El colectivo que hizo vibrar Valencia alerta de la p¨¦rdida de soberan¨ªa ciudadana
¡®Val¨¨ncia Vibrant¡¯ sent¨® a varios centenares de personas a repensar la ciudad. Diez a?os despu¨¦s el colectivo advierte de la desconexi¨®n de los vecinos
El 13 de junio de 2014 a las 9 de la ma?ana 350 personas se daban cita en La Rambleta. Entre el p¨²blico se encontraban dirigentes de la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios, arquitectos y economistas de prestigio, acad¨¦micas, artistas, m¨²sicos, gestoras culturales y hasta un torero. Cinco vecinos hab¨ªan convocado a la ciudad con marketing de guerrilla, una serie de videos y alguna presentaci¨®n ¡°con cervezas¡±. ¡°La idea era salir de la dicotom¨ªa entre el chovinismo y el autoodio. Valencia era o F¨®rmula 1 o edificios de Calatrava cay¨¦ndose, pero la ciudad que viv¨ªamos, la que hab¨ªamos elegido para vivir, a la que estaban volviendo nuestros amigos tras sus primeras experiencias profesionales o en la que estaban recalando creadores y empresarios del mundo por sus condiciones, no ten¨ªa nada que ver con eso¡±, dice Vicent Molins, ge¨®grafo y periodista, y uno de esos cinco fundadores junto al economista Ramon Marrades, los promotores culturales C¨¦sar G¨®mez-Mora y Quique Medina y quien escribe este reportaje.
Lo que ocurri¨® aquel d¨ªa y desde entonces ¡°no se pod¨ªa prever¡±, recuerda Medina. El impacto del evento, que dur¨® 10 horas y combin¨® debates y charlas tipo TED, fue recogido por todos los medios locales y nacionales, incluido EL PA?S. Provoc¨® opiniones y entusiasmo, se etiquet¨® como ¡°lobby ciudadano¡±, pero, sobre todo, ¡°evidenci¨® que la ciudad necesitaba encontrarse m¨¢s all¨¢ del marco pol¨ªtico y de los encuentros endog¨¢micos de cada sector¡±, dice G¨®mez-Mora. Entre ese encuentro y su reedici¨®n en 2015, pas¨® por Val¨¨ncia Vibrant el primer espa?ol en colocar una startup milmillonaria en el Nasdaq, Iker Marcaide, los estrellas Michelin Ricard Camarena y Bego?a Rodrigo, el exalcalde Ricard P¨¦rez Casado, varias empresarias y ejecutivas como Agn¨¨s Noguera, Sophie von Sch?nburg o Lourdes Reyna, la subdirectora de Vogue y hoy directora de AD Maite Sebasti¨¤, Javier Mariscal, el entonces director del IVAM Jos¨¦ Miguel G. Cort¨¦s, y as¨ª hasta 50 ponentes que interaccionaron con la ciudadan¨ªa con din¨¢micas como el rogle: ¡°lo m¨¢s interesante de este tipo de din¨¢mica, que es una especie de silla caliente de un minuto, es que por all¨ª pasaron los que un a?o despu¨¦s ser¨ªan ediles del PSPV, Comprom¨ªs, Ciudadanos o Val¨¨ncia en Com¨², pero cogiendo el micro como vecinos y no representando a su partido¡±, recuerda G¨®mez-Mora.
Val¨¨ncia Vibrant tom¨® impulso y empez¨® a encargar proyectos, desde ponencias sobre Educaci¨®n, Deporte y Medio Ambiente, en este ¨²ltimo caso al tambi¨¦n colaborador de EL PA?S Andreu Escriv¨¤ Garc¨ªa, a un proyecto para vaciar durante un d¨ªa el anillo de tr¨¢fico que bordea el centro de la ciudad. Este ¨²ltimo, llamado Comp¨¤s Centre e ideado por el arquitecto Chema Segovia, fue premiado por la Comisi¨®n Europea en materia de movilidad (Do The Right Mix) y estuvo a un paso de convertirse en realidad a trav¨¦s de una de las concejal¨ªas del todav¨ªa gobierno de Rita Barber¨¢. Sin embargo, llegaron las elecciones de 2015 y todo cambi¨®. ¡°Como dice Miqui Otero, hay a?os supernova y para Valencia 2014 seguramente fue un a?o supernova. Un momento en el que nosotros fuimos una de las expresiones de una ciudadan¨ªa que no se reconoc¨ªa ni en la fotograf¨ªa de la corrupci¨®n rampante¡±, dice Molins, ¡°ni en la idea vac¨ªa de la millor terreta del m¨®n¡±, recuerda G¨®mez-Mora. El colectivo se herman¨® con Fuel Vancouver, particip¨® del foro New Funding Urbanism de Berl¨ªn, y dej¨® huella en una serie de libros publicados en poco m¨¢s de a?o y medio: La ciutat construida (2014), Espacios para la innovaci¨®n y la cultura (PUV, 2015) y La nueva gu¨ªa de Val¨¨ncia (2015).
