Festivales valencianos, la euforia postpandemia desaf¨ªa cualquier burbuja

Lo refrend¨® el p¨²blico y lo consagr¨® la propia Generalitat Valenciana con una marca propia: la nuestra es tierra de festivales. De toda dimensi¨®n y condici¨®n. Pr¨¢cticamente de cualquier estilo imaginable. Pero los que se llevan las recaudaciones millonarias y los grandes titulares siguen siendo los mismos que hace una d¨¦cada, y ocupan nicho preponderante entre los m¨¢s frecuentados de toda Espa?a. El Arenal Sound de Burriana y el FIB de Benic¨¤ssim estuvieron en esa codiciada lista de las diez citas m¨¢s concurridas en todo el estado durante 2023: en el primer y el quinto puesto, respectivamente. Otros a?os han sido hasta cuatro, pr¨¢cticamente la mitad, los grandes eventos valencianos que han formado parte de ese Top 10, para el que se suman las cifras de asistentes de cada uno de sus d¨ªas de celebraci¨®n, aunque en realidad el grueso del p¨²blico que los visita sea pr¨¢cticamente el mismo, el que compra el abono, lo que ayuda a que los que m¨¢s duraci¨®n tienen ¨C cuatro o cinco d¨ªas, a veces m¨¢s ¨C dispongan de esa ventaja num¨¦rica, porque un mismo asistente puede contar como cuatro personas aunque en esencia sea la misma. Cosas de la multiplicaci¨®n de los panes y los peces en versi¨®n festivalera, un cuento de la lechera que todo el mundo da por bueno y nadie cuestiona desde hace al menos tres lustros.

Rozando el sold out

No se advierten a¨²n los llenazos de otros a?os en algunos festivales, aquellos sold out con semanas y meses de antelaci¨®n, pero tampoco se impone una visible recesi¨®n. Tanto Arenal Sound, que se celebra del 30 de julio al 4 de agosto con Aitana o Louis Tomlinson como principales reclamos y lleva un 95% de abonos colocados, como el FIB, que lleva el 97% de sus abonos generales vendidos y tiene lugar del 18 al 20 de julio con Black Eyed Peas o The Libertines como nombres m¨¢s esperados, son gestionados por la misma empresa, Music Republic, que a su vez tambi¨¦n organiza el Festival de les Arts en Valencia, el Interestelar en Sevilla o el Granada Sound. El gigante musical impulsado por los hermanos David y Antonio S¨¢nchez ejemplifica una de las claves del negocio en la actualidad: la concentraci¨®n de sus activos. Tambi¨¦n la participaci¨®n de fondos de inversiones for¨¢neos, como en su caso es el norteamericano Providence Equity Partners, que entr¨® hace un par de a?os. El otro factor que ha marcado el sector a nivel europeo es la desaparici¨®n de citas estivales en Reino Unido, Italia, B¨¦lgica o Alemania, aunque la mayor¨ªa de ellos eran festivales nacidos al calor de anhelo de prosperidad que promete un ecosistema tan beneficiado por la oferta tur¨ªstica conjunta. Hace muchos a?os que se especula con un pinchazo de la supuesta burbuja, pero esta no llega, al menos en nuestra Comunitat, y tampoco en Espa?a.

?Hay pinchazo?

Filippo Giunta, director del Rototom de Benic¨¤ssim, que se celebra este a?o del 16 al 21 de agosto, s¨ª cree que existe esa burbuja, al menos en Europa, que es su plano competencial, a diferencia del resto: ¡°Ya en 2023 se constat¨® que se ha creado una burbuja, que la oferta es m¨¢s alta que la demanda, y muchos festivales, no s¨®lo del reggae, han notado la bajada de p¨²blico y varios han cancelado, en Eslovenia, Reino Unido, Estados Unidos¡­ y esto s¨®lo hablando del reggae¡±, comenta. Por eso su festival, centrado en los sonidos de ra¨ªz jamaicana, que vino desde Italia en 2010, se precia de seguir ¡°resistiendo y creciendo, con una oferta s¨®lo musical, aunque dentro de lo musical nuestro g¨¦nero es muy espec¨ªfico y no existe una gran competencia como s¨ª la hay en festivales con otro tipo de m¨²sica en los que el p¨²blico se divide¡±. Para esta edici¨®n, acortada de siete a seis d¨ªas, espera reunir a ¡°los 220.000 asistentes del a?o pasado¡±, con un cartel integrado por ¡°150 artistas en 7 escenarios¡± y artistas como Alpha Blondy, Black Uhuru, The Wailers, un homenaje a Peter Tosh y, sobre todo, un concierto de le enorgullece especialmente, ¡°por primera vez una banda de jazz con m¨²sicos de alt¨ªsimo nivel, con motivo del tributo del trombonista suizo Samuel Blaser al legendario Don Drummond, miembro y compositor de muchos temas de la banda Skatalites, de la que este a?o se celebra su 60 aniversario: un show ¨²nico¡±.

