algunos casos, si hay una r¨¢pida reacci¨®n y se realizan unas maniobras que, seg¨²n los facultativos, pueden reproducir incluso los ni?os a partir de los 12 a?os. Sin embargo, la formaci¨®n para la reanimaci¨®n cadiopulmonar y las maniobras para acabar con un atragantamiento apenas est¨¢ extendida, m¨¢s all¨¢ de sanitarios, cuerpos de seguridad y bomberos y algunas empresas que dotan a sus empleados de las herramientas necesarias realizarlos.

El doctor Antonio Olaya, coordinador del Centro de Informaci¨®n y Coordinaci¨®n de Urgencias (CICU) de la Comunidad Valenciana, recibi¨® una llamada el 10 de noviembre del a?o pasado. Era un camarero de un restaurante de la localidad alicantina de Ondara que alertaba del atragantamiento de una mujer. ¡°Estaba bastante tranquilo y eso facilita mucho las cosas¡±, recuerda el m¨¦dico con un tono y un ritmo en el habla capaz de calmar casi cualquier situaci¨®n. ¡°Es importante decirles que la asistencia est¨¢ de camino pero que, aun as¨ª, deben seguir nuestras instrucciones¡±, relata. ¡°Hay mucha gente que no quiere, que le da miedo o no puede pero hay que intentarlo¡±, explica. ¡°Hay que darles indicaciones cortas y tratar de generar un v¨ªnculo¡±. Como en todos los casos, en este, lo primero que hizo fue confirmar que la mujer sufr¨ªa efectivamente un atragantamiento y, en este caso, contaba con sus familiares como testigos. ¡°Se les pregunta si se perciben dificultades para respirar, si se echan las manos al cuello, si les est¨¢ cambiando el color de los labios porque hay que conseguir una informaci¨®n fiable¡±, a?ade. Quien se encontraba al otro lado del tel¨¦fono era Jordi Serra, de 22 a?os, quien hab¨ªa recibido un cursillo en la empresa en la que trabaja. Pese a que sab¨ªa c¨®mo se hac¨ªa una maniobra de Heimlich, que es la que ayuda a expulsar el objeto que impide que se respire, lo primero que hizo fue llamar al 112: ¡°Es lo que nos dijeron en la formaci¨®n, que lo primero es hacer la llamada de alerta¡±. ¡°Me dijeron que la ambulancia tardar¨ªa entres 20 y 25 minutos y sab¨ªa que no pod¨ªamos esperar tanto tiempo¡±, recuerda. Con el camarero al tel¨¦fono y un familiar con la paciente, el doctor Olaya fue dando las indicaciones. ¡°El familiar no sab¨ªa c¨®mo se hac¨ªa pero a m¨ª me daba miedo romperle las costillas y le fui guiando conforme tambi¨¦n me lo dec¨ªa el m¨¦dico¡±, rememora Serra. ¡°Fue muy efectivo¡±, se?ala el doctor. La mujer expuls¨® el trozo de carne que le imped¨ªa respirar y no fue necesario ni siquiera su traslado a un centro sanitario.

Del rezo a las maniobras

Pese a que, como camarero, no ha tenido que atender ninguna otra urgencia, Jordi Serra es tajante: ¡°Claro que la formaci¨®n es ¨²til¡±, afirma. Para el doctor Olaya, la formaci¨®n es ¡°fundamental¡±, sostiene que cuando se trata de alertantes que saben lo que tiene que hacer ¡°es mucho m¨¢s f¨¢cil¡± y lamenta que, aunque hace tiempo que lo reclaman, el conocimiento de este tipo de maniobras ¡°no es mayoritario¡±.

¡±Los intentos de restaurar la vida a las personas fallecidas han sido una constante en la historia de la humanidad, desde los tiempos en que las sociedades primitivas lo intentaban mediante rituales, rezos y sacrificios, o en la antigua China, donde se sumerg¨ªa a los fallecidos en aceite caliente para tratar de que volvieran a la vida, hasta nuestros d¨ªas¡±, afirman los facultativos Enrique Chicote ?lvarez y Natalia Lizama-G¨®mez en la revista Emergencias que publica la Sociedad Espa?ola de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). Tanto para reaccionar ante paradas cardiorespiratorias como ante atragantamientos, actualmente, existen dos t¨¦cnicas f¨¢ciles y realizables pr¨¢cticamente por cualquier persona. ¡°Los primeros diez minutos son cruciales¡±, coinciden los facultativos.

¡°Un ni?o de 12 a?os puede atender una parada si sabe c¨®mo hacerlo¡±

Hace apenas una semana, el 112 recibi¨® la llamada de una mujer de Novelda (Alicante) que alertaba de que su madre, de 83 a?os, estaba inconsciente. El m¨¦dico coordinador del CICU Cristian Garc¨ªa Gonz¨¢lez le coment¨® que, hasta que llegaran los servicios sanitarios, era necesario realizarle un masaje card¨ªaco. En el domicilio se encontraba la nieta de la paciente, que le dijo al m¨¦dico que hab¨ªa practicado en la universidad. ¡°Su abuela pudo salir de la parada gracias a esas maniobras y por eso es de suma importancia que la poblaci¨®n est¨¦ formada¡±, asegura el doctor Garc¨ªa.

Una de las personas que se encarga de impartir esa formaci¨®n entre los alumnos de los colegios que lo reclaman es la doctora Mamen Escriche. Incluso entre los m¨¢s peque?os, a los que se ense?a a saber a qui¨¦n tienen que llamar: ¡°Una boca, una nariz, dos ojos¡±, les explica, para hacer que memoricen el 112, el tel¨¦fono de Emergencias al que, a principios de septiembre, llam¨® una ni?a de 4 a?os de Valencia: ¡°Mi mam¨¢ no est¨¢ bien, necesita ayuda. No puede hablar y le pasa algo¡±, fue el aviso que dio. ¡°Soy Mar¨ªa, la enfermera, no te voy a colgar¡±, le contest¨® al otro lado del tel¨¦fono Mar¨ªa Guinot, de 33 a?os, que le indic¨® c¨®mo pod¨ªa comprobar si la madre respiraba. Poco antes de la llegada de la ambulancia, madre se recuper¨® parcialmente y pudo explicar que padec¨ªa epilepsia.

¡°Les ense?amos que han de acercarse a la cara, a la boca¡±, cuenta Mamen Escriche. ¡°Es importante que no se asusten, que nos identifiquen como una ayuda y por eso les ense?amos tambi¨¦n las ambulancias y c¨®mo son nuestros uniformes¡±, explica. Su intenci¨®n es integrar la formaci¨®n como un juego, con peluches o maniqu¨ªes sin expresi¨®n sobre los que pueden ensayar los ejercicios. Para esta doctora, lo ideal ser¨ªa que la formaci¨®n se completara en varios ciclos, dependiendo de la edad, ¡°que fuera progresivo¡± porque, tal como se?ala, ¡°a partir de los 12 a?os, un ni?o con formaci¨®n puede entender qu¨¦ es una parada y hacer una recuperaci¨®n cardiopulmonar de calidad¡±. Sin embargo, como el resto de sus compa?eros, admite que depende de la voluntad de los docentes.