10 a?os despu¨¦s. ?Y ahora qu¨¦?
En esa suma de publicaciones, reconocimientos y ligaduras internacionales destaca el nombre de Marrades, quien fuera director estrat¨¦gico de la Marina de Val¨¨ncia entre 2016 y 2020. Deudor te¨®rico del profesor de Econom¨ªa Josep Sorribes, fallecido este mismo a?o, y el catedr¨¢tico de Geograf¨ªa Humana Joan Romero, tambi¨¦n impuls¨® estudios sociodemogr¨¢ficos desde este lobby ciudadano que para su segundo gran encuentro se preguntaba desde el t¨ªtulo del festival: I ara qu¨¨?. ¡°Es curioso porque la convocatoria de junio fue previa a las elecciones y ya est¨¢bamos convencidos de que el Gobierno local iba a cambiar. Quiz¨¢ por lo que est¨¢bamos viendo desde Val¨¨ncia Vibrant ese mismo a?o¡±, dice Molins. ¡°Recuerdo que nos impresion¨® que Joan Rib¨®, que hab¨ªa venido como otros concejales a escuchar en 2014, se presentara a escuchar a P¨¦rez Casado y viniera andando desde su casa, cuando ya era alcalde de la ciudad. Era un gesto impensable un a?o antes, pero sumaba al esp¨ªritu de lo que all¨ª ocurr¨ªa¡±, dice Medina. ¡°Lo que est¨¢ claro es que este tipo de cosas, que todo el mundo dijera que s¨ª a la convocatoria sin esperar cobrar nada, sino por aportar intelectualmente, nos met¨ªa una presi¨®n enorme. Se espera algo m¨¢s de nosotros, pero nosotros solo quer¨ªamos provocar el foro, provocar preguntas¡±, apunta G¨®mez-Mora.
El colectivo siempre defendi¨® su car¨¢cter experimental. Los miembros reunidos para esta entrevista, todos menos Marrades, admiten que no supieron dar el relevo. Val¨¨ncia Vibrant apenas trascendi¨® a 2015 como si el cambio en el Gobierno local hubiera solucionado los retos que emerg¨ªan en sus encuentros. ¡°Nuestro m¨¦rito fue polinizar una sensaci¨®n. Lo hicimos en un momento en el que la ciudad necesitaba algo parecido a la odiosa idea de hacer una marca ciudad. Pero una ciudad jam¨¢s es un producto y ese es nuestro mayor problema hoy: que la ciudad se entienda as¨ª desde dentro y desde fuera¡±, dice Molins. ¡°Entonces nos preocupaba que los vecinos y los barrios supieran todo lo que estaba ocurriendo en el bajo de al lado porque hab¨ªa una gran desconexi¨®n. Hoy creo que nos preocupa todav¨ªa m¨¢s¡±, apunta Medina. ¡°En 2014 llegaban 4 millones de personas cada a?o a Manises. Hoy vamos camino de los 10. ?C¨®mo no va a cambiar eso a la ciudad? Est¨¢bamos m¨¢s preparados para el efecto 2000 que para la suma de RyanAir y AirBnb. Y por suerte hay juntas de distrito y colectivos vecinales reaccionando, pero desde la perspectiva vibrant la pregunta ser¨ªa: ?qui¨¦n est¨¢ pensando en la ciudad que queremos y no solo en la que vendemos?¡±, concluye Molins.
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