Una previsi¨®n similar tiene el Low Festival, que se celebra desde 2009 en Benidorm en torno al pop independiente, sobre todo espa?ol, y que aguarda a unas 25.000 personas diarias (ser¨ªan 75.000 si multiplicamos por sus tres jornadas) entre el 26 y el 28 de julio, con Pixies, Suede y Los Planetas como pesos pesados. ¡°Esperamos superar las cifras de asistencia del a?o pasado, que fue una muy buena edici¨®n¡±, afirma Paula Juan desde su departamento de prensa. A diferencia de la pol¨ªtica del Arenal Sound o el FIB, que han cambiado su l¨ªnea program¨¢tica para adaptarla a p¨²blicos de edades y gustos bien distintos, el Low se ha mantenido fiel al mismo ideario que cuando naci¨®: ¡°nuestra apuesta por bandas independientes y seleccionando dos o tres grupos internacionales de primer nivel ha sido un esfuerzo consciente para ofrecer una experiencia aut¨¦ntica y distintiva¡±, argumenta. Pese a que su p¨²blico vaya cumpliendo a?os.

Paisaje tras la salida del t¨²nel

El panorama festivalero valenciano es casi inabarcable, incluso si solo nos ce?imos a sus reclamos m¨¢s masivos: el heavy metal en Leyendas del Rock en Villena del 7 al 10 de agosto con Blind Guardian, Dokken o Stratovarius; la electr¨®nica en Cullera con el Medusa Sunbeach del 7 al 12 de agosto y Afrojack, DJ Snake y el tr¨ªo 3 Are Legend que forman Dimitri Vegas, Like Mike y Steve Aoki como su principales nombres; el Zevra tambi¨¦n en Cullera del 19 al 22 de julio con el reguet¨®n de Maluma, Myke Towers y Manuel Turizo (cartel no muy distante del del Big Sound, celebrado hace un mes en Valencia) o el Pirata Beach del 10 al 14 de agosto en Gandia con rock urbano, hip hop y mestizaje de la mano de Zoo, SFDK o Ant¨°nia Font. Todos aguardan decenas de miles de personas diarias.

Uno de los mantras que prosper¨® tras los dos a?os en seco tras la pandemia, aquellos infaustos 2020 y 2021, es que el p¨²blico gastar¨ªa lo que tuviera, poco o mucho, en m¨²sica en directo. Los macroconciertos en estadios de las ¨²ltimas semanas (Taylor Swift, Bruce Springsteen, Manu Carrasco) y la salud de nuestros festivales en los ¨²ltimos tres a?os parece refrendarlo. Y no se atisban de momento grietas preocupantes en nuestro ecosistema festivalero, a diferencia de lo que ocurre en otros pa¨ªses europeos. Filippo Giunta contempla equilibra el aspecto positivo con el negativo: ¡°Quiz¨¢s pas¨® el primer a?o, por las ganas de salir y divertirse que ten¨ªa la gente, pero lo que ha pasado es que despu¨¦s de la pandemia se ha multiplicado la oferta de festivales¡±. Paula Juan, desde Low Festival, advierte ¡°un entusiasmo renovado¡± y una ¡°mayor predisposici¨®n¡± al disfrute de la m¨²sica en directo: ¡°La pandemia nos record¨® a todos la importancia de las experiencias compartidas y el poder de la m¨²sica en vivo para conectar a las personas¡±, argumenta. La Arcadia feliz que representan estas grandes citas, en las que sus asistentes se abstraen durante varios d¨ªas de la cotidianeidad que les atenaza y se sumergen a conciencia en una suerte de ¨®rbita paralela que trasciende lo meramente musical, sigue por aqu¨ª bien engrasada.