La bi¨®loga ?ngela P¨¦rez: ¡°Hay que invertir en talento para desatascar los hallazgos cient¨ªficos¡±
La empresaria valenciana emprendi¨® su primera empresa a los 24 a?os y ahora lidera siete iniciativas
De familia profesional numerosa, esta ¡°multiemprendedora¡± cuenta con un equipo de 200 personas y siete iniciativas empresariales, unas consolidadas y otras ¡°esperando el Eureka¡± y que, al igual que los hijos, dan alegr¨ªas y preocupaciones. Heredera de la explosi¨®n gen¨®mica, la primera de ellas la fund¨® a los 24 a?os y con el t¨ªtulo de bi¨®loga reci¨¦n salido del horno, hito que siempre destaca en los foros de inspiraci¨®n a quienes dudan tirarse a la piscina con su plan de negocio. Porque en el cruce del emprendimiento cient¨ªfico hay dos caminos: o arraigar en la universidad o tener ¡°m¨¢s rocanrol y una vida mucho m¨¢s complicada, pero con un nivel de adrenalina y satisfacci¨®n diaria¡±.
Siempre cerca de las relaciones sin¨¦rgicas en biotecnolog¨ªa, ?ngela P¨¦rez (Val¨¨ncia, 1973) se considera una currante precoz sacando adelante las ideas de visionarios que a priori no le convenc¨ªan. Pulida en las ¡°partidas de p¨®ker¡± de las rondas de capital, para esta empresaria que mira al futuro desde la inversi¨®n, el espacio es el mensaje. Ninguno de sus proyectos ha conocido el asfalto de un bajo de barrio. Todas nacen y crecen en entornos singulares, desde un parque tecnol¨®gico en Paterna a un parque cient¨ªfico, el de la Universitat de Val¨¨ncia, su ¡°casa¡± durante casi quince a?os, hasta aterrizar en su sede actual, BioHub VLC, en La Marina, un complejo de gesti¨®n privada destinado a encumbrar la ciudad en el mapa de las ciencias de la salud y que aloja a 40 empresas.
Desde este centro se reivindica como azote del urbanismo municipal por la liberaci¨®n de edificios que alivie las listas de espera del emprendimiento en el cap i casal. ¡°Los proyectos tecnol¨®gicos no pueden esperar a que los due?os de los espacios o la inversi¨®n piensen si es necesario dedicar el dinero a que otros emprendan. El milagro de M¨¢laga no es m¨¢s que saber dejar espacios para que los proyectos productivos y tecnol¨®gicos de la ciudad encuentren acomodo. Nuestras autoridades deben ponerse las pilas¡±.
Todav¨ªa no ha hecho el exit en su primera empresa, hoy Health in Code, que prev¨¦ alcanzar una facturaci¨®n de 45 millones de euros en 2023, tras 25 a?os en una compa?¨ªa que de la que no ha vendido sus participaciones, sino que la ha visto crecer y pasar por infinidad de fondos inversores. Esta experiencia, ¡°muy minoritaria¡±, le ha abierto las puertas de instituciones acad¨¦micas, profesionales y asociativas, para aportar ideas y soluciones. Su privilegiada visi¨®n local fundamenta sus cr¨ªticas.
¡°Me molestan los diagn¨®sticos recurrentes que preguntan las mismas cosas. Ahora se trata de administrar tratamiento, y eso requiere m¨¢s dinero. Espa?a est¨¢ en los rankings de publicaci¨®n cient¨ªfica, pero los hallazgos se quedan en los cajones. Eso necesita talento y entidades dedicadas a desatascarlos con una burocracia facilitadora para llegar a la sociedad. Necesitamos continuidad de los planes estrat¨¦gicos para solucionar los problemas diagnosticados¡±, sentencia.
Icono valenciano del diagn¨®stico gen¨¦tico que cuenta con un Premio Rei Jaume I, P¨¦rez, que duerme de 1:00 a 7:00, reconoce no tener los elementos para despertar envidias: ¡°Ni soy rica ni catedr¨¢tica, encima me hago el harakiri en los medios y en cualquier escenario. No rindo pleites¨ªa a nadie, me rijo por mis propios valores y adem¨¢s los evoluciono. No tengo el s¨ªndrome de la impostora. No lo llamo ¨¦xito. Estoy en el sitio que quiero estar y hago una labor que aporta a la sociedad¡±.
Practicante de las organizaciones ¡°pegamento¡± para atraer talento, entr¨® en la cultura de los eventos de la mano del catedr¨¢tico de gen¨¦tica Manuel P¨¦rez Alonso, su primer socio, quien a la entonces veintea?era P¨¦rez la empujaba a sacrificar las horas del laboratorio por hacer contactos en torno a los canap¨¦s con Coca Cola. ¡°Los eventos ponen en com¨²n necesidades y soluciones del sector. Pero no puede ser que haya 75 eventos biotecnol¨®gicos sobre transferencia de tecnolog¨ªa cuando funcionar¨ªa uno trimestral. Necesitamos agendas despajadas¡±, recalca.
De esp¨ªritu inquieto --¡±quiero hacer muchas cosas en poco tiempo¡±--, P¨¦rez se declara exigente consigo misma y con los dem¨¢s. Formar parte de su equipo directivo requiere ser buena persona ¨C¡±la gente que no lo es dura poco a mi alrededor¡±-, y clara y directa en sus intenciones y forma de pensar, adem¨¢s de dar lo mejor en su trabajo. ¡°Es oro puro cuando, saben lo que estoy pidiendo con solo levantar una ceja. Formamos un equipo muy feliz de trabajar juntos. Esta es la base¡±.
Hija de ama de casa y soldador, reconoce haberlo conseguido todo ¡°a dolor¡±, pero no sola. Me ha ayudado mucha gente por el camino, he tenido muy pocos enemigos¡±, describe P¨¦rez, quien recuerda un d¨ªa de infancia en que su padre la llev¨® a ella y a sus hermanos a la f¨¢brica, hoy Stadler. Era agosto, y en su puesto de trabajo hac¨ªa 40 grados. ¡°Subimos al despacho del ingeniero, una especie de torre de control, una bonita sala refrigerada con un sill¨®n giratorio. Nos sent¨® all¨ª y nos pregunt¨®: ¡®?D¨®nde quer¨¦is estar?¡¯ Mis hermanos y yo quer¨ªamos en el futuro trabajar en un sitio donde la silla girase e hiciera fresquito¡±, evoca P¨¦rez, cuya vocaci¨®n inicial fue la ingenier¨ªa hasta conocer la gen¨¦tica en tercero de biolog¨ªa.
Entrenadora de fondo de algoritmos, P¨¦rez se reconoce enganchada, ¡°en el sentido yonqui¡±, a estar permanentemente informada de lo que le pasa a toda la gente que admira profesionalmente, contra corriente de los c¨®digos de buenas pr¨¢cticas de redes sociales: ¡°Hago todo lo contrario, lo mezclo todo y no tengo que renunciar a nada. Eso hace que sea una persona muy disponible y me permite hacer muchas cosas, tambi¨¦n tener mucha familia. La optimizaci¨®n que he conseguido con mi vida se debe a la multitarea en tiempo real¡±.
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