Por qu¨¦ las ca¨ªdas y los atragantamientos van camino de convertirse en las primeras causas de muerte no natural en Espa?a
La gran mayor¨ªa de estos accidentes los sufren personas mayores, una poblaci¨®n que ser¨¢ cada vez m¨¢s abundante
Las ca¨ªdas y los ahogamientos (que incluyen de inmersi¨®n, pero sobre todo atragantamientos) ocupan el segundo y tercer lugar entre las causas de muerte externa (no natural) en Espa?a, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Est¨¢n muy cerca de la primera, los suicidios, y las tendencias indican que, pese a que estos tambi¨¦n aumentan, en pocos a?os ser¨¢n sobrepasados por las anteriores. Detr¨¢s de los n¨²meros hay una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida, que lo ser¨¢ todav¨ªa m¨¢s en el futuro.
La p¨¦rdida de funcionalidad, las enfermedades neurol¨®gicas y el abuso de ciertos medicamentos (especialmente tranquilizantes, de los que Espa?a es l¨ªder en consumo) hacen que ca¨ªdas, atragantamientos y envejecimiento vayan de la mano. Los 3.655 fallecimientos causados por ca¨ªdas en Espa?a en 2021 (¨²ltimo dato disponible) y las 3.540 por ahogamientos se concentran sobre todo en la poblaci¨®n mayor de 60 a?os, y a partir de esa edad crecen de forma exponencial.
Pero que est¨¦n asociadas al envejecimiento no quiere decir que sean inevitables. En la mayor¨ªa de los casos se pueden prevenir con estilos de vida y acciones concretas que podr¨ªan salvar cada a?o muchas vidas, como ya sucedi¨® con los accidentes de tr¨¢fico, que fueron la primera causa de muerte externa en Espa?a (de forma muy destacada) hasta 2008, cuando las adelantaron los suicidios, que en 2021 se cobraron 4.003 vidas.
Aunque ca¨ªdas y atragantamientos accidentales comparten un sustrato com¨²n, la forma de abordarlas es distinta.
Las ca¨ªdas accidentales
Las causas y las consecuencias de las ca¨ªdas en personas mayores est¨¢n muy investigadas. El estudio Fall-ER, publicado el a?o pasado y auspiciado por Mapfre, desgrana con detalle la realidad espa?ola a trav¨¦s de un an¨¢lisis de 1.500 pacientes que tuvieron que recurrir a urgencias despu¨¦s de sufrir una ca¨ªda accidental.
Aunque el riesgo de ca¨ªda es multifactorial, en un 58% de los casos hab¨ªa componentes extr¨ªnsecos a la persona, como pueden ser el estado de los suelos y el uso inadecuado de alfombras o ba?eras dentro del hogar. En la calle son frecuentes los tropezones con bordillos, aceras mojadas, agujeros y socavones fuera de lugar.
Tras la ca¨ªda, un 15,1% de las personas totalmente independientes se convirti¨® en parcialmente dependiente y un 2,1% en totalmente dependiente para las actividades de la vida diaria. Y del grupo de pacientes sin problemas de movilidad previos, un 18,6% necesit¨® alg¨²n tipo de ayuda para desplazarse. Esto se agudiza conforme avanza la edad de las personas que se caen: lo hacen con m¨¢s frecuencia y peor pron¨®stico. Y no solo aumenta la mortalidad de forma directa: a los seis meses del accidente, un 11% de las personas mayores de 80 fallecen (por cualquier causa), frente al 1,6% de las que no lo hacen, es decir, entre seis y siete veces m¨¢s mortalidad para los primeros.
Los elementos extr¨ªnsecos mencionados suelen combinarse con otros intr¨ªnsecos (que tambi¨¦n producen ca¨ªdas por s¨ª solos): p¨¦rdida de funcionalidad, deterioro cognitivo o cataratas son algunos frecuentes. ¡°Las ca¨ªdas van de la mano de un s¨ªndrome biol¨®gico, que se llama de fragilidad¡±, explica Alfonso Gonz¨¢lez, que durante una d¨¦cada fue coordinador del grupo de osteoporosis, ca¨ªdas y fracturas de la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa.
Seg¨²n su punto de vista, uno de los problemas es que las ca¨ªdas a menudo se consideran como inevitables, incluso dentro de la profesi¨®n sanitaria. ¡°Recurrimos a tratamientos para la hipertensi¨®n o el colesterol y ante estos accidentes muchos se preguntan c¨®mo tratarlos. Cuando un anciano se cae y se rompe la cadera se le pone una pr¨®tesis, pero no se analiza por qu¨¦ se ha ca¨ªdo para evitar que se repita¡±, subraya.
Y, como para muchos problemas de salud, la soluci¨®n se basa en buena medida en el ejercicio f¨ªsico. De fuerza, de flexibilidad, de equilibrio; a todas las edades y cuanto antes mejor, ya que a partir de los 25 o 30 a?os se va perdiendo masa ¨®sea, algo que sucede con la muscular poco despu¨¦s, entre los 35 y 40. Un declive lento, pero inexorable si no se toman medidas para paliarlo.
Tambi¨¦n est¨¢n muy relacionados con las ca¨ªdas los bajos niveles de vitamina D, que en Espa?a est¨¢n extendidos por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Se sintetiza sobre todo gracias a la luz solar, pero a medida que se cumplen a?os este proceso es cada vez menos ¨¢gil. Adem¨¢s, en las personas mayores es frecuente un c¨ªrculo vicioso: en verano no les da el sol porque hace mucho calor, en invierno no salen porque hace mucho fr¨ªo, as¨ª que los niveles son cada vez menores, lo que los hace m¨¢s fr¨¢giles, lo que a su vez produce que cada vez salgan y se ejerciten menos.
No obstante, apunta Gonz¨¢lez, para reducir el n¨²mero de ca¨ªdas no solo se puede ir a una causa: hay que trabajar todas en conjunto, las intr¨ªnsecas y las extr¨ªnsecas. Pone el ejemplo de Australia, donde los terapeutas van a casa de los ancianos a analizar todo lo que puede causar accidentes para modificarlo. Seg¨²n este experto, sin embargo, la mayor¨ªa de las ca¨ªdas se dan en residencias de ancianos: un 50% de los mayores de 65 a?os en estos centros se caer¨¢, por un 30% en su propio hogar. La explicaci¨®n es que los mayores institucionalizados suelen ser m¨¢s fr¨¢giles y, a menudo, est¨¢n tambi¨¦n m¨¢s medicados.
Los tranquilizantes
Un nexo de uni¨®n entre ca¨ªdas y ahogamientos son los tranquilizantes. Benzodiacepinas, ansiol¨ªticos y antidepresivos restan reflejos, funcionalidad y capacidad de reacci¨®n a las personas mayores, que son las principales consumidoras de este tipo de f¨¢rmacos. Un estudio retrospectivo del Colegio de Farmac¨¦uticos de Granada con 178 pacientes que sufrieron ca¨ªdas determin¨® que m¨¢s del 50% de los tratamientos que tomaban los accidentados estaba asociado a un riesgo alto de ca¨ªda y un 74% de ellos presentaba prescripciones potencialmente inadecuadas.
Es frecuente que algunas personas mayores tomen estos tratamientos de forma cr¨®nica, pese a que suelen estar indicados para un m¨¢ximo de 12 semanas. En las residencias de mayores de Sanitas pusieron en marcha un programa de deshabituaci¨®n de estos f¨¢rmacos que demostr¨® que no solo no empeoraba el estado de salud de los pacientes, sino que mejoraba en muchos aspectos y se reduc¨ªa el n¨²mero de ca¨ªdas que sufr¨ªan.
Los atragantamientos
Este tipo de tratamientos tambi¨¦n contribuye a aumentar los atragantamientos, que engrosan el mayor n¨²mero de muertes dentro del cap¨ªtulo gen¨¦rico de ¡°ahogamientos¡± del INE. ¡°Pese a lo que se suele creer, la mayor¨ªa no est¨¢n relacionados con alimentos, sino con objetos, como las dentaduras u otras cosas que los ancianos con deterioro cognitivo se meten en la boca¡±, apunta Juan Carlos Casado, del grupo de laringolog¨ªa y degluci¨®n de la Sociedad Espa?ola de Otorrinolaringolog¨ªa.
Cuando no hay deterioro cognitivo (algo a lo que tambi¨¦n contribuye un exceso de medicaci¨®n psiqui¨¢trica), la ingesta de alimentos s¨ª es la principal causa de atragantamientos. Para prevenirlos, Casado se?ala que es muy importante estar atentos a la textura de las comidas. Pone el ejemplo de una carne de pechuga, como ¡°la t¨ªpica¡± que causa un atragantamiento.
Una vez que se produce conviene dejar a la persona toser, si es que es capaz, y ¡°no meter los dedos en la boca a no ser que se vea claramente el objeto¡±, ya que de lo contrario es muy posible que se introduzca m¨¢s. Si las v¨ªas est¨¢n bloqueadas y no entra aire, este experto recomienda la maniobra de Heimlich, que consiste en colocar el pu?o debajo de la parrilla costal de la persona afectada desde atr¨¢s. Sujetando el pu?o con la otra mano, hay que presionar la zona con un movimiento r¨¢pido hacia arriba.
La maniobra tambi¨¦n se puede hacer estando solo, y apretando el pu?o contra alg¨²n mueble, como una mesa. Pero cuanto m¨¢s anciana es la persona afectada, m¨¢s complicado ser¨¢ que pueda hacerla por s¨ª misma. Y aunque no existen datos tan detallados para los atragantamientos, el estudio Fall-ER muestra que en tres de cada cuatro ca¨ªdas la persona mayor se cae sola, sin testigos. La soledad es, por tanto, un factor de riesgo m¨¢s para morir de forma accidental. Est¨¢ considerada como un problema de salud p¨²blica de primer orden y, como la edad de los espa?oles, va a m¨¢s.